Cuando Taylor Swift avaló Kamala Harris para la presidencia el pasado martes, la cantante dijo que se vio motivada por sus miedos sobre la inteligencia artificial. Los hechos se remontan a un hecho pasado en que Donald Trump publicó imágenes generadas por IA que afirmaban falsamente el apoyo de la superestrella.
El aval de Swift, que llegó a Instagram pocos minutos después de la conclusión del debate Harris-Trump, calificó al candidato demócrata de "líder dotado y famoso" que "lucha por los derechos y las causas que creo que necesitan a un guerrero para defenderlos". Pero antes de estos motivos, señaló primero la debacle falsa del mes pasado. "Realmente evocó mis miedos sobre la IA y los peligros de difundir desinformación", escribió Swift. "Me llevó a la conclusión que tengo que ser muy transparente sobre mis planes reales para estas elecciones como votante. La manera más sencilla de combatir la desinformación es con la verdad".
Futuros cambios
Así pues, en la previa del gran debate entre demócratas y republicanos de la madrugada del martes al miércoles en nuestra casa, Taylor Swift ha avalado Kamala Harris como presidenta. Sus miedos están bien fundados, ya que Swift ha sido una de las víctimas más destacadas de los deepfakes d'IA. Al principio de 2024, se publicaron una gran cantidad de imágenes falsas y sexualmente explícitas de Swift en la red social X (anteriormente Twitter). Algunos se vieron millones de veces antes de ser eliminados.
Hace falta recordar que, entonces, Woodrow Hartzog, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Boston que estudia derecho de privacidad y tecnología, dijo a Billboard que los deepfakes de Swift destacaron un "cóctel particularmente tóxico" que estaba hirviendo en las redes sociales en el 2024: "Es un problema existente, mezclado con estas nuevas herramientas de IA generativa y un retroceso más amplio de los compromisos de la industria con la confianza y la seguridad". Posteriormente, Trump publicó varias imágenes generadas por IA en las redes sociales sugiriendo falsamente que Swift lo había apoyado.
Los expertos aseguran que Swift, probablemente, tenía motivos para presentar una demanda por la aprobación falsa de Trump citando su derecho de publicidad: el poder legal para controlar cómo los otros utilizan vuestro nombre, imagen y semejanza. Y así llegamos hoy. Tanto si el aval de Swift tiene el efecto previsto como si no, el próximo presidente tendrá la oportunidad de dar forma a la política federal sobre IA y falsificaciones profundas. Numerosos proyectos de ley destinados a regular la tecnología de vanguardia están pendientes ante el Congreso, incluido uno que crearía un derecho federal de publicidad que permitiría a personas como Swift demandar más fácilmente por el uso no autorizado de su semejanza.