El sector asegurador español se ha erigido como pionero en Europa en la adopción de inteligencia artificial (IA), con un 84% de empresas que ya integran esta tecnología en sus procesos internos, según datos de Minsait. Este porcentaje supera ampliamente la media europea y refleja una transformación sin precedentes en áreas como la gestión de riesgos, la atención al cliente y la prevención de fraudes.

La IA ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una herramienta clave. Rafael Giménez, responsable de Data & AI en Quantion, subraya: "La automatización de tareas repetitivas —como análisis documental, cálculo de primas o validación de siniestros— ha reducido costes operativos hasta un 20%, liberando recursos para actividades de mayor valor". Según el Informe Radar Digital Mutualidad, el uso de IA en el sector crecerá un 38% anual en los próximos años, impulsado por su capacidad para optimizar procesos.

Uno de los avances más destacados es la detección de fraudes. Gracias al análisis de grandes volúmenes de datos, los algoritmos identifican patrones sospechosos en reclamaciones, evitando pérdidas millonarias. Además, los asistentes virtuales han revolucionado la experiencia del usuario:

-Emisión instantánea de pólizas.
-Declaración de siniestros en minutos.
-Respuestas personalizadas a las 24 horas.

Indemnizaciones exprés y predicción climática

La IA también acelera la gestión de siniestros:

-Evaluación de daños mediante visión artificial.
-Pagos automáticos en casos menores, reduciendo plazos de semanas a días.
-Nowcasting: modelos predictivos para eventos climáticos extremos, cada vez más frecuentes.

A pesar de estos avances, expertos como Giménez advierten que mantener el liderazgo europeo exigirá inversión continua, formación especializada y marcos éticos sólidos. "España tiene la oportunidad de ser referente, pero no puede bajar la guardia", concluye. Con la IA como aliada, las aseguradoras no solo mejoran su rentabilidad, sino que construyen relaciones más transparentes y ágiles con los clientes, marcando el rumbo de la industria en Europa. El sector asegurador español mantuvo durante 2024 una facturación sólida en primas, aunque con matices importantes que revelan tanto su resiliencia como la necesidad de transformación.

En 2024, las primas totales del sector alcanzaron 75.161 millones de euros, experimentando un ligero descenso del 1,5% respecto al año anterior. La caída se vio impulsada por una fuerte contracción en el ramo de Vida (–13,6%) pese a un crecimiento sólido de No Vida (+7,8%), especialmente en automóviles, multirriesgo y salud.

En el segmento de Vida, el desplome contrasta con el auge de 2023, cuando alcanzó cifras históricas impulsado por productos de ahorro con alta rentabilidad. No obstante, el mercado se estabilizó en niveles previos a la crisis del euro, con primas de vida en torno a los 28.500 millones de euros. Según Mapfre, los hogares españoles destinaron en 2024 una media de 1.531 euros por persona al pago de seguros. Sin embargo, esta cifra refleja una caída frente al año anterior, especialmente en seguros de Vida, mientras que seguros de No Vida (como vehículos, hogar o salud) siguieron concentrando el gasto.

El estudio también recalca la existencia de una brecha de aseguramiento significativa. Mientras que el mercado real ronda los 75.100 millones de euros, el potencial estimado alcanza los 116.600 millones, lo que representa una diferencia de más de 41.400 millones de euros, principalmente en el ramo de Vida.