Laia Morales es consultora tecnológica y socia fundadora de Bexperience, una firma con sede en Terrassa que asesora a empresas para integrar la inteligencia artificial en su operativa. Durante la conversación con ON-IA, la consultora define la IA como una herramienta complementaria y no sustitutiva, que ya considera "una extremidad más" en su trabajo diario.

Morales también destaca que la implementación es transversal a todos los sectores, incluida la administración pública, donde se utiliza para simplificar tareas manuales y rutinarias. Un caso de éxito tangible es la extracción y clasificación rápida de datos escondidos en documentos extensos, reduciendo procesos de horas o días a minutos.

Señala que el principal obstáculo no es la tecnología, sino la gestión del cambio y las barreras internas de las organizaciones. Éticamente, la fundadora de Bexperience alerta del riesgo de la pérdida del espíritu crítico, ya que muchos usuarios no son conscientes de que las herramientas como el ChatGPT pueden "inventarse" la información. Mira al futuro con la convicción de que la IA viene para quedarse, pero el cambio real llegará con la "parte agéntica": automatizaciones tan integradas que ni siquiera nos daremos cuenta de que usamos la tecnología.

¿Qué es para usted la inteligencia artificial?
Es una herramienta potentísima. Yo siempre digo que es una tecnología que nos complementa completamente, no es un sustituto, sino que es un complemento para nuestro trabajo diario.

¿Cómo utiliza la IA en un día normal?
Para mí, la inteligencia artificial, la generativa, es como si fuera una extremidad más de mi cuerpo, especialmente en el ámbito laboral. No sabría cómo hacer el trabajo como hace tres años. Ejemplos concretos te puedo poner muchos, pero esta tecnología es útil para analizar una petición de propuesta, hacer la transcripción de una reunión o un plan de trabajo.

Debo decir que todo lo que nos da la inteligencia artificial son borradores, porque no deja de ser una herramienta que actúa como complemento y no un sustituto. Hay mucha gente que la usa mal. Yo hago muchas conferencias y formaciones, donde la parte de comunicación es imprescindible para generar interés. De alguna manera, la inteligencia artificial te puede servir de palanca para cuando no tienes inspiración.

En la administración pública, la IA no se implementa tan rápidamente como nos gustaría, porque tocamos temas críticos como la privacidad o la seguridad de los datos.

Como consultora, usted tiene una visión transversal del ámbito empresarial. ¿En qué ámbitos observa que la IA se está implementando de una forma más intensa?
Puedo decir que en todos, en Bexperience tenemos una cartera de clientes muy diversificada. A pesar de que Catalunya es un territorio donde el comercio, la industria y la empresa privada tienen mucho peso, yo debo decir que la administración pública también se está interesando por la inteligencia artificial. 

En el sector público trabajamos con organizaciones que quieren revisar procesos y simplificar tareas muy manuales y rutinarias. Sin olvidar el uso de la tecnología para otros aspectos engorrosos como la contratación pública. El problema que nos encontramos es que la inteligencia artificial no se implementa tan rápidamente como nos gustaría, porque, en la administración pública, tocamos temas críticos como la privacidad o la seguridad de los datos. 

¿Han detectado algún caso en el que, de forma tangible, la inteligencia artificial ha representado un salto de calidad?
Hay uno muy transversal: la obtención de datos en documentación muy extensa. El ejemplo es el documento de escritura de una empresa con una extensión de 200 páginas y donde era necesario saber, entre otros aspectos, los últimos cambios en torno a la denominación y la razón social. La inteligencia artificial nos permite obtener datos escondidos y que muchas veces es necesario obtenerlos para diferentes procesos.

En este sentido, hace pocos días, dentro del ChatGPT activamos una opción que focaliza esta información dentro de la extensa documentación empresarial que comentábamos y la clasifica en una tabla. Ahora, una persona de la administración pública que tiene que revisar información para determinar si un proceso sale adelante o no puede llevar a cabo esta tarea en pocos minutos y no en horas o días como ahora.

¿Cómo decide si es idóneo que la inteligencia artificial se pueda aplicar en un proyecto?
Cuando empezamos con una empresa, todo el mundo nos pregunta cómo puede ayudar la inteligencia artificial. Muchas veces, la gente piensa que estamos en una fase muy avanzada de incorporación de esta tecnología y, realmente, todavía nos encontramos en una fase inicial. Lo primero que hay que hacer es un diagnóstico de cuáles son las tareas susceptibles de ser mejoradas, optimizadas o incluso automatizadas.

Una vez hecho el análisis, nosotros ubicamos todas las tareas y procesos en un contexto de esfuerzo-beneficio. Siempre empezamos con las cosas que tienen un alto beneficio y un esfuerzo bajo. A esto se le llama quick-wins. El esquema visual nos ayuda a determinar el efecto de esta automatización de tareas y procesos, porque no todo el mundo tiene la misma urgencia para aplicárselo. No se trata exclusivamente de buscar el retorno de la inversión.

 

La dificultad no es la tecnología, sino la gestión del cambio y que la gente se acostumbre a trabajar de otra forma

¿Alguna vez se ha encontrado con que las expectativas de un proyecto relacionado con la inteligencia artificial han chocado con la realidad?
No nos hemos encontrado en la parte práctica, pero sí hemos constatado que en las empresas y organizaciones, muchas veces, existen barreras internas con la inteligencia artificial. Puedes tener una herramienta que mejore un proceso, pero siempre aparece alguien que dice que prefiere hacerlo como siempre. Cuando hacemos formaciones en las empresas por grupos de 10 personas, dos seguramente aplicarán los conocimientos adquiridos y a ocho les costará más. La dificultad no es la tecnología, sino la gestión del cambio y que la gente se acostumbre a trabajar de otra forma.

Más allá de su experiencia empresarial, ¿cuál cree que es el principal dilema ético que presenta la inteligencia artificial?
Cuando hablo del tema, ya sea en charlas u otras conversaciones, intento sensibilizar mucho porque la gente usa la inteligencia artificial sin saber realmente qué es. Esto conlleva muchos riesgos, porque estamos hablando de una herramienta que utiliza una base de conocimiento, que es una caja negra y no sabemos en función de qué criterio te da una determinada respuesta.

Creo que de los errores se habla mucho y lo digo porque estoy cada día en contacto con empresas y la gente aún no es consciente de que, si tú haces una búsqueda en el ChatGPT puede que se esté inventando la información que te da. A nivel de sociedad deberíamos hacer algo con la pérdida del espíritu crítico por parte de la gente joven. ¿Qué hacemos con toda esta gente joven que usa la inteligencia artificial sin control?

Entonces, ¿quién cree que debe gestionar todo esto que plantea?
Primero de todo, se deben tomar medidas de concienciación y de formación. Los jóvenes que ahora terminan una carrera universitaria ya hace tres años que utilizan la inteligencia artificial y nosotros ahora justo nos lo planteamos en ámbitos como la administración pública. 

Para terminar. ¿Cómo ve las posibilidades de la inteligencia artificial, desde el punto de vista del negocio, de aquí a 10 años?
Estoy convencida de que esto ha venido para quedarse y en los próximos años habrá un cambio en la forma en que vemos la inteligencia artificial. Hablamos mucho del ChatGPT, pero la inteligencia artificial es mucho más. Siempre pongo el ejemplo de que yo, cuando estudiaba ingeniería informática en 2008, ya tuvimos una revolución de la inteligencia artificial como fue el ámbito del big data.

La gente se piensa mucho que con un ChatGPT resuelves toda la problemática de su organización y no es así, yo creo que lo que realmente vendrá es toda la parte agéntica, toda la parte de automatizaciones con inteligencia artificial de tal manera que no nos demos cuenta de que usamos la inteligencia artificial.