La empresa Pro-activa Servicios Acuáticos, con sede en Vilassar de Dalt (Maresme), ha desarrollado una innovadora solución tecnológica que pretende reforzar la seguridad en las playas mediante el uso de inteligencia artificial. El objetivo claro está: reducir el número de ahogos, detectando con más rapidez las situaciones de riesgo en el agua.

El sistema, bautizado como LAIF, no busca sustituir la tarea de los socorristas, sino complementarla. A través de un conjunto de cámaras instaladas en el litoral y equipadas con visión por computadora, se monitoriza la actividad en la costa en tiempo real. Cuando el sistema detecta una posible emergencia, envía una alerta inmediata a las estaciones de vigilancia, que pueden activar los equipos de rescate y las autoridades correspondientes.

Actualmente, la tecnología se encuentra en fase de pruebas y se está testeando en la playa de Castelldefels. Según fuentes de la empresa, una de las grandes virtudes del sistema es su capacidad para identificar situaciones que podrían pasar desapercibidas por el ojo humano, como incidentes relacionados con problemas de salud dentro del agua que no presentan signos evidentes de ahogo.

Este proyecto ha recibido un apoyo económico de 204.582 euros por parte de ACCIÓ, la agencia para la competitividad de la empresa del departamento de Empresa y Trabajo de la Generalitat, en el marco de las ayudas a la investigación y desarrollo empresarial. En el desarrollo tecnológico ha colaborado el Centro Internacional de Métodos Numéricos en Ingeniería (CIMNE) de la Universitat Politècnica de Catalunya, acreditado con el sello TECNIO.

De cara al futuro, Pro-activa tiene previsto ampliar la aplicación de esta tecnología en otros entornos. El próximo octubre, la compañía iniciará una prueba piloto en una piscina de Barcelona, abriendo así la puerta a su implementación también en espacios acuáticos cerrados.

Fundada en el año 1999, Pro-activa Serveis Aquàtics tiene como misión profesionalizar el salvamento acuático y garantizar la seguridad de las personas en entornos acuáticos. Actualmente, gestiona la seguridad en más de 25 municipios del litoral catalán y de otros puntos del Estado, con una plantilla de más de 500 profesionales especializados.

La campaña de baño de este verano en Catalunya ha registrado un aumento del número de víctimas mortales por ahogo. Hasta el 30 de julio, 22 personas han perdido la vida en entornos acuáticos: 16 en las playas, 3 en piscinas y 3 más en aguas interiores. Esta cifra supone cuatro defunciones más que en el mismo periodo del año anterior.

Con el inicio del mes de agosto y ante el elevado número de víctimas, el Govern ha hecho un llamamiento a la prudencia y a la responsabilidad colectiva a la hora de disfrutar del medio acuático. El objetivo es prevenir más accidentes y concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de seguir las normas de seguridad.

Según los datos recogidos, el perfil mayoritario de las víctimas es el de hombres de más de 65 años que se bañan solos, a menudo con afecciones de salud previas. Esta tendencia se ha ido repitiendo en temporadas anteriores. Hay que destacar que, antes del inicio oficial de la campaña de baño —el pasado 15 de junio—, ya se habían registrado nueve muertes en las playas catalanas.

Con respecto a las piscinas, se han producido tres defunciones desde el 15 de junio y 15 personas han resultado heridas con varios grados de gravedad. Entre los afectados hay 13 niños, muchos de los cuales menores de seis años. Los accidentes han tenido lugar en piscinas de todo tipo: privadas, comunitarias, municipales y de establecimientos turísticos. En varios casos, a pesar de la presencia de adultos en el entorno, no había una vigilancia directa ni continuada.

En aguas interiores, los tres ahogos mortales registrados han afectado a jóvenes que se bañaban en zonas no habilitadas como ríos, pozos o pantanos. Estas áreas, habitualmente fuera del control de servicios de socorrismo, representan un peligro añadido para los bañistas, especialmente en condiciones de calor extremo o deprisa de agua variables.

Las autoridades insisten en la necesidad de extremar la precaución, evitar los baños en espacios no vigilados y garantizar la supervisión constante de los menores. La seguridad en entornos acuáticos sigue siendo una prioridad este verano, marcado por un repunte de las víctimas con respecto a años anteriores.