Belén Arribas es una voz autorizada de la regulación digital que cada semana hace un veredicto del estado del ecosistema en ON IA. Hace más de veinte años que forma parte y preside organizaciones estatales y europeas, entre las cuales destaca ENATIC (organización que agrupa abogados del universo TIC), además de llevar a cabo tareas de asesoramiento de inteligencia artificial en el ámbito público y privado. También es profesora de un máster de Derecho Digital e IA, así como una de las autoras de la publicación Perspectivas Reguladoras de la Inteligencia Artificial en la Unión Europea.
Durante la conversación, Arribas desglosa los ejes centrales que definen el presente y el futuro de nuestro entorno digital. En ON IA, la experta rememora sus inicios en el campo del derecho digital cuando este ámbito era todavía incipiente, destacando la falta de referentes y la necesidad de construir el camino paso a paso.
En su trayectoria profesional, la jurista ha vivido en primera persona la evolución de la profesión, pasando de ser una especialidad marginal en un pilar estratégico tanto dentro de las instituciones públicas como dentro de las grandes empresas privadas. En este sentido, Belén Arribas subraya cómo el papel de la abogacía tecnológica ha cambiado de ser meramente reactivo a volverse proactivo y esencial en la gobernanza de cualquier organización.
No desperdicia el altavoz de la entrevista para destacar que la Unión Europea ejerce un liderazgo en la fijación de estándares digitales con iniciativas como la Ley de Servicios Digitales y el Reglamento de Inteligencia Artificial. No obstante, Arribas señala que este liderazgo comporta grandes desafíos, como equilibrar la innegable necesidad de innovación con la protección irrenunciable de los derechos fundamentales de los ciudadanos. La Ley de Inteligencia Artificial establece un conjunto exhaustivo de normativas, fundamentadas en un enfoque basado en el riesgo, dirigido a los desarrolladores e implementadores de IA en aplicaciones específicas.
Esta legislación se contextualiza dentro de un paquete político más amplio destinado a fomentar el desarrollo de una IA fiable. Este paquete incluye el Plan de Innovación en IA y las llamadas fábricas de IA. Colectivamente, estas iniciativas tienen como objetivo garantizar la seguridad y la protección de los derechos fundamentales, promoviendo una IA centrada en el ser humano, a la vez que se refuerza la adopción, la inversión y la innovación en este ámbito en toda la Unión Europea.
Los modelos de IA de uso general (GPAI, por sus siglas en inglés) pueden realizar una amplia gama de tareas y se están convirtiendo en la base de muchos sistemas de IA en la UE. Algunos de estos modelos pueden comportar riesgos sistémicos si son muy capaces o ampliamente utilizados. Para garantizar una IA segura y fiable, la Ley de IA establece normas para los proveedores de estos modelos. Eso incluye la transparencia y las normas relacionadas con los derechos de autor. Para los modelos que pueden comportar riesgos sistémicos, los proveedores tienen que evaluar y mitigar estos riesgos.
La gobernanza de la Ley de IA es dirigida por una red de entidades. El Consejo de IA, la Comisión Técnica Científica y el Foro Consultivo establecen las directrices y ofrecen asesoramiento, mientras que las tareas de aplicación y supervisión prácticas son competencia de la Oficina Europea de IA junto con las autoridades de los diferentes Estados miembros.