La adaptación al mundo digital ya no es una opción, sino una necesidad. También dentro de las prisiones. En Catalunya, la Generalitat ha desplegado una estrategia global para incorporar las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) a los centros penitenciarios, con el objetivo de combatir la brecha digital y facilitar el retorno de los internos a una sociedad cada vez más tecnificada.

Cada año, cerca de un 25% de la población penitenciaria participa en formaciones digitales. Esta apuesta va desde la alfabetización tecnológica básica hasta la capacitación para hacer trámites administrativos en línea a través de la administración electrónica.

Certificación y formación para la vida fuera de los muros

Entre las iniciativas destacadas está el programa Alfadigital, que combina alfabetización digital con dinamización cultural. A través de talleres de robótica, realidad virtual o storytelling, los participantes pueden desarrollar habilidades digitales y creativas que fomentan su inclusión social.

Otra pieza clave son los Puntos Òmnia, espacios situados dentro de los centros y gestionados por la entidad Andròmines, que ofrecen acceso gratuito a internet y formación en ámbitos como la creación de pódcasts, radio comunitaria, programación, ciberseguridad o la inteligencia artificial. Además, estos espacios promueven la participación en actividades culturales vinculadas a fechas señaladas como Sant Jordi o el Día de la Mujer.

Las competencias adquiridas pueden ser reconocidas oficialmente mediante el certificado ACTIC, que se ofrece dentro de los mismos centros. Al mismo tiempo, las ciberaulas instaladas en varios módulos permiten el acceso autónomo a los recursos digitales.

No solamente los internos reciben formación: los profesionales de los centros también se actualizan en herramientas digitales, software libre y reciclaje informático para reforzar el acompañamiento educativo. Desde el Centro de Iniciativas para la Reinserción (CIRE), se trabaja especialmente con las personas que se encuentran en régimen de semilibertad, ofreciendo formación práctica para utilizar plataformas como Cl@ve y acceder a trámites laborales, así como formación específica para la búsqueda activa de trabajo.

Una estrategia de futuro para una reinserción real

Este conjunto de actuaciones responde a una estrategia transversal que busca reducir desigualdades, garantizar el acceso universal a las tecnologías y preparar a las personas privadas de libertad para lindar con garantías la vida fuera del centro penitenciario.

Con la digitalización como herramienta de transformación, las prisiones catalanas se convierten, también en espacios de segundas oportunidades. El proyecto ¡Vive en digital! se erige como una de las iniciativas a más innovadoras, con el objetivo de garantizar los derechos digitales de las personas privadas de libertad y mejorar su calidad de vida durante el internamiento.

El programa parte de una idea clara: los internos son ciudadanos con derecho a acceder a servicios digitales, a comunicarse con el exterior y a gestionar su vida administrativa de manera eficiente. En este sentido, ¡Vive en digital! transforma el vínculo entre la administración penitenciaria y los internos, introduciendo criterios de transparencia, agilidad, trazabilidad y proximidad.

Formación a distancia y preparación para la reinserción laboral

Gracias a esta nueva herramienta, los internos pueden consultar su expediente personal, hacer trámites digitales de manera directa y acceder a contenidos informativos y de ocio a través de una selección controlada de páginas web. También se facilita el contacto con las familias mediante videocomunicaciones gratuitas, un recurso que no solo se convierte en un puente emocional, sino también un elemento clave para preservar el equilibrio psicológico y social.

El acceso a internet se hace de manera segura, limitado a contenidos previamente validados por los equipos técnicos de cada centro. Las páginas disponibles incluyen medios de comunicación, revistas, música y otros recursos culturales o de ocio, que los internos pueden escoger, según sus preferencias.

El proyecto también impulsa la formación digital no presencial, tanto con formatos síncronos como asíncronos, permitiendo a las personas internas continuar su proceso educativo desde cualquier punto del centro penitenciario. Otra vertiente destacada es el acompañamiento hacia el mundo laboral, con acceso a portales de trabajo, herramientas para crear currículums digitales y recursos para preparar entrevistas. Esta dimensión es fundamental para facilitar una salida con garantías y un reintegro efectivo a la sociedad.