Pese a que el mercado de las materias primas es uno de los nichos de inversión clásicos para los traders, el pasado ejercicio se convirtió en un filón, dejando unos beneficios superiores a 100.000 millones de euros en un contexto marcado por la guerra de Ucrania y los efectos generados sobre los precios de las materias primas, en especial sobre el petróleo, el gas y el cereal. El conflicto armado ha desencadenado una vorágine de subidas y bajadas de precio en las commodities, las cuales han sido aprovechadas por los mercaderes para llenar sus bolsillos. De esa forma, en 2022, los grandes intermediarios mundiales de materias primas dispararon casi un 60% su margen de beneficio, elevando las ganancias brutas por encima de los 100.000 millones de euros, según apunta un estudio de la consultora estratégica Oliver Wyman.

Dicho análisis mide los beneficios que obtuvieron las compañías de inversión después de restar los costes asociados directamente a la venta. Oliver Wyman toma en cuenta todas las materias primas en las que los traders se han fijado para tratar de obtener plusvalías. Pese a ello, y aunque este mercado dispone de una amplia variedad de activos, la mayoría de los movimientos se han registrado sobre el petróleo, el gas y el cereal, aunque también destacan la posición de los metales preciosos, como el oro. El litio es otro de los activos que está cogiendo fuerza en el mercado en los últimos años por su aplicación y uso sobre baterías, las cuales, de cara a varios expertos, serán esenciales en las economías.

Las materias primas sellaron o se acercaron a sus máximos históricos

El estudio de Oliver Wyman no menciona a ningún trader en concreto, aunque el mercado conocer que los principales agentes suelen ser corporaciones como Glencore, Vitol o Cargill, o algunos bancos de inversión como Goldman Sachs o JP Morgan, entre otros. El mercado de las materias primas ha pasado a un primerísimo plano desde el estallido de la guerra de Ucrania. El conflicto armado ha trascendido sobre las economías, así como sobre los precios de las materias primas, generando un efecto inflacionario que ha sido aprovechado por los mercaderes. Por poner un ejemplo, el Brent, petróleo de referencia en la eurozona, superó los 122 dólares por barril el pasado julio. En la misma línea, el gas en el TTF superó la barrera de los 340 dólares el pasado agosto. Por su parte, el trigo ascendió hasta los 1.300 dólares en marzo de 2022, justo al poco de surgir la invasión de Rusia en tierras ucranianas.

Y como estas materias primas, el resto han experimentado un alza exponencial, la cual ha ido cediendo poco a poco hasta asentarse en los niveles actuales. Sea como fuere, los traders han aprovechado el momento del mercado para obtener rédito.

Según indica en el estudio, las sanciones de la Unión Europea y de Estados Unidos a Rusia provocaron la necesidad de atraer el petróleo y el gas natural licuado hacia el Viejo Continente, además buscar nuevas fuentes de energía. Esto provocó “una desproporcionada subida de los precios en la electricidad y un mayor interés por las energías renovables para conseguir este déficit energético”.

Las transacciones en petróleo supusieron el 32% del total del beneficio

Es por ello por lo que el análisis de Oliver Wyman concluye que la inversión en petróleo y en gas natural licuado fueron los dos principales catalizadores de las ganancias de los traders, además de que ambas materias primas agitaron el mercado. Así, el comercio del esquisto creció un 55% y supuso un 32% del total de los márgenes de beneficios obtenidos por los intermediarios, hasta los 33.340 millones de euros. Por su parte, el mercado de la electricidad, el gas y emisiones creció un 90%, hasta los 27.934 millones de euros.

En cuanto a los productos agrarios y los alimentos, estos experimentaron un alza del 45%, hasta los 18.652 millones de euros, lo que supone un 18% del total del beneficio anual de los traders. En cuanto al gas natural licuado, este mercado creció en un 40% y supuso un 11% del total de los márgenes de beneficios de los mercaderes, hasta los 11.443 millones de euros.

Sea como fuere, 2022 ha sido un ejercicio positivo para los intermediaros del mercado, los cuales han visto como su beneficio se disparaba por encima de los 100.000 millones de euros gracias a los altibajos de los precios de las materias primas. La guerra de Ucrania ha pasado a ser un catalizador del valor de las commodities, que, durante algunos tramos del anterior curso, vieron como su valor tocaba máximos históricos. El gas, el petróleo, los productos alimentarios y los metales preciosos siguen dando oportunidades a los traders, así como que estos mantienen el atractivo en un contexto en el que la incertidumbre, la volatilidad y la inestabilidad coparon el mercado.