Société Générale ha pedido calma al Banco Central Europeo (BCE) en su política monetaria. El presidente del banco francés, Lorenzo Bini Smaghi, ha recomendado al organismo que actúe con cautela en su próxima reunión para determinar la subida de los tipos de interés por la crisis bancaria desatada este miércoles. La institución que preside Christine Lagarde se reúne este jueves 16 de marzo y todos los ojos están puestos en la evolución de la banca y como afectará a la decisión que tome el BCE.

El hundimiento de Credit Suisse a raíz de que su máximo accionista, el Banco Nacional Saudí, anunciara que deja de inyectar capital en la entidad suiza ha producido un terremoto en los mercados europeos, con caídas pronunciadas en los principales bancos. De hecho, Société Générale es una de las firmas más afectadas en la sesión de hoy, que ha sido suspendido de cotización junto al banco suizo y a los italianos Monte de Paschi e Unicredit por el desplome bursátil.

Una situación que se suma al caos de los últimos días provocado por la quiebra de Silicon Valley Bank y Signature Bank, posteriormente intervenidos por Estados Unidos para garantizar que sus clientes pudieran acceder a los depósitos y evitar así un efecto contagio. El suceso ha abierto el debate sobre si la Reserva Federal de EE.UU. debe echar el freno en las alzas de tipos, que decidirá la semana que viene. Por su parte, la situación de Credit Suisse y el pánico desatado en otros bancos europeos pone el foco en la decisión que el BCE tome mañana.

Aplazar un mes las alzas de tipos o aplicar una subida menor

En este sentido, el presidente de Société Générale, Lorenzo Bini Smaghi, quien fuera miembro del comité ejecutivo del BCE, ha pedido calma al organismo monetario este miércoles en una entrevista con el diario alemán Boersen-Zeitung que las turbulencias en el sistema bancario estadounidense podrían influir en la política monetaria. “Cuando una parte del sistema financiero entra en crisis, es normal que haya algún contagio a todo el sistema, ya que los inversores tienden a preguntarse: '¿Quién sigue?'".

En este sentido, Bini Smaghi cree que el contagio financiero "es sinónimo de cierto endurecimiento de las condiciones monetarias”. Es por ello que el máximo ejecutivo del banco francés considera que el BCE debería relajar su política de encarecimiento del precio del dinero. “Aferrarse a la subida de 50 puntos básicos como si nada sucediera significa adoptar una postura más dura de lo que se pensaba”, argumenta el exmiembro de la Junta Ejecutiva del BCE. 

Así, asegura que aplazar la decisión un mes o aplicar un alza sólo de 25 puntos básicos en lugar de los 50 previstos "no sería un problema si se explicara bien". El BCE se reúne este jueves para discutir sobre la política monetaria en un momento en que todavía no ha ganado la batalla contra la inflación y han aparecido turbulencias en los mercados financieros tras la quiebra de Silicon Valley Bank a los que se suman las desatadas por la mala situación financiera de Credit Suisse. 

Si bien el pánico bursátil de los últimos días vuelve a abrir el debate de la intensidad con la que los bancos centrales deberían continuar su estrategia monetaria, las previsiones del mercado para la cita de mañana no contemplan que el BCE quite el pie del acelerador. Se espera que mantenga sus planes de incrementar medio punto porcentual los tipos, ya que la inflación sigue tensionando la economía y bajando a un ritmo menor del esperado.