La quiebra de FTX acaba de cumplir dos meses y, todavía, sigue dando que hablar. La realidad es que el desastre de la empresa, que una vez estuvo valorada en 32.000 millones de dólares, ha dejado varias secuelas en el mercado de las criptomonedas. FTX, además de lapidar cualquier esperanza alcista de los criptoactivos en 2022, sigue zarandeando la estructura del resto de criptoplataformas.

Y es que, una de las consecuencias directas que ha tenido la hecatombe de FTX ha sido el crecimiento de la desconfianza de los inversores hacia este tipo de compañías. Pese a que el mercado va tomando conciencia de que el problema de FTX ha sido un error humano y no uno relacionado con los activos, los inversores no terminan de confiar en las criptoplataformas.

La quiebra de FTX ha elevado la susceptibilidad de los criptoinversores. Cualquier movimiento de estas compañías se mira con más atención. Y es que, otra de las problemáticas que ha generado el cese de operaciones de la firma fundada por Bankman-Fried es la inestabilidad en el seno de las plataformas cripto.

La quiebra llegó en mal momento

La quiebra de la compañía se sumó a los problemas que venía arrastrando el sector. El mercado de las criptomonedas estaba apretado por el desastre de LUNA, y la quiebra de Celsius. Pero, además de ello, la situación macroeconómica lastró la cotización de los principales activos. Las subidas de tipos de interés que los principales bancos centrales han ido llevando a cabo, han apretado el bolsillo del inversor, lo que se ha traducido en una caída de los activos.

Todo ello ha hecho que varias criptoplataformas hagan importantes recortes en sus plantillas, como es el caso de Coinbase, que recientemente despidió a cerca de 1.000 trabajadores. A otras plataformas les ha obligado a cesar operaciones en mercados internacionales, como es el caso de Kraken en Japón. La empresa es otra de las que llevó a cabo un ajuste de plantilla a comienzos de diciembre.

Silvergate Capital, otra damnificada

Y otra de las empresas que está dando síntomas de contagio por el mal momento del mercado es Silvergate Capital. La entidad bancaria, pese a llevar operando desde 1.988, adquirió protagonismo en el sector de las criptomonedas por comenzar a operar con ellas. Los expertos lo catalogan como un criptobanco. Otras de las particularidades de la compañía es que es un valor cotizado de la Bolsa de Nueva York.

Sea como fuere, los expertos han expresado sus preocupaciones sobre la salud financiera del banco después de la quiebra de FTX. El desastre de la empresa con sede en Bahamas sigue perforando el negocio de otras empresas con un negocio similar al de FTX. Y, en el caso de Silvergate Capital, ha ralentizado proyectos y, por si fuera poco, le llevó a anunciar el despido del 40% de su plantilla la semana pasada.

La firma estadounidense justificó la salida de unas 200 personas con el fin de adaptarse a la situación que atraviesa el sector de las criptomonedas. Todo esto ha llegado después de que, como le ocurriera a Binance con la retirada masiva de USDC tasada en más de 3.000 millones de dólares, Silvergate Capital viera como los clientes retiraron sus fondos de forma masiva. Según medios especializados, los usuarios del banco retiraron más de 8.000 millones de dólares en los últimos tres meses de 2022.

Los motivos de la retirada masiva de clientes

El motivo reside en la quiebra de FTX, pero, sobre todo, en los lazos que Silvergate Capital tenía con la empresa quebrada. A mediados de diciembre, la entidad bancaria estadounidense recibió una demanda colectiva en la que tachaban a Silvergate como responsable en “el fomento del fraude en las inversiones de FTX”. El banco mantenía cuentas tanto de la empresa fundada por Bankman-Fried como de Alameda Research, el fondo de cobertura del fundador de FTX.

Al mismo tiempo, otro de los puntos que catalizó las retiradas masivas de los clientes fue la advertencia que lanzaron los reguladores de Estados Unidos. Estos explicaron a los bancos con negocio en el sector de las criptomonedas que “era muy probable que fuera incompatible con las prácticas bancarias seguras y sólidas”.

De ahí que varios usuarios de Silvergate decidiesen salir de la compañía. Para sobrellevar el mal momento, y para tapar el agujero generado por la salida masiva de clientes, la empresa vendió 5.200 millones de dólares en activos.

Silvergate no coge el vuelo en bolsa

La compañía es un valor cotizado de la Bolsa de Nueva York, dónde su acción no para de depreciarse. En la última sesión bursátil, Silvergate Capital experimentó un decrecimiento superior al 4%. Esta caída se suma a la acumulada de lo que llevamos de año, que pese a ser de menos de dos semanas, mantiene un decrecimiento del 31%.

La entidad estadounidense mantiene un decrecimiento cercano al 91% en los últimos doce meses. Pero, acortando los tiempos, Silvergate Capital mantiene una caída del 77% desde que comenzaron los rumores de una posible quiebra de FTX. Tras la confirmación de la bancarrota, la empresa ha mantenido una dinámica similar a la mostrada por los criptoactivos.

La entidad bancaria es otra de las compañías que está notando la presión ejercida por el mal momento del sector de las criptomonedas. Pese a que, por el momento, mantiene sus operaciones, la compañía ya ha llevado a cabo importantes ajustes de plantilla y ha experimentado una salida masiva de clientes. Está por ver si es capaz de aguantar el vendaval que sacude al escenario cripto.