Los planes de pensiones privados, que se materializan a través de fondos, consiguen unos rendimientos muy pobres, tanto por la ineficacia de los gestores a la hora de invertir el dinero de sus clientes como por las comisiones que soportan. Esta es una de las principales conclusiones del estudio realizado por el profesor de Finanzas del IESE, Pablo Fernández en colaboración con Javier Fernández Acín, investigador independiente. El estudio analiza la rentabilidad de este producto en los últimos 15 años y llega a la conclusión de que “en varios casos, los inversores en fondos de pensiones perdieron la desgravación fiscal que les regaló el Estado para inducirles a invertir en dichos fondos en menos de 5 años”, explica.

La pretendida ventaja de una gestión profesional que mejora en teoría la inversión directa de un particular inexperto en los mercados, se diluye cuando se compara con el comportamiento de los mercados financieros en ese plazo de 15 años. Según los datos de la patronal de fondos de inversión y pensiones, Inverco, la rentabilidad media anualizada de los fondos de pensiones fue en este periodo del 3,5% (el profesor Fernández la calcula en el 2,9%). Eso sí, esa rentabilidad media calculada por Inverco ofrece un abanico muy amplio de ganancias en tan dilatado plazo. Por ejemplo, desde 2008, los fondos de renta fija a corto plazo han ganado al año el 0,5%, los de renta fija a largo plazo el 1,3%, los de renta fija mixta el 1,6%, y los de renta variable mixta un 4,1% anual. Destacan los fondos de renta variable con una subida anual del 8,3%.

Pero si estos resultados se comparan con la evolución de los mercados en esos tres lustros, se aprecia esa nula ventaja de la gestión profesional colectiva. La rentabilidad media anual del índice español Ibex 35 alcanzó el 5,34%, mientras que la obtenida por invertir en bonos del Estado español a plazo de 15 años fue del 3,99% anual.  Los fondos de renta variable nacional tienen cada vez menos peso en la cartera de los españoles por lo que es más justa una comparación con índices internacionales como el europeo Eurostoxx 50 con un 8,09% de subida anualizada en tanto que en el mercado estadounidense la ganancia a través del indicador S&P 500 alcanzó el 14%.

Sólo 99 de los 393 fondos con 15 años de historia tuvieron una rentabilidad superior a la de los bonos del estado

Según el estudio del profesor del IESE, sólo 99 fondos de los 393 con 15 años de historia tuvieron una rentabilidad superior a la de los bonos del estado a 15 años, 57 a la del IBEX 35, y 1 a la del S&P500, y 9 fondos tuvieron rentabilidad negativa. Los 821 fondos de pensiones del sistema individual tenían (diciembre 2023) 7,3 millones de partícipes y un patrimonio de 84.909 millones. Fernández comenta con ironía que “aunque en la publicidad de un fondo de pensiones se lee que `Batir un benchmark de mercado no satisface las necesidades de los clientes de un plan de pensiones´, suponemos que no batirlo les satisfará todavía menos. Comparar la rentabilidad de los fondos con la rentabilidad de los bonos del Estado y con la de la bolsa sí proporciona luz para enjuiciar la gestión de los fondos”, concluye.

Los mejores fondos de este largo periodo -aconsejable en cualquier inversión para la jubilación- fueron BBVA Plan Telecomunicación y Naranja S&P 500 con rentabilidades anualizadas del 14,98% y el 13,79%. Así, un euro invertido en diciembre de 2008 en BBVA Plan Telecomunicac o en Naranja S&P 500 se convirtió en diciembre de 2023 en 8,11 euros y 6,94 euros, que contrasta con los 0,89 euros que tiene hoy un inversor que compró SantaLucía VP Retorno Absoluto.

Una inmejorable muestra de que la elección del fondo es clave para disfrutar en el futuro de suficiente dinero para completar la pensión pública. Tal vez una primera selección a la hora de elegir sea el tamaño y el número de partícipes del fondo. Los fondos con mayor rentabilidad no son los de mayor patrimonio o número de partícipes. Los 15 fondos con mayor patrimonio del sistema individual: tenían 20.935 millones y la media de sus rentabilidades fue 4,24%. Por otra parte, los 15 fondos con mayor número de partícipes ofrecen una pobre rentabilidad media del 1,86%, según el estudio de los investigadores. Podría regir aquí, pues, el refrán de “mal de muchos, consuelo de tontos”.

Comisiones y gestión

Las comisiones explícitas son las que el partícipe paga y aparecen reflejadas en el contrato del fondo como comisiones de gestión, de depósito, de suscripción y de reembolso. A pesar de los nombres que tienen las comisiones, una parte importante de las mismas se destina a gastos de comercialización. Esto se debe a que en muchos fondos de pensiones, los comerciales tienen retribuciones superiores a los gestores.

En España desde octubre de 2014 se establecieron nuevos límites a las comisiones que se pueden cobrar en los planes de pensiones. Actualmente, el límite máximo es del 1,5% (antes 2% anual) para la de gestión y del 0,25% anual para la de depósito. Aunque el estudio pilla años de distintas comisiones, no se aprecia una mejoría sustancial pese a estos recortes obligados por el gobierno.

Pero como indican los profesores, las elevadas comisiones explican sólo parcialmente la pobre rentabilidad de los planes de pensiones. Otra parte se explica por la gestión activa de estos fondos que es aquélla en la que el gestor realiza frecuentemente compras y ventas de manera que cambia la composición de la cartera. “Con los datos que proporcionan la mayoría de los fondos españoles es imposible saber si la gestión activa ha generado valor para sus partícipes, aunque sí que ha generado valor para los departamentos de bolsa que realizaron las compras y ventas de valores (cobraron comisiones que pagaron los partícipes)”. Y añaden: “parece razonable y deseable que los fondos informen a sus partícipes de cuántas compras y cuántas ventas han realizado y de la cuantía de las comisiones que pagaron (la mayoría no lo han hecho). También sería interesante que los fondos proporcionaran el dato de la rentabilidad que habrían obtenido si no hubieran movido la cartera: así sí sabríamos exactamente qué valor aportó la gestión activa”, concluyen.