El oro toma aire tras conocerse la nueva política monetaria de la Reserva Federal de los Estados Unidos. El banco central del país americano ha vuelto a subir los tipos por sexta vez en lo que va de año, instalando la tasa de interés por encima del 4%. La decisión tomada por el organismo liderado por Jerome Powell ha caído con buen pie entre los inversores del metal precioso, el cual ya venía creciendo en las horas anteriores a la reunión de la Reserva Federal.
El oro, pese a ser un activo clásico en el mundo de la inversión, había visto como el estatus de activo refugio que siempre le ha acompañado se diluía en el presente año. Ha sido en los últimos compases del ejercicio cuando el metal precioso ha cogido aire para cerrar 2022 por encima de los niveles con los que empezó el año.
El último dato de IPC de EE.UU., clave para el oro
La jornada del oro ha estado marcada, además de por la decisión de la Fed, por los esperanzadores datos de IPC de Estados Unidos conocidos ayer. La inflación en el país norteamericano parece estar disminuyendo, lo que se traduce en que la política monetaria aplicada por la Reserva Federal está teniendo efecto. Cabe destacar que la Fed ha sido la institución central que ha actuado con mayor agresividad para placar la incesante inflación. El último dato de IPC (7,1%), abría la puerta a una subida de tipos más relajada que las anteriores.
“Una inflación más débil favorece la subida del oro”, apuntan los expertos de ING. Tras la revelación de los datos de inflación de EE.UU. inferiores a lo que esperaba el mercado, el metal precioso alcanzó los 1.820 dólares por onza. Esto, unido a una subida de tipos menor a las últimas que había llevado a cabo la Fed, ha catalizado las ganancias del oro. Cabe destacar que la Reserva Federal se ha salido del carril de las subidas de tipos de 75 puntos básicos. Las cuatro últimas alzas habían sido del 0,75%.
La Fed cumple con las previsiones
El mercado esperaba un alza de 50 puntos básicos y la Fed ha cumplido con los deseos de los inversores. Una subida inferior a las últimas descongestiona el mercado. La cotización actual del oro responde a un parámetro claro que viene desarrollándose en el último mes. La materia prima ha crecido cerca de un 12% en los últimos 30 días. El motivo que explica el ascenso radica en la menor presión inflacionaria de los Estados Unidos.
La inflación estadounidense ha caído desde el 7,7% que marcaba en octubre hasta el 7,1% de noviembre. “Aunque el IPC sigue estando por encima de la banda que la Reserva Federal considera cómoda, su moderación refuerza la opinión de que el punto álgido del ciclo de subidas de tipos podría estar a la vista”, expresan los expertos de ING.
La rebaja de la subida de tipos allana el camino al oro. Por el momento, el metal precioso ya marca máximos de los últimos seis meses. La decisión monetaria da alas a la materia prima y reaviva el interés de los inversores en el oro. Desde que la Reserva Federal comenzó a subir los tipos, las tenencias totales conocidas en Bolsa de oro han caído en torno a 13,2 millones de onzas. “La ralentización de las subidas de tipos podrían invertir la tendencia y ayudar a que el dinero de inversión vuelva a los ETF de oro”, explican los analistas de ING.
El dólar sale mal parado
La cara opuesta la encontramos en el dólar. La divisa estadounidense mantiene las pérdidas con las que inicio la semana. La decisión de la Fed no ha servido para catalizar los ascensos del USD/EUR. Pese a que la subida de tipos de interés refuerza la posición de la divisa frente a sus pares, e incluso frente al resto de los activos de inversión, la política monetaria de la Reserva Federal no ha sido suficiente para levantar al dólar.
La rebaja de las subidas de tipos ha hecho que los inversores presten más atención a otros activos, como el oro. El metal precioso y la divisa estadounidense mantienen una relación inversa, en la que cuando uno sube, la otra baja, y viceversa. En esta particular batalla, el dólar ha dominado durante gran parte de año debido a la buena demarcación que ha tenido frente al euro o la libra. En la misma línea, el oro ha cedido en detrimento del dólar, que ha sido considerado como el mejor activo refugo de 2022.
Esta tendencia parece estar cambiando a escasos días de finalizar el curso. Hay que destacar que el frenazo del dólar no es tan abrupto como para disipar las ganancias anuales. Hoy por hoy, el billete verde mantiene unas ganancias del 6% frente al euro, y un ascenso anual cercano al 9% frente a la libra esterlina. Aún ello, el estancamiento del dólar y, por ende, el crecimiento del oro, puede entenderse como un aviso de lo que está por venir. Sea como fuere, el metal precioso coge aire, se mantiene por encima de los niveles con los que empezó el presente ejercicio y toca máximos de los últimos seis meses.