La pregunta sobre la compra de una vivienda es similar a la de un coche. En el caso de este, la respuesta hace falta encontrarla en si es mejor un diésel o uno híbrido o eléctrico. Y con la vivienda, hay que pensar si la compra es mejor que el alquiler. En definitiva, son preguntas cíclicas que se repiten y los expertos aconsejan encontrar la mejor opción teniendo en cuenta los condicionantes externos o la tendencia global, pero sobre todo, el caso particular de cada persona que se lo plantea.

Esperar unos meses

De entrada, hay un contexto claro: el mercado inmobiliario español ha entrado claramente en una fase de desaceleración, sobre todo con respecto a la vivienda usada. El crecimiento económico más bajo, la subida de los tipos de interés y la reducción del ahorro acumulado durante la pandemia anuncian una reducción de la demanda de viviendas por parte de las familias en el 2023. En este contexto, los analistas esperan un estancamiento de los precios, que se mantendrán en niveles similares al 2022 para volver a crecer moderadamente en el 2024. Así pues, en este sentido, ahora es mejor momento, pero también lo puede mejorar el próximo otoño y empeorar a inicios del año que viene.

Stéphane Genty, agente inmobiliario internacional, concluye consultado por ON ECONOMIA, que "ahora hay que esperar más si tienes que hacer una hipoteca". Y a partir de aquí da dos caminos, con base en la situación personal de cada uno: "Si tienes cash y una buena entrada, sí es un buen momento para hacer una oferta a precios agresivos, pero tienes que disponer de un margen para poder entrar en el juego".

¿Compra para invertir o vivir?

Desde el BBVA también dan las claves para buscar la mejor opción. Las mayores oportunidades se darán en la vivienda usada. Los expertos de BBVA Research consideran que es en este segmento donde el precio puede mostrar alguna corrección en el 2023 y, por lo tanto, existir una oferta más grande que hoy día, cuando es relativamente escasa. Por otra parte, la oferta de vivienda nueva en el 2023 es muy reducida, sobre todo en las zonas donde se concentra la actividad económica. La vivienda nueva se comercializa sobre plano y actualmente prácticamente todo lo que se construye se vende, por lo cual la presión a la baja del precio que podría venir de un exceso de oferta no tiene importancia. Por lo tanto, los que busquen una vivienda nueva tendrán que estar atentos a las nuevas promociones porque la venta será relativamente rápida. Y, en último término, visto el aumento generalizado del precio de la energía, es importante que se tengan en cuenta los criterios de eficiencia energética a la hora de adquirir una vivienda. En este sentido, la vivienda nueva suele ganar la vivienda usada.

En último término, en el 2023, gracias a la acumulación de ahorros durante la pandemia, algunas familias se pueden permitir pagar buena parte de la vivienda (o todo) sin necesidad de recurrir a un préstamo hipotecario. La vivienda se puede convertir así en una alternativa interesante de inversión, vista la escasez de oferta de alquiler en España. Sin embargo, en este punto la incertidumbre entorno la nueva Ley de Vivienda podría estar frenando las decisiones de pequeños y grandes inversores.