"De mayor, quiero ser Youtuber". La frase se cuela en todos los patios de colegio y habitaciones de niños y adolescentes de toda España. Pero el camino hacia el éxito vía redes sociales no es sencillo y lo más probable es no encontrarlo. Un estudio reciente, publicado en Social Media + Society, en el que ha participado el catalán Òscar Coromina, del departamento de Comunicación Audiovisual de la Universitat Autònoma de Barcelona (junto a investigadores de la Universidad de Amsterdam y la de Tecnología de Queensland), pone cifras a una realidad mucho más complicada de lo que parece. Y la conclusión, apunta Coromina, es clara y pesimista: "Hay poquísima gente que se gane la vida con Youtube, y solo una pequeñísima élite que se haga rica. Es más factible ganarse la vida como jugador de fútbol profesional o actor de cine y televisión". En España, tan solo 1.187 personas consiguen ingresos suficientes como para vivir de lo que ingresa en Youtube. Y solo 2.932 que tienen más de 100.000 suscriptores y, por tanto, alguna opción de superar el salario mínimo interprofesional. Los que se hacen ricos se cuentan por pocos centenares.  

"La vida de los youtubers es muy dura", apunta Coromina después de un estudio que les ha llevado cuatro años y con el cual han analizado la actividad en la mayor plataforma de vídeos digitales de más de 36 millones de canales de Youtube, 135.000 de ellos con detalles económicos. "Se trata de un sistema basado en la esperanza. Los youtubers se ven obligados a hacer un vídeo al día para que el algoritmo les posicione, pero muy pocos consiguen ingresos suficientes", apunta Coromina, que insiste en algo no tan obvio para muchos jóvenes como que "la universidad sigue siendo un camino mucho más fiable que las redes". "Un solo canal como RTVE da más trabajo en España que Youtube", sentencia Coromina. Son, de hecho, 6.000 trabajadores en la red pública de radio y televisión, cuatro veces más de los que viven dignamente de Youtube. 

Las cifras muestran un horizonte difícil para jóvenes que quieren ganarse la vida en las redes "y eso que Youtube es pionera en cuanto a monetización", recuerda Coromina, y no es de las que peor paga por visualización, si bien cada vez más creadores están migrando a Twitch, que ofrece la posibilidad de suscripción directa. Youtube monetiza por cada mil visualizaciones (conocidas como CPM) entre 0,23 euros y 3,70, aproximadamente, en función del creador y sobre todo del país desde el cual se emita. Los vídeos tienen publicidad y parte de esta publicidad va destinada al creador. Aunque no existen ingresos por cantidad de suscriptores (la suscripción es gratis y sirve para recibir avisos de los nuevos vídeos), Coromina y el resto de investigadores han elaborado un baremo con el promedio de ingresos directos que tiene cada Youtuber en función de sus suscriptores. Y la realidad no es precisamente la de legiones de jóvenes ganando dinero a espuertas. 

 

 

Los creadores son divididos en varias categorías en función de los suscriptores que tienen. En la primera, Diamond, están aquellos que tienen más de 10 millones de suscriptores, que facturan directamente de Youtube. De media, facturan 1,5 millones de euros (1,7 millones de dólares, según la moneda escogida por los investigadores). Tan solo existen 517 canales en todo el mundo con estos niveles de facturación. Y en España, 28. O sea, que prácticamente tienes las mismas probabilidades de jugar en la plantilla del Barça o del Real Madrid (que suelen tener entre 22 y 25 jugadores) que de ganar más de un millón de euros con Youtube.

Más probable ser un directivo

Las desigualdades por franjas de suscriptores son enormes y, por tanto, las posibilidades de ganarte la vida con esta red social disminuyen drásticamente cuando tienes menos de 10 millones de seguidores. Con todo y con eso, quienes tienen entre uno y diez millones de suscriptores facturan de media 165.892 euros, prácticamente el doble que el salario medio de los directivos en España. Pero si en España hay unos 130.000 directivos de medianas y grandes empresas y 1,2 millones de directores de pymes, tan solo hay 614 youtubers con este nivel de facturación (y 15.000 en todo el mundo). O sea, que hay en España unas 2.117 posibilidades más de ser director de una empresa que de tener un sueldazo a partir de Youtube, porque si nos vamos a la posterior franja, las cifras caen en picado.

Los creadores silver, de entre 100.000 y un millón de suscriptores, facturan de media 15.000 euros (16.346 dólares), o sea, que están por debajo del salario mínimo. De estos, tan solo existen 2.270 en España, con lo cual teniendo en cuenta que hay 20 millones de afiliados en España, existen 10.000 posibilidades más de tener un contrato que de ganarse la vida con Youtube. En todo el mundo, existen 138.384 youtubers en esta franja, por lo cual, si sumamos todos los Youtubers que se acercan o superan el Salario Mínimo Interprofesional español, tan solo existen 147.770 en el mundo, cifra algo superior a los 115.000 ocupados que hay actualmente en L'Hospitalet de Llobregat. Sí, hay casi tantos trabajadores en el Hospitalet como Youtubers viviendo de ello en todo el mundo. Y bastantes menos que en Valladolid, donde hay 200.000 ocupados. 

 

 

En medio de esa franja, los investigadores cifran en a partir de medio millón de seguidores los que se ganan la vida de esto. Y en España tan solo hay 1.187. Por debajo, cifras en las que el estudio no ha profundizado a nivel español, tenemos a 769.000 aspirantes que facturan unos 2.000 euros al año con entre 10.000 y 100.000 seguidores, y 3 millones y medio de canales que, con entre mil y 10.000 suscriptores, tan solo ganan de media 295 dólares (271 euros) al año. 

Ingresos alternativos

La situación lleva a que, irremediablemente, incluso Youtubers con gran incidencia busquen ingresos alternativos. De hecho, la cifra de Youtubers que se ganan la vida gracias a su actividad en las redes seguramente sea mucho mayor si contamos sus otras actividades. Muestra de ello la da Roc Massaguer o Outconsumer, youtuber catalán con 783.000 suscriptores, que estaría en la franja silver, pero que asegura cobrar "tres veces más" de lo que cobraría en una redacción (es licenciado en periodismo) con su actividad. Ahora bien, sus vías de monetización no son esencialmente Youtube, y de hecho, cada vez apuesta más por los directos de Twitch. 

Massaguer cuenta a ON ECONOMIA que existen básicamente cinco vías de monetización para los creadores de contenido. La primera son las visitas a los vídeos, "no tienes control de cuántos anuncios ni de cuánto se paga por anuncio, pero sí que sabes que cobras más cuanto más gente vea tu vídeo". La segunda son los espónsores y 'product placement', "es donde la gente hace más dinero y donde controlas el dinero que recibes y puedes negociar". El tercero, el merchandising (libros, camisetas...) que produces de tu contenido, el cuarto encargos profesionales como charlas o, en su caso, tertulias y programas de televisión y el quinto suscripciones de otras plataformas de pago como Twitch o Patreon. 

"La inmensa mayoría de gente no puede ganarse la vida de internet", alerta el propio Massaguer, "son muy pocos, pero muy visibles, por eso tenemos la sensación de que son muchos", añade confirmando la tesis del estudio de la UAB. "Yo no puedo vivir tan solo de lo que genero de internet. Para muchos es un sobresueldo, una plataforma que te abre puertas o un escaparate para ponerte en contacto con sectores", completa. Una crudeza que muchos jóvenes, de entrada, no perciben.