Poco tiempo después de se abriera al público el Chat GPT, herramienta de inteligencia artificial que responde preguntas y es capaz de crear contenidos, Dídac (nombre ficticio) tuvo una idea. Vio un post en LinkedIn que decía: “Tu trabajo no te lo quitará la Inteligencia Artificial, sino una persona que use Inteligencia Artificial”. Así que decidió adelantarse y utilizar esta herramienta para redactar planes de proyectos creativos. “Ahora, siento que tengo alas, como si tuviera un cerebro más”, exclama. Mientras las principales tecnológicas del mundo intentan posicionarse en la carrera por la Inteligencia Artificial, trabajadores y empresas ya están utilizando estas herramientas para la generación de contenido y la toma de decisiones.

Trabaja en el departamento creativo de una empresa en expansión y, ante el ritmo frenético que le imponen, probó a que Chat GPT le hiciera el primer redactado para un proyecto que tenía que presentar. “En unos pocos minutos, tuve un primer proyecto sobre el que trabajar. Si hubiera tenido yo que seleccionar qué datos buscaba, qué ideas, después escogerlos, hubiera tardado horas, tal vez días”, explica. 

Eso sí, Dídac aclara que “al contenido que te da la Intelencia Artificial hay que darle unas capas, sumarle tu mano humana, tu talento”. No puede presentar tal cual el contenido como se lo ha redactado la Inteligencia Artificial, porque “un 30 o 40% de las cosas que te cuenta son obvias o no tienen sentido”. Una de las particularidades de estos sistemas avanzados de Inteligencia Artificial generativa, o sea que genera contenidos y no solo recoge datos, es que aprende de lo que va interactuando con el usuario.

Dídac no quiere desvelar su identidad porque incluso en su trabajo prefiere mantener “en secreto” que utiliza aplicaciones de Inteligencia Artificial. “No digo que lo uso. Si lo saben mis compañeros querrán usarlo también o me dirán que hago trampa, porque es como meterle un complemento a un motor de un coche de Fórmula 1, aunque no hay una regla clara que diga que lo que hago está bien o mal”, explica, y añade que se siente “dopado”, porque va más rápido que el resto. “También pienso que como voy mucho más rápido que el resto, se acostumbrarán y me pedirán más. Así que intento darme calma, voy más rápido, pero no acelero tanto las entregas”, reconoce. “Además, quiero darme un tiempo para ver si realmente me gusta trabajar con esta herramienta. 

Dídac es una mente inquieta que siempre ha intentado experimentar, tanto en la imagen como en el sonido, ámbitos que domina en campos aún por explorar, y ha llevado parte de su experimentación a sus trabajos. Apasionado por las intersecciones entre arte y tecnología, compara la Inteligencia Artificial al autotune, recurso digitalizador de la voz que utilizan sobre todo en la música urbana. “Cuando salió mucha gente dijo, ¿Qué es esto? Esto no es voz”, recuerda. 

El valor del contenido

Y eso le lleva a hacerse una pregunta: “Si un contenido lo ha hecho una Inteligencia Artificial vale menos, aunque sea buen contenido?”. Para dosificarse un poco y no ir a una velocidad tan descaradamente superior a sus compañeros, Dídac decidió dejar durante unos días el Chat GPT-3. "Me está costando, porque voy mucho más lento y el ritmo de trabajo es muy elevado", explica. El principal aliciente de Dídac para usar Inteligencia Artificial es el ritmo de trabajo, pero también le estimula creativamente. "Encuentras ideas frescas, diferentes, es como hablar con alguien recién levantado en su día más creativo y enérgico. Te da ideas que tú no tienes", compara.  

"Me gusta romper los esquemas sobre cómo se utilizan las cosas. A la Inteligencia Artificial se le puede preguntar cómo presentar algo de manera más creativa, como darle una vuelta. Yo luego lo tengo que reinterpretar, pero maneja datos de mucha envergadura a los que yo no podría llegar. Por ejemplo, si me hace un redactado sobre un tema yo le puedo pedir que lo combine con conceptos ecológicos, decirle que le dé un tono más agresivo, mil cosas diferentes", desarrolla. En tiempos de falta de referentes, para Dídac las conversaciones y creadores de contenido de Inteligencia Artificial funcionan "como un maestro o un profesor de Universidad". 

Más allá de creadores de contenido como Dídac, los chats de Inteligencia Artificial están empezando a ser usados "para definir planes de producto, planes de proyecto y para crear contenidos a nivel de presentaciones y correos electrónicos y mensajes para clientes", según explica Jordi Damià, ingeniero de Telecomunicaciones, CEO de Setesca, consultor de Tecnologías de la Información y profesor de EADA. "Sirve para mejorar el rendimiento, pero aún no tenemos métricas para saber hasta qué nivel", defiende Damià. 

Núria Oliver, doctorada en Ciencias Computacionales, Machine Learning e Inteligencia Artificial, apunta a que el gran cambio que aportan estas nuevas tecnologías de Inteligencia Artificial es a que utilizan "métodos generativos, que en lugar de interpretar datos que ya existen son capaces de generar contenido por sí mismos, ya sea música, audio o vídeos", utilizando datos y contenido creado anteriormente y aprendiendo de nuevas interacciones. "Hasta ahora solo los humanos podíamos escribir texto, es la primera vez en la historia que una entidad no humana puede generar contenidos", advierte. "Los programadores también están utilizando estas aplicaciones para crear códigos y mejorar su productividad", añade Oliver, que avisa de que "la Inteligencia Artificial afectará a casi todos los sectores y toca reinventarse y redefinir los trabajos". 

Hemos preguntado también a Chat GPT-3 en qué trabajos puedo usar esta herramienta y esto es lo que nos ha respondido: 

"ChatGPT es un modelo de lenguaje desarrollado por OpenAI que puede ser utilizado en una variedad de aplicaciones y tareas. Algunos de los usos más comunes de ChatGPT incluyen:

Generación de texto: ChatGPT puede ser utilizado para generar texto en base a un prompt o contexto dado, como descripciones de productos, resúmenes de noticias, etc.

Conversational AI: ChatGPT puede ser entrenado para responder a preguntas en un diálogo humano-como, lo que lo hace ideal para aplicaciones como chatbots, asistentes virtuales y sistemas de atención al cliente.

Traducción automática: ChatGPT puede ser utilizado para traducir texto de un idioma a otro.

Summarization: ChatGPT puede ser utilizado para resumir textos largos en un formato más corto y conciso.

Análisis de sentimientos: ChatGPT puede ser entrenado para categorizar el tono o sentimiento expresado en un texto dado.

Estos son solo algunos ejemplos de cómo ChatGPT puede ser utilizado en diferentes aplicaciones y tareas. En general, la capacidad de ChatGPT para generar texto en base a un contexto dado lo hace versátil y útil en una amplia variedad de usos".