Tres de cada cuatro pymes (el 74,6%) ha descartado la implementación de la jornada laboral reducida de cuatro días, sin rebajas de sueldo a sus trabajadores, como una opción para atraer y retener talento, frente al 25,4% restante que sí considera esta opción, según un informe de la aseguradora Hiscox.

En el estudio, difundido este martes, se recuerda que el Gobierno español puso en marcha en abril de este año un plan piloto con subvenciones de hasta 200.000 euros para promover en las empresas la reducción de la jornada sin recortes salariales, pero el 54,8% de las pymes encuestadas desconoce este incentivo.

De acuerdo con este informe, que usa datos de 2023, la medida gubernamental no ha interesado a la mayoría de empresas, ya que un 60,5% de aquellas pymes que sí conocen la medida (44,4%) no la solicitará y un 45,2% no la considera atractiva. De hecho, solo el 8,5% considera "interesante" el incentivo, de los que un 80,5% la solicitará.

Reto para las pymes

Desde Hiscox han señalado que el modelo de la semana laboral de cuatro días supone un "gran desafío" para las compañías que deseen implementarlo. Además, en el caso de las pymes, con menos personal y menor presupuesto que las grandes corporaciones, este reto es todavía mayor.

Así, el 66,3% de estas empresas está recurriendo a otros beneficios para atraer y retener el talento. De ellas, el 76,6% ofrece flexibilidad horaria, el 30,9% facilita el teletrabajo, el 23,1% brinda planes de formación y un 14,1%, seguros de salud.

El director de Distribución y Ventas de Hiscox España, Miguel Ángel Aguilar, ha señalado que en el contexto actual, marcado por la crisis climática y la reordenación de las prioridades de los trabajadores, "se necesita de un nuevo modelo productivo y empresas que conciban el bienestar de los trabajadores como parte de su propósito".

El experto ha añadido que la semana laboral de cuatro días responde a este desafío, "pero a la vez plantea nuevos retos" para las pymes del país. Hiscox ha realizado el estudio a través de una encuesta a una muestra de 400 personas que han afirmado ser directivos de pymes, en territorio español, de hasta 250 empleados y hasta 50 millones de euros de facturación.