Procedente del sector público, en noviembre de 2023, Jordi Cabrafiga asumió la dirección general del centro tecnológico Leitat con el objetivo de afianzar su apuesta por la investigación aplicada. "Leitat es un centro tecnológico para ayudar a las empresas de Catalunya, de España y de todo el mundo, pero desde Catalunya", defensa Cabrafiga en esta entrevista con ON ECONOMIA, cuando se le pregunta por la posibilidad de abrir una sede en Madrid. Aterrizó en Leitat en marzo de 2023 como director de Crecimiento Estratégico y Asuntos Gubernamentales, para impulsar el crecimiento estratégico de la entidad. Desde la dirección general ha abierto nuevas vías de colaboración y ha iniciado una nueva etapa para consolidar la institución y ejecutar el nuevo plan estratégico 2024-2026, después de una reorganización -con desinversiones incluidas y ajuste laboral- y la inyección directa de la Generalitat con 9,8 millones de euros. Cabrafiga quiere remarcar la importancia que cualquier empresa mínimamente industrial o tecnológica, independientemente de su dimensión, "es importante que innove para ser más competitiva".
¿Las empresas son conscientes de este hecho y de que Leitat está aquí para ayudarlas?
En un mundo tan competitivo como el de ahora, con unos players internacionales [los Estados Unidos y China] que apuestan mucho por la tecnología y la innovación, en Catalunya, España y Europa o se apuesta por la innovación o nos quedaremos anclados en esta lenta decadencia que menciona Draghi en sus informes. Nos convertiremos en un país únicamente de turismo de sol y playa, con una economía nada competitiva.
Quizás la industria catalana, generalmente pyme, considera que hacen falta muchos recursos para innovar y que no los tiene. ¿Qué piensa?
En 2024, Leitat ha colaborado y desarrollado proyectos con 622 empresas, y tres cuartas partes de estas son pymes. Eso demuestra que realmente hay muchas pymes que apuestan por la innovación, pero todavía hay mucho potencial para crecer. Todas las empresas pueden innovar, y tienen que innovar, pero seguramente son las pymes las que tienen mayor dificultad a la hora de innovar, porque no tienen departamentos de I+D lo bastante grandes o porque no tienen la capacidad financiera para hacerlo. Pero ante eso, que quizás es una realidad, tengo que decir que la inversión media de los proyectos que emprendemos en Leitat es de 35.000 euros. En 2024 cerraremos con una facturación de casi 42 millones de euros. Es cierto que hay proyectos de tamaño dispar, que van de los mil euros a un millón y medio o más millones, sin embargo, la media no es ninguna cifra elevada. La mayoría de los proyectos no son caros, pero la empresa debe tener un cierto pulmón para abordarlos. Eso dice mucho del perfil de empresas para las cuales trabajamos.
La inversión media de los proyectos que emprendemos en Leitat es de 35.000 euros
Por lo tanto, ¿la industria no tiene porqué tener miedo a invertir?
No solo la industria tiene que ponerse las pilas para innovar; también el sector servicios. Además, no es solo el hecho de invertir, sino el porcentaje de los ingresos que se destina a I+D. Las empresas de biotecnología chinas, por ejemplo, están reinvirtiendo un 25% de sus ingresos en investigación y desarrollo. Está claro que si destinas una cuarta parte de tus ingresos a ganar competitividad es inversión para hoy y éxito para el mañana.
¿Qué hace falta, pues, para convencerlas?
Hay dos elementos clave. Por una parte, tener un socio tecnológico que ayude a la empresa a innovar. Por otra parte, también hace falta apoyo en el ámbito financiero. Por eso es importante que desde el sector público se espolee la cofinanciación de proyectos innovadores. Ya sea desde el CDTI, el Ministerio de Ciencia, o la misma Generalitat a través de Acció o el departamento de Recerca.
Eso, que parece fácil, en el caso de los fondos Next Generation ha despertado las críticas de las empresas que han abandonado por la excesiva burocracia.
Hay un determinado discurso que apunta que los Next Generation no han acabado de llegar al tejido competitivo, tal como pretendía el Estado. Cierto. Nosotros lo que podemos aportar a este debate es que, desde Leitat, hemos desarrollado 58 proyectos y hemos captado 23 millones de euros de los Next Generation. No obstante, y más allá de los Next Generation, la primera herramienta que tiene la Comisión Europea para fomentar la competitividad de las empresas y la industria son los Programas Marco. Ahora está vigente el Horitzon Europe, el Programa Marco de Investigación e Innovación de la Unión Europea para el periodo 2021-2027, pero a partir del 2028 tendremos el décimo Programa Marco, dotado con 175.000 millones de euros. El siguiente Horizon Europe (2028-2034) se basará en cuatro pilares para dar apoyo a la investigación de vanguardia y la innovación, atraer y fomentar el talento investigador, impulsar la colaboración internacional y conectar la ciencia con la sociedad. Y esta sí que es, realmente, una apuesta importante por el tejido económico productivo. Pero, como decías, efectivamente ha habido muchas pymes que no han tenido acceso a proyectos de Next Generation.

Pero no creo que todo sea responsabilidad de la empresa. ¿La administración la apoya suficientemente?
En este país, por suerte, ha habido una gran inversión en investigación básica. Somos referentes en Europa en investigación básica, porque las diferentes administraciones han creído en ello. Pero, desgraciadamente, esta apuesta decidida no se ha tenido en el ámbito de la mejora de la competitividad de las empresas; en el ámbito de la innovació aplicada. Eso se ve reflejado en los diferentes presupuestos públicos de todas las administraciones y, por lo tanto, en la promoción de la innovación. De manera que Catalunya ha invertido mucho en investigación básica, pero no ha favorecido lo suficientemente la innovación industrial. Por lo tanto, hacen falta más ayudas a las empresas para que mejoren y sean más competitivas, desarrollen productos o servicios tecnológicos avanzados y, por lo tanto, generen más y mejores empleos.
¿Y esta ayuda tiene que ser de tipo fiscal?
Esta ayuda puede tener alcance fiscal, pero también puede darse en la vertiente de las subvenciones. Cualquier ayuda es buena si está orientada a que las empresas desarrollen proyectos competitivos. Lo que sí que creo firmemente es que la ayuda nunca puede ser del 100% del proyecto. Aunque eso quiera decir tardar más en hacer el desarrollo del proyecto, las empresas tienen que poner de su parte. La ayuda a las administraciones es clave para que las empresas sean más competitivas, adquieran nuevos equipamientos e infraestructuras, etc.
Leitat tiene contacto directo con la empresa. ¿Han detectado si hay un impacto positivo del plan de reindustrialización?
El plan de reindustrialización afecta a unos sectores y empresas muy concretos. Es difícil valorar su impacto, porque en Leitat abarcamos todo tipo de empresas y de sectores, no solo la industria pura y dura. Estamos desarrollando proyectos en más de 40 sectores. Por lo tanto, lo que sí que captamos es que todo el mundo está haciendo un esfuerzo.
¿Un esfuerzo para que la industria catalana vuelva a ser el motor económico de España?
Estamos haciendo un esfuerzo, pero según mi opinión, hoy por hoy, insuficiente. No porque no apostemos por ello, sino porque no apostamos como lo hacen otros países, otros continentes. Sobre todo los dos grandes gigantes tecnológicos, China y los Estados Unidos. No hay comparación con su apuesta por la industria, por la tecnología... Queda claro que ni Catalunya, ni Europa, está haciendo esta apuesta. Con el décimo Programa Marco de la UE se puede revertir esta situación porque se ha incrementado un 80% el presupuesto para la mejora de la competitividad de las empresas y del tejido económico.

¿Qué contribució hará Leitat?
Las empresas llaman a la puerta de Leitat con proyectos concretos y objetivos tangibles. A diferencia de la investigación básica, la investigación aplicada tiene una extrema concreción. Ayudamos a las empresas desde tres vertientes diferentes. Primero porque hacemos proyectos de innovación y desarrollo ya que como centro nos capacitamos con infraestructuras y tecnología competitivas, con una inversión anual que en 2024 ha sido de 2,5 millones de euros. La inversión también favorece a nuestros investigadores -tenemos un equipo de 400 profesionales con altas capacidades tecnológicas y científicas- para que puedan plantaer proyectos. Eso nos permite estar siempre liderando el conocimiento. Es decir, simplificándolo mucho, nosotros actuamos como un centro de I+D externo de la empresa, por eso la propiedad intelectual es siempre de la empresa que nos plantea el reto o problema.
¿Cuáles son estos retos?
Cada vez más se demuestra que en una empresa pequeña, como en una empresa grande, los proyectos no se pueden abordar en solitario. Eso sucede porque para sacar adelante una innovación se necesita abordar y resolver muchas vertientes y eso solo se puede hacer con un equipo multidisciplinar, que ni las grandes empresas tienen. El otro rasgo que nos diferencia es que nos dedicamos a la investigación aplicada, a diferencia de la investigación básica, a través de ensayos de laboratorio y certificaciones, que es el origen de Leitat. Podemos dar apoyo a toda la cadena de valor de las empresas, desde la idea inicial hasta el prototipaje, testeo y la certificación final. No entramos nunca en la producción y comercialización. Tenemos más de 16.000 metros cuadrados de laboratorios destinados a varias disciplinas, y repartidos en diversos espacios en Catalunya.
Nos queda el tercer elemento.
El tercer elemento a destacar es que tenemos un equipo, con una cincuentena de profesionales, para ayudar a las empresas a obtener recursos competitivos y subvenciones para cofinanciar sus proyectos de innovación e investigación. El equipo conoce todas las convocatorias de financiación pública.
¿Qué retos tiene la pyme catalana?
Cuando vienen las empresas no solo tienen un reto en un campo tecnológico, sino que necesitan muchos campos para abordarlo. Hoy en día no hay proyectos que sean de un solo campo tecnológico. Son proyectos multidisciplinares. De hecho, en el área de IA, los proyectos que recibimos no son estrictamente de IA, sino de muchas otras cosas.
¿Cómo hay que medir la importancia de la inteligencia artificial?
Parece que únicamente se habla de inteligencia artificial, pero es que será, de hecho es, uno de los grandes booms de la historia. La civilización ha tenido diferentes épocas a lo largo de su historia. La irrupción de la inteligencia artificial será uno de estos grandes cambios de época para la humanidad. Por eso Leitat se ha organizado en cinco grandes ámbitos de conocimiento. Somos el tercer centro tecnológico de España, con una dimensión y una estructura de gobernanza como centro privado sin ánimo de lucro, que nos permite tener mucha agilidad y flexibilidad a la hora de tomar decisiones. Actualmente, estamos trabajando con más de 2.100 empresas e instituciones en diferentes proyectos. Trabajamos en 95 proyectos europeos del noveno Programa Marco de la UE, de los cuales, 24 están coordinados por Leitat. Eso además de 700 proyectos de ámbito estatal. Haciendo un balance de los últimos 10 años, hemos participado en más de 300 proyectos europeos; hemos desarrollado más de 3.400 proyectos de I+D y más de 88.000 ensayos y certificaciones; y tenemos una sesentena de patentes.
¿En qué se traduce eso?
En un gran reconocimiento internacional. Somos el 14.º centro tecnológico del mundo en captación de fondos europeos. Además, somos el tercer centro tecnológico con captación de fondos europeos del Estado español.
¿Abrirán una sede a Madrid?
El objetivo de Leitat es ser un centro tecnológico para ayudar a empresas de Catalunya, de España y de todo el mundo, pero desde Catalunya. Nosotros precisamente recibimos una parte de ayudas del Govern, desde Acció, y lo que es lógico es que estas ayudas lleguen a las empresas de Catalunya, a las cuales acompañamos. No tendría sentido, según mi opinión, irnos ni a Madrid, ni a Málaga, ni a otros lugares. En Catalunya tenemos el conocimiento suficiente como para tener que ir fuera.
¿Y cómo justificamos el centro que tienen en València?
El centro de València es un espacio, con tres profesionales, para tener acceso a unos equipos y laboratorios especializados en biomedicina, que únicamente existen en el Biopol de la Fe.