Jaume Guardiola (Barcelona, 1957) vive las últimas semanas como presidente del Cercle d'Economia, ya que está previsto que a finales de junio deje el cargo tras los tres años que dura. Lo hará con una agenda intensa, después de presentar una nota de opinión este lunes y de celebrar su última reunión anual, bajo el título ‘Europa: wake-up call’. El tema, pues, está claro: Europa y una llamada a su reacción ante Donald Trump y las amenazas globales. Sin embargo, no podíamos empezar hablando de otra cosa que no fuera el apagón de este lunes.

¿Qué efecto tiene un apagón como el que vivimos el lunes en la economía?
Hoy [martes] no todo está funcionando, Rodalies tampoco, por tanto la productividad de un día como este será menor que la de un día habitual. Pero es solo un día, la incidencia será relativamente pequeña. Lo que hace es poner mucho en valor las interconexiones. Enrico Letta nos dijo que hay que culminar el mercado único y que hay algunos sectores que no están totalmente integrados, como la energía, porque falta una interconexión de toda Europa que le dé más escala. Pero nos salvamos mucho por las interconexiones y, por tanto, eso es un factor muy importante. Y hay que decir que la recuperación ha sido muy rápida.

Jaume Guardiola Cercle d'Economia 6. Pau de la Calle

Han elegido como título para la reunión anual ‘Europa: wake-up call’. ¿Despertar de qué?
‘Europa: wake-up call?’, con interrogante. Porque es muy difícil de traducir, se puede traducir como despierta, como toque de atención, y al final decidimos dejar la palabra en inglés. El interrogante lo que quiere decir es que ante una cierta crisis existencial, Europa tiene que reaccionar y no sabemos si lo hará, con el riesgo de caer en la irrelevancia y ser un territorio muy dependiente de otras superpotencias. Teníamos claro el tema, después de la reunión del año pasado, pero el advenimiento de la administración Trump nos ha puesto un poco más ante el espejo. Cosas que ya eran obvias, ahora son urgentes. Pero no queremos que esto sea hablar de Trump, que se hablará, sino hablar de Europa y de su crisis existencial.

¿Ya no podemos confiar en Estados Unidos?
La relación con Estados Unidos debe replantearse. Evidentemente deben mantenerse todos los canales abiertos, las afinidades culturales entre Estados Unidos y Europa Occidental son muy profundas. Se atribuye mucho a Donald Trump, pero la realidad viene de más lejos. Ya desde la época de Obama, se nos dijo a los europeos que el eje de la geopolítica americana pivotaba hacia Asia Pacífico, y eso ya era una señal de advertencia. La expresión máxima es la OTAN, esta dependencia tan absoluta de Estados Unidos. Por tanto, la relación debe replantearse y eso obliga a Europa a abrirse a más canales en este mundo multipolar, con otras potencias como China, pero también con todas esas potencias de lo que se llama el sur global u otras, como Canadá. Tenemos que ver cómo somos capaces de crear relaciones múltiples basadas en la confianza y que generen acuerdos, comerciales y de todo tipo.


Hablando de acuerdos comerciales: ¿cree que habrá acuerdo entre la UE y EE.UU.?
Sí. La guerra comercial, que ha tenido estos altibajos, aunque hay unos aranceles nuevos que están vigentes, se irá calmando, porque las consecuencias que tiene sobre la economía americana son muy grandes y creo que la presión que está teniendo, supongo, el gobierno americano, del mundo empresarial es importante. Hemos visto los mercados cómo han reaccionado. Habrá un efecto negativo porque está claro que entramos en una fase arancelaria, pero no creo que sea una guerra creciente que acabe representando un impacto económico muy profundo.

¿Debemos fortalecer las relaciones comerciales con China?
Sí, con China y con todos aquellos países y regiones que tengan ganas de construir relaciones de confianza. El mundo ha cambiado, es multipolar, hay muchos países importantes que no quieren entrar en la dinámica de la ley del más fuerte entre Estados Unidos y China, sino que quieren construir su propia posición. Y en este sentido, Europa debe abrirse. Que ya lo está, y en parte ha sido una vulnerabilidad, porque Europa se ha beneficiado de la globalización y la apertura, y ahora estamos sufriendo esta desglobalización, esta regionalización que estamos viviendo.

“La inmigración es muy importante, y puede ser una oportunidad o un problema. Debe abordarse desde el centro político”

El lunes presentaron la nota de opinión que enmarca la reunión y dan varias recetas a Europa. Una es la defensa.
Estábamos amparados bajo el paraguas americano, y ahora Europa tiene que buscar los mecanismos para tener una seguridad propia. Esto significa invertir más recursos, que dentro de la OTAN, que es nuestro espacio natural, no sea tanto una presencia de muchos países miembros sino de Europa como bloque. Y es importante no solo el incremento del gasto, sino también que este gasto sea un poco más coordinado. Esto significa ceder soberanía, que siempre cuesta, pero es una apuesta que debe ser formulada en términos casi de supervivencia.


Otra receta es la inversión en tecnología. Con la IA, potencias como EE.UU. y China, pero también Taiwán, ¿hemos perdido un poco el tren?
Sí, hemos perdido un poco el tren. Nos hemos quedado un poco con tecnologías industriales, muchas de origen alemán, y nos hemos quedado fuera del tren de la digitalización, lo hemos perdido. No en su incorporación, porque hemos tenido acceso y las empresas se han digitalizado, pero sí en la construcción de grandes campeones digitales. Lo que pasa es que con el tema tecnológico y con la inteligencia artificial, es tan disruptivo que permite incorporarte en determinados momentos, no acabas de perder el tren nunca. El caso de DeepSeek u otros casos nos demuestran que realmente estas disrupciones permiten en un determinado momento que nuevos jugadores entren. Aquí la clave, un poco, es ser capaces de que la ciencia que se produce en Europa, que es una ciencia de primer nivel –Europa tiene un capital humano altísimo–, se convierta realmente en innovación en el mundo empresarial.

¿Ve una oportunidad?
Creo que tenemos una cierta oportunidad, el wake-up call también se puede interpretar como oportunidad, porque esta erosión institucional americana, especialmente en el mundo de la ciencia y de las universidades, puede provocar la capacidad de atraer talento. El talento que quiera salir de Estados Unidos porque no se adapta a este nuevo entorno, debe venir a Europa, porque es un espacio de libertad, con unos valores que seguramente son más coherentes con mucha de esta gente. Tenemos una buena oportunidad también de acortar esta brecha tecnológica con Estados Unidos.

Jaume Guardiola Cercle d'Economia 4. Pau de la Calle

Dentro de Europa, Catalunya tiene una buena posición para subirse al tren. ¿Cree que vamos por buen camino?
Sí, yo creo que sí. Todas las recetas de Draghi aplican un poco a Catalunya. Catalunya es como un pequeño sistema completo: tiene todos los sectores, tiene centros tecnológicos, tiene una buena universidad, una buena ciencia, tiene el supercomputador, tiene sectores como el biotech o el mundo digital, que están avanzando muchísimo. Si tuvieras que decir una región que pueda ser representativa de lo que es Europa, dirías Catalunya, y alguna otra. A veces criticamos mucho a los políticos, y seguramente con razón, pero si nos fijamos en toda la apuesta que ha hecho Catalunya por la ciencia, que la clave ahora es convertirla en innovación, viene de muy lejos, ha superado administraciones de todo signo, y ha habido un cierto respeto por parte de todos los gestores políticos por estas apuestas a largo plazo que se hicieron en su día, muy ligadas a la figura de Andreu Mas Colell. Yo creo que eso es una buena señal. Ahora cuando miramos el plan del president Illa, que es un plan del Govern actual, muy de acción, de hacer cosas, tiene muchas iniciativas que empezaron con administraciones anteriores y que se han respetado. Eso es algo que yo creo que los ciudadanos valoran muchísimo, no poner el contador a cero cada vez. Por tanto, yo sí creo que en estos momentos las cosas se están haciendo bien. Me gustaría que todo se hiciera con más apoyo legislativo. Tener un Govern sin presupuestos y con unas mayorías tan variables y tan justas, digamos, no es una buena señal.


Siguiendo con las recetas de la nota, justo en un momento en que a nivel político el debate sobre la inmigración está en auge, apuestan por la inmigración.
Sí, para nosotros es obvio. Es muy difícil, desde cualquier visión económica, negar que hace falta la inmigración. Es muy importante, puede acabar siendo una oportunidad o un problema, que es central en España, en Catalunya, y que debe abordarse desde el centro político. Uno de los grandes errores de los partidos políticos de centro ha sido ceder este debate a la extrema derecha o cediéndolo incluso a la izquierda más radical, que se ha instalado un poco en el buenismo. Es un tema central que requiere el compromiso de los partidos de abordarlo, y de abordarlo de forma conjunta. Para nosotros, debe hacerse un acceso de la inmigración más ordenado, más planificado, y que una vez el inmigrante está incorporado a la economía, debe hacerse su regularización muy rápidamente, porque desde todos los puntos de vista, económico y social, es la manera de ser más eficiente.

La semana que viene se celebra la reunión, es su última reunión, porque a finales de junio termina su mandato. ¿Qué valoración hace de estos tres años al frente del Cercle?
Yo creo que ha sido un mandato en el que la actividad del Cercle ha sido muy alta y creo que hay cierta satisfacción del socio por este volumen de actividad y de oferta. Hemos hecho notas que han sido complejas en su elaboración, pero que han influido o que han sido realmente muy comentadas. Hemos estado en permanente interacción con los agentes económicos y políticos y hemos conseguido lo que pretendemos, que es participar en el debate público e influir. Hemos hecho reuniones que han sido muy bien reconocidas. Y yo creo que también es importante que la visión que tenemos, que es la de que el Cercle evolucione hacia un posible think tank, el lanzamiento del IPI, la Iniciativa por la Productividad y la Innovación, que sí será think tank, o sea que será capaz de generar conocimiento, es un embrión de este proyecto de extensión del Cercle d'Economia. La clave es que tú heredas un legado, un legado que viene de muy lejos, y lo que hay que intentar es pasárselo al sucesor con las mejores condiciones posibles.

"Hace falta una reflexión profunda sobre si realmente se está haciendo una buena valoración de los efectos sobre la competencia de la opa del BBVA al Sabadell"

Dejará el legado, si no hay sorpresa, a Teresa Garcia-Milà. ¿Cree que será continuista?
Teresa es vicepresidenta, es una persona muy vinculada a la casa, tiene el aprecio y el reconocimiento de la Junta, de los expresidentes, y creo que será una gran presidenta.

Una de las consecuencias del apagón del lunes fue que no se pudo reunir la CNMC para decidir sobre la opa del BBVA al Sabadell. ¿Qué cree que hará?
Ellos están haciendo el análisis de si realmente hay un problema de competencia. El BBVA ha propuesto unos remedies, el Sabadell otros, más exigentes. Yo creo, sin necesidad de hacer un análisis muy analítico, que sí que hay un problema de competencia. Para el mundo de la empresa, las empresas medianas, cuyo financiamiento es exclusivamente bancario y que utilizan más de un banco, la desaparición de un jugador con oferta de banca de empresas completa y dejando el mercado solo en manos de tres, creo que tiene cierto riesgo de que se estreche la liquidez, y puede provocar dificultades de acceso al crédito. Por eso tanta queja del sector empresarial. Foment y Pimec, que tienen contacto directo con sus afiliados y por tanto saben exactamente la realidad del problema, han hecho manifestaciones muy contrarias, que yo creo que invitarían a una reflexión profunda sobre si realmente se está haciendo una buena valoración de los efectos sobre la competencia.