Ryanair estrenará una nueva ruta directa entre el aeropuerto de Girona-Costa Brava y Bucarest, la capital de Rumania. Entre el 26 de octubre y el 27 de marzo, coincidiendo con la temporada de invierno, la compañía irlandesa de bajo coste operará esta ruta con una frecuencia de tres vuelos semanales, cada lunes, viernes y domingo.
No es la primera vez que se programan vuelos directos entre Girona y Bucarest. Esta ruta se operó por primera vez en 2013, pero no fue Ryanair, sino la húngara Wizz Air.
Más de una década después, Ryanair recuperó este invierno la ruta entre Girona y Bucarest después de detectar que existe demanda. La compañía irlandesa es la principal operadora del aeropuerto Girona-Costa Brava, hasta el punto de acaparar cerca del 100% de sus vuelos en la temporada de invierno.
Precisamente, Ryanair fundamenta su crecimiento desde el aeropuerto Girona-Costa Brava en las rutas hacia países de la Europa del Este. Así, desde el 30 de marzo, conecta con vuelos directos con el aeropuerto de Ostrava, en la República Checa, con dos frecuencias semanales, los martes y los domingos. Desde el 31 de marzo, también vuela, cada lunes y viernes, a Lublin, la séptima ciudad polaca con la cual está conectada desde Girona (las otras son Cracovia, Gdansk, Katowice, Poznan, Varsovia y Wroclaw). Y también desde el 31 de marzo, con Sarajevo, la capital de Bosnia, cada miércoles y sábado.
Esta temporada de verano, el aeropuerto de Girona-Costa Brava ha conectado con 49 aeropuertos, dos más que en el mismo periodo del año pasado, de 15 países. Entre las nuevas rutas que se han estrenado esta temporada se enuntra la conexión con Budapest, la capital de Hungría, que empezó a operar la compañía húngara de bajo coste Wizz Air, con dos vuelos semanales, los martes y sábados.
Por otra parte, después de que se hiciera público que Ryanair premia a sus empleados con un complemento a la nómina si detectan maletas que sobrepasan las medidas, el fundador y CEO de la compañía, Michael O'Leary, dio este agosto un paso más: ha anunciado que subirá de 1,5 a 2,5 euros la prima que reciben los tripulados de cabina por cada maleta detectada. Además, si estaba estipulado que esta gratificación no podía superar los 80 euros mensuales por trabajador, a partir de ahora no habrá límite.
Cuando detectan una maleta de dimensiones supriores a las establecidas, Ryanair cobra un suplemento de entre 70 y 75 euros para colocarla en la bodega del avión. Recientemente, la compañía difundió unas nuevas medidas para el equipaje de mano. Son ligeramente más grandes que las que se aplicaban antes de este verano. Ahora mismo, se puede subir al avión de Ryanair maletas de 40 × 30 × 20 centímetros. La medida, vigente desde el viernes 1 de agosto, se enmarca dentro de los nuevos requisitos de una normativa de la UE que busca unificar los estándares de equipaje en las aerolíneas de bajo coste.