El BBVA ha mantenido un ensordecedor silencio en las horas posteriores a la junta extraordinaria del Sabadell, toda una muestra de fuerza en la que confirmaron la venta de TSB al Santander por 3.100 millones y el reparto de un dividendo histórico de 2.500 millones vinculado a la operación entre los accionistas, que recibirán 70 céntimos por acción. Ambas decisiones contaron con un apoyo del 99,7% y una participación por encima del 60% del capital. El segundo banco de España afronta ahora tres escenarios posibles con toda la presión tras la jugada del Sabadell: o mantiene la oferta, o aumenta el precio por acción, o se retira.
Entre aplausos y elogios de los accionistas, mientras tanto, y a excepción de los sindicatos que pidieron mejoras salariales, la directiva liderada por el presidente, Josep Oliu, y el CEO, César González-Bueno, demostró que puede dar rentabilidad a los accionistas en solitario. Y volvió a recordar el apoyo social de que disfruta en la ciudad que da nombre al banco y a la que justamente ha vuelto en plena opa tras haberse marchado durante el procés.
El cierre del mercado no trajo, como se podía esperar, una respuesta del banco comprador, que desde hace unas semanas ya no cierra la puerta a retirarse de la opa. Fuentes del mundo financieras, tal como han dicho en los últimos meses muchos analistas, apuntan que las únicas opciones del BBVA para que la opa prospere pasan por un aumento de la oferta que tendría todo el sentido teniendo en cuenta que la acción del banco se ha revalorizado desde que se anunció la opa, más que la del BBVA. Hoy día, la prima es negativa entre el valor máximo estimado por el mercado y lo que ofrece el BBVA, mayoritariamente con canje de acciones y con una pequeña parte en efectivo. Ahora bien, también hay quien ve en estas posiciones una presión de los analistas a fin de que el BBVA mejore la oferta.
El precio actual de la acción del Sabadell es de 3,2 euros, el precio máximo estimado por el mercado es de 4 euros y la media de 3,1 euros, mientras que el BBVA ofrece una acción por cada 5,3456 acciones del Sabadell y 70 céntimos. Al precio actual del Sabadell, que es de 15,24 euros, eso supondría pagar 2,8 euros en acciones por acción y 3,2 euros por acción si contamos el plus metálico, una delgada negativa que ha mejorado un poco con el crecimiento del valor del BBVA de los últimos meses, con un nuevo plan estratégico que lo ha disparado.
El banco con sede en Bilbao, el segundo más importante de España, busca con el Sabadell una forma de crecer y todavía no ha expresado cuál será su camino en los próximos días. El CEO, Onur Genç, abrió la puerta recientemente por primera vez a retirarse, pero no a un aumento de la oferta, que sería posible por las soluciones contables que tiene el banco. Fondos del mercado ven también una tercera opción: que el banco prefiera mantener la oferta, y perder, a rendirse, a pesar de saber que no sale adelante. Pero este punto de vista, de nuevo, puede ser una forma de presión para hacer subir la oferta.
El BBVA, que ha visto durante todo este proceso, que inició en abril del año pasado, cómo se oponían al movimiento casi todos los partidos catalanes, los de coalición del Gobierno, los sindicatos y las patronales catalanas, tiene días para pensar. Dijo que decidiría qué hacer definitivamente después de esta junta de accionistas, pero no dijo que lo haría inmediatamente después. Tiene previsto presentar el folleto de la opa a principios de septiembre. O sea que, muy seguro, harán algún movimiento en el mes de agosto en esta temporada estival del serial económico del año.