La biotecnológica Dapibus, ubicada en Abrera (Barcelona), se plantea su expansión internacional para ser un referente en Europa dentro de su especialidad: la fabricación de proteínas para la alimentación animal y otras industrias mediante la transformación de larva de mosca (Black Soldier Fly) alimentada con residuos orgánicos. La compañía trabaja además en nuevos desarrollos biotecnológicos 

Impulsada por Alex Segura, cofundador y consejero delegado, Dapibus descubrió el mercado de la proteína de insectos y se fundó en 2021, con Carlos Conde, jefe de operaciones y cofundador, y Arturo Almazor, director financiero. Dapibus ha puesto en marcha el primer centro de biotransformación automatizado de Catalunya con una capacidad de más de 16.000 toneladas de subproductos agroalimentarios al año. Su proceso se basa en la biotransformación de la larva Black Soldier Fly en harinas proteicas, grasas y fertilizantes orgánicos de alto valor para alimentación animal, agricultura y aplicaciones innovadoras en el sector agroalimentario.

En 2025, además de fijarse en los mercados internacionales, la empresa quiere escalar industrialmente y llegar a la plena capacidad de la planta, a la vez que consolida las ventas recurrentes. Completamente automatizada y equipada con robótica e inteligencia artificial, la instalación refleja el enfoque innovador de la compañía, consolidándola como referente en biotecnología aplicada a la alimentación animal, como destacan desde la compañía.

Gracias a esta estrategia, Dapibus suministra materias primas para animales de compañía (perros y gatos), así como para porcino, aves, acuicultura y otros sectores de la industria agroalimentaria, fomentando un aprovechamiento integral de los residuos locales y un modelo productivo más sostenible y eficiente. "Nuestros inputs son subproductos de la industria agroalimentaria. Principalmente, fruta, verdura, sana de aceituna y otros subproductos procedentes mayoritariamente de proveedores de proximidad. De esta forma minimizamos la huella ambiental y cerramos el círculo de valor dentro del territorio", comenta Segura.

Se trata de un negocio dirigido a clientes industriales, principalmente, explica Albert Segura, en declaraciones a ON ECONOMIA. Hoy por hoy, suministran a fabricantes de alimentación animal (petfood, avicultura, porcicultura y acuicultura); distribuidores de materias primas para el sector agroalimentario y nutrición animal, como Quimidroga, distribuidor oficial para España y Portugal. También a empresas de cosmética e ingredientes que buscan grasas de origen sostenible y a empresas agrícolas y energéticas interesadas en soluciones de fertilización y valorización circular.

El proyecto ha generado 15 empleos muy especializados e impulsa la economía de proximidad y refuerza el liderazgo de España en la bioeconomía. El proyecto se fundamenta en innovación sobre adaptaciones en los sistemas de cría y engorde de la larva de mosca; en procesos de biotransformación y formulación; en nuevos ingredientes y aplicaciones de alto valor añadido. Esto se acompaña de colaboraciones con centros de investigación, universidades y expertos reguladores para acelerar determinados proyectos científicos e industriales.

El área de innovación está liderada por dos personas y cuenta con un equipo multidisciplinar con perfiles de biología, biotecnología, química, ingeniería de procesos y nutrición. El equipo trabaja de forma conjunta con el responsable de biología y con especialistas externos.

Según Alex Segura, la empresa es un modelo industrial replicable, escalable y alineado con las prioridades estratégicas nacionales y europeas. Las declaraciones de Segura se han difundido después de la visita del ministro de Industria, Jordi Hereu, a las instalaciones de Abrera. “La visita del ministro pone en valor el trabajo de todo el equipo y nos anima a seguir desarrollando soluciones innovadoras y sostenibles que aporten valor al sector agroalimentario y al bienestar animal, manteniendo un diálogo cercano con las instituciones para seguir avanzando en estos objetivos”, asegura.

Los fundadores de Dapibus con el ministro de Industria, Jordi Hereu.
Los fundadores de Dapibus con el ministro de Industria, Jordi Hereu.

Por su parte, el ministro Hereu ha destacado la importancia de apostar por la innovación, el emprendimiento y la circularidad que “generan empleo especializado, impulsan la economía de proximidad y refuerzan el liderazgo de España en la bioeconomía”. La visita al centro, que ha recibido alrededor de medio millón de euros de ayudas del Ministerio, subraya el interés del Gobierno en fomentar proyectos industriales que contribuyan a la competitividad, la innovación y la sostenibilidad del país. “Ahora hay que seguir apoyando este proyecto, que aspira a crecer y aumentar su producción. En este sentido, confiamos en la trayectoria de empresas como Dapibus y en su buen hacer hasta la fecha para asumir los nuevos retos”, ha añadido Hereu.

Participada por los socios fundadores y family office locales, Dapibus se encuentra en fase de ramp-up industrial, con una facturación todavía moderada, pero creciente de forma sostenida a medida que aumentamos capacidad y mercados, concreta Segura. Este emprendedor y sus socios plantean una ambiciosa estrategia para 2030: abrir una nueva planta 6 veces mayor, convertirnos en un referente europeo en biotransformación de subproductos con larva Black Soldier Fly (BSF), y desarrollar líneas de producto de alto valor añadido: ingredientes funcionales para petfood y animales de producción (porcino, avícola, acuícola), grasas especializadas para cosmética, fertilizantes orgánicos/ecológicos premium y aplicaciones en veterinaria.