El titular del juzgado mercantil número 4 de Barcelona ha condenado a Francesc Rubiralta, expresidente del grupo siderúrgico Celsa, a pagar 7 millones de euros a la compañía por retribuciones excesivas, en una de las tres demandas interpuestas por los actuales propietarios, un grupo de fondos de inversión.
En concreto, la sentencia, que todavía puede recurrirse, le ha condenado a devolver 7.192.127,55 euros, más intereses legales, por las retribuciones variables "de carácter tóxico" cobradas entre 2022 y 2023, pese a las graves necesidades financieras por las que atravesaba Celsa. El juez considera que Rubiralta incumplió "su deber de lealtad" como administrador de Celsa y mostró "desprecio del interés social por parte del demandado en favor del lucro personal". El empresario podrá presentar recursos a la sentencia mediente un recurso de apelación.
Esta es la primera sentencia condenatoria contra Rubiralta después de que en junio se desestimara una primera demanda por parte de Inversiones Pico Espadas, un holding del grupo Celsa, que le demandaba por no declarar vencido ni tampoco reclamar, entre 2020 y 2022, el pago de un crédito intragrupo -ejecutado entre diversas sociedades de la compañía-, por importe de 504,5 millones.
El juez concluyó entonces que no existían unos "mínimos elementos probatorios" que permitiesen concluir que una actuación distinta del administrador demandado hubiera alterado el resultado final ni generado ingreso alguno para la sociedad". La tercera vía judicial que iniciaron los nuevos dueños de Celsa tiene que ver con otro supuesto préstamo de 22 millones de euros a una sociedad en la que figuraba la madre de Francesc Rubiralta, que aún está pendiente de resolverse.
