Grifols ha insistido en que todas las deudas y obligaciones financieras de las que informó este jueves ya estaban recogidas en las cuentas publicadas y auditadas en marzo. La compañía catalana de hemoderivados ha recordado además que los 1.100 millones de euros relacionados con los alquileres futuros de sus centros de donación de plasma no son deuda nueva.

La multinacional se ha manifestado en un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en respuesta a "las interpretaciones erróneas" que, según afirma, ha generado la publicación de la respuesta que dio este jueves a los requerimientos de información del supervisor bursátil. "Queremos aclarar que todas las deudas y obligaciones financieras de Grifols ya han sido incluidas y divulgadas en los estados financieros auditados publicados el 8 de marzo de 2024 y refrendados por el regulador", ha apuntado el negocio en un comunicado. Además, ha señalado que "los 1.100 millones de euros no constituyen una deuda financiera, ya que están relacionados con los alquileres futuros de los inmuebles de más de 390 centros de donación de plasma en todo el mundo y, por lo tanto, no representa ninguna deuda nueva".

Ratio de apalancamiento más elevada

En respuesta a las peticiones de información de la CNMV y tras realizar otra forma de cálculo, Grifols precisó este jueves que al cierre de 2023 su deuda neta sumaba 10.527 millones de euros, lo que supone una ratio de apalancamiento de 8,4 veces el beneficio bruto de explotación o ebitda.

Al dar a conocer inicialmente sus cuentas de 2023, la multinacional detalló que su deuda financiera neta era de 9.420 millones al cierre del ejercicio, excluyendo el impacto de las nuevas normas internacionales de información financiera -las llamadas NIIF 16-, que era de otros 997 millones, con lo que cifró su ratio de apalancamiento en 6,3 veces el ebitda. En su información reiteró ese ratio, pero facilitó otro cálculo, a petición de la CNMV, con el ebitda consolidado según pérdidas y ganancias y según la deuda neta ya reflejada en los estados financieros de la compañía.

La multinacional defiende el cálculo según el criterio del acuerdo de crédito, de forma que aplica ajustes en el ebitda por 234 millones para dejar fuera gastos extraordinarios, inusuales o no recurrentes o bien ahorros de costes o mejoras operativas para los próximos 12 meses. También usa ese criterio para dejar fuera del cómputo la deuda asociada a alquileres de los inmuebles de los centros de donación de plasma, que suma otros 1.111 millones de euros. 

Grifols cae un 3% en la apertura

En este sentido, las acciones de Grifols caían en la apertura de este viernes casi un 3% después de situar su deuda neta de 2023 en 10.527 millones, con 1.111 millones por contratos de leasing.  Así, la compañía catalana bajaba un 2,81% al arranque de la jornada bursátil, hasta intercambiar sus acciones a un precio unitario de 8,8 euros, aunque minutos después, cercanas las 9.23 horas, se daba la vuelta y subía un 1,13%, lo que le llevaba a liderar los ascensos del IBEX 35, con sus acciones a 9,156 euros.