La compañía de hemoderivados Grifols disparó sus resultados en el primer semestre de este año. Incrementó sus ingresos un 7% hasta alcanzar los 3.677 millones de euros y, además, el beneficio se situó en 177 millones de euros, un 387,6% más, casi cuatro veces superior al registrado en el primer semestre de 2024, según comunicó la compañía este martes después del cierre de los mercados. Estos datos ponen en evidencia que Grifols ha dejado atrás su crisis de reputación por el caso Gotham.
El ebitda ajustado se situó en 876 millones de euros, lo que representa un incremento del 12,7% respecto al mismo periodo del año anterior, con un margen del 23,8%.
El flujo de caja libre antes de fusiones y adquisiciones mejoró significativamente hasta alcanzar los 30 millones de euros en positivo en el segundo trimestre, lo que sitúa la cifra del primer semestre en -14 millones de euros. Según indican en un comunicado, esta evolución representa una mejora interanual de 182 millones de euros, impulsada principalmente por “el crecimiento del ebitda, una gestión eficiente del capital circulante y la reducción de los costes financieros”.
Grifols continuó reforzando su posición financiera, reduciendo su ratio de apalancamiento hasta 4,2x, frente a 4,5x en el trimestre anterior y 5,5x en el primer semestre de 2024, con una posición de liquidez de 1.400 millones de euros.
Como parte de su estrategia de asignación de capital, Grifols completó con éxito la exclusión de Biotest de la Bolsa de Fráncfort y elevó su participación accionarial hasta el 80,32%. Esta operación, con un coste total de 108 millones de euros, fue financiada íntegramente con recursos financieros disponibles.
La compañía declaró un dividendo de 0,15 euros por acción. Nacho Abia, CEO de Grifols, indicó que, “aunque la creación de valor beneficiará en última instancia a nuestros accionistas, seguimos plenamente comprometidos con el desarrollo de soluciones que respondan a las necesidades de los pacientes, una prioridad que ha definido a Grifols durante más de 116 años”.
Sobre el potencial impacto de los aranceles comerciales, la compañía informó de que “está bien preparada” gracias a un modelo de negocio local y verticalmente integrado. Desde su expansión internacional hace más de 30 años, Grifols ha invertido de forma constante en una red global de centros de donación, procesamiento y distribución de medicamentos derivados del plasma, lo que le permite operar localmente en Estados Unidos, Europa, Egipto y Canadá. “Esta integración minimiza la necesidad de importaciones y/o exportaciones dentro del mercado estadounidense y refuerza su estructura flexible y resiliente ante posibles cambios regulatorios o la imposición de nuevos aranceles”, indicó la compañía.
Grifols informó que el lanzamiento de fibrinógeno en Europa está previsto para el cuarto trimestre de 2025, y en Estados Unidos durante el primer semestre de 2026, tras la aprobación de la FDA. Hace unos días anunció una inversión de 160 millones de euros con la construcción de una nueva planta en Barcelona.