Se prevé un verano histórico para el sector aéreo. La oferta de asientos para volar desde España ya supera a la de 2019 y las aerolíneas están casi a la misma capacidad de entonces, pero las compañías no están exentas de riesgos. Algunos aeropuertos europeos vuelven a estar colapsados de nuevo, los problemas en Francia por la huelga de los controladores aéreos están provocando miles de cancelaciones y como telón de fondo surge la amenaza de una huelga general de pilotos en España.

El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) ha declarado su intención de hacer una huelga en todas las compañías “y a mí eso me parece una irresponsabilidad”, comenta Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) en una entrevista con ON ECONOMIA. "Cada compañía tiene sus negociaciones y sus conflictos. En easyJet (donde además es director general para el sur de Europa) tuvimos nuestra propia huelga de pilotos y tripulantes de cabina el verano pasado, al igual que otras compañías como Ryanair, que es lo que está pasando ahora con Air Europa y Air Nostrum", explica.

“Pero eso es una cosa y otra, es hacer ese tipo de declaraciones que ya están teniendo repercusión en la prensa sensacionalista británica, donde se dice que va a ser un caos este verano”. Gándara cree que este tipo de noticias “es lo último que hace falta ahora mismo”, sobre todo, “cuando está por ver cómo se puede organizar una huelga de todas las compañías aéreas por algo que, digamos, no depende de nosotros”.

El presidente de ALA recuerda que la queja de los pilotos es por cómo se establecieron los servicios mínimos durante huelgas pasadas "y, por tanto, la queja debe ser contra el Ministerio de Transportes", no con las compañías. "Me parece que coger como rehenes a todos los pasajeros este verano ahora que empezamos a ver la senda de la recuperación es una irresponsabilidad. Pero confío en que las distintas negociaciones tengan sus resultados y no lleguemos a esa situación".

El sector aéreo también se está viendo afectado desde el pasado mes de febrero por las huelgas de controladores aéreos en Francia, que previsiblemente se alargarán hasta septiembre. Un estudio de impacto realizado por Eurocontrol muestra que el país más afectado, después de la propia Francia, es España y las aerolíneas Air Europa, Ryanair y easyJet. Precisamente estas dos últimas son la primera y la quinta por tráfico de pasajeros en nuestro país, lo que les ha llevado a ajustar su oferta en los próximos meses.

A nivel sectorial, las compañías han programado menos asientos en España de los que había anunciado Aena en un principio, se dijo que serían un 4,4% más en el verano de 2023 respecto al del 2019, pero finalmente será un 3%. "A las aerolíneas nos preocupan las huelgas en Francia". En el caso concreto de easyJet, revela, el 70% de sus vuelos sobrevuelan o tienen origen o destino Francia y una huelga de este estilo, donde no se establecen servicios mínimos o se avisa con poca antelación, hace que las cifras varíen.

Por este motivo, todas las aerolíneas han pedido a la Comisión Europea una respuesta. "No tiene sentido que un país pueda bloquear todo el transporte aéreo de Europa". ALA pide que, al igual que cuando en España o Italia hay una huelga, se establece una protección del 100% de los sobrevuelos, esto también se lleve a cabo en el país galo. De esta manera, “pueden verse afectados los vuelos con origen o destino Francia, pero no los sobrevuelos. Y de esa forma no le cortas la movilidad de los ciudadanos. Es la petición de easyJet y de las asociaciones”.

"Algunos aeropuertos siguen con problemas de capacidad"

Las aerolíneas lo tienen todo preparado para que sea un verano récord, asegura. “Todo está listo para poder operar los vuelos programados, pero hay factores exógenos que no dependen de nosotros” y tras Francia, que es actualmente “el que más nos preocupa” está la falta de capacidad de algunos aeropuertos. Gándara presume de que España “ha hecho los deberes” y tanto Aena, como Enaire y los agentes de la cadena de valor están preparados. Pero hay aeropuertos como Reino Unido, Ámsterdam o Alemania “que no lo están tanto como España” e impacta en todas las aerolíneas, aunque sea de forma indirecta.

“El verano pasado, la excusa era que la recuperación fue más rápida de lo esperado. Pero ahora ya no, por eso sorprende que todavía algunos aeropuertos estén hablando de restringir la capacidad por no tener los recursos suficientes”, como el de Ámsterdam Schiphol, que prevé hacerlo en un 12%. En opinión de Gándara, hay aeropuertos con problemas coyunturales, como el de Ámsterdam, pero los que más preocupan son los que tienen problemas estructurales, como puede ser Reino Unido después del Brexit.

“Antes las aerolíneas se nutrían de trabajadores de todas las nacionalidades de la Unión Europea y a lo mejor un 3% no cumplía las condiciones que exige el país, ahora esta cifra sube al 50% porque tener un permiso para trabajar en R. U. se ha complicado mucho”. El presidente de ALA cree que este problema “precisa de una respuesta por parte del Gobierno británico”.

La congestión de algunos aeropuertos también se ha visto agravada por el cierre del espacio aéreo de Ucrania y Rusia, que está empujando el tráfico hacia el sur, sobrecargando el corredor del sureste de Europa hacia/desde Turquía y Grecia, que ya de por sí suele estar en niveles muy altos durante el verano. Y la reapertura de los mercados asiáticos no ha hecho más que agudizar el problema.

La invasión de Ucrania, además, ha generado otros problemas al sector. "El tráfico directo con España de la zona de conflicto era realmente pequeño antes de la guerra, alrededor del 3%". De este lado no se ha visto tanto impacto, pero sí por el incremento del precio del combustible y las posteriores subidas de precios. También ha influido, añade Gándara, en los flujos de largo radio, hacia Oriente, "donde muchas compañías no pueden sobrevolar Rusia y tienen que dar mucha vuelta", lo que hace que se cancelen vuelos o se dejen de programar.