El futuro de Holaluz sigue siendo incierto. La energética arrastra una dudosa situación financiera desde hace más de un año. Salió a la luz el pasado mes de abril al declarar un pasivo significativo a cierre de 2023, con una deuda neta abultada de 58,8 millones y unas pérdidas de 26,2 millones.

Unas finanzas que tienen a la empresa ahogada, mientras el sector del autoconsumo -su principal actividad- sigue contraído y la viabilidad de la compañía que preside Carlota Pi está a expensas de que obtenga 20 millones de financiación externa, para evitar el concurso de acreedores. El tiempo apremia, puesto que el consejo de administración ha convocado junta de accionistas para el próximo 28 de junio, después que los fondos de inversión Axon Partners Group y Geroa, propietarios del 23,48% del capital, no avalaran el balance de las cuentas anuales de 2023 y que el auditor EY no emitiera salvedades, pero reconociera “dudas significativas” sobre la viabilidad del negocio de Holaluz.

Entretanto, conseguir la tan deseada financiación sigue demorándose. Pese a tener varias alternativas abiertas, según aseguran fuentes de la compañía, las negociaciones parecen enquistadas. Barajan un acuerdo con inversores financieros, family offices e inversores industriales con actividad en España o fuera del país. Del inversor industrial esperan recaudar unos 7 millones de euros. También restan a la espera de que el Institut Català de Finances (ICF) les otorgue un crédito de 10 millones de euros. Entre tanto, las acciones de la compañía siguen desvalorizándose; en la sesión del pasado viernes la capitalización bursátil era de 24,95 millones de euros, cuando en 2021 llegó a valer 257 millones.

La prioridad de los fundadores es “continuar con el proyecto industrial, líder en el mundo en ESG”, han asegurado a ON ECONOMIA. “Estamos buscando una alternativa de inversión alineada con el propósito de la compañía y que fortalezca el balance para el largo plazo”. Mientras, a corto plazo necesitan liquidez de caja y han obtenido 4 millones de euros en las últimas semanas para atender a los pagos, aunque siguen sin concretar de qué fuente de financiación. También habría abierto una nueva línea de pagarés por valor de 7 millones de euros, en las últimas semanas, después de recurrir a este instrumento de financiación en 2023 por un valor total de 19,8 millones de euros, que, según la compañía se saldaron a vencimiento, durante el primer trimestre de 2024.

Las mismas fuentes aseguran que la deuda neta ha bajado a 52,2 millones a finales de marzo de este año, y que presentarán a los accionistas “unos datos financieros esperanzadores” y una auditoria sin salvedades -sin mencionar que las cuentas no obtuvieron el aval de los fondos de inversión Axon Partners Group y Geroa, propietarios del 23,48% del capital-. Estos resultados los concretan de la siguiente forma: en los últimos 12 meses, el ebitda contable de la compañía ha alcanzado el break even, con lo que remonta 23 millones de euros respecto al resultado registrado en el conjunto de 2023. En términos de ebitda normalizado, la compañía ha pasado de 4,3 millones en 2023 a 24 millones de euros en los últimos 12 meses.

Dice que opera con normalidad “absoluta”

En el último mes, de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha abierto dos expedientes sancionadores a Holaluz para investigar si la comercializadora ha cometido una infracción “grave” por impagos de los peajes eléctricos. En concreto, analiza una presunta infracción del artículo 65.3 de la Ley del Sector Eléctrico, según fuentes del organismo. El expediente sigue su curso para analizar la documentación que ha aportado la compañía para desmentir "rotundamente" las acusaciones y asegura "estar al corriente de pago de todas sus obligaciones con las empresas distribuidoras de electricidad” y que está “colaboran do con el regulador con la máxima diligencia”.

Holaluz insiste en que en 2024 la compañía “opera con normalidad absoluta” en todas sus líneas de negocio. Asegura que ha logrado sus mejores cifras en retención de clientes en un primer trimestre desde el 2021 y que el producto Tarifa Justa está logrando niveles extraordinariamente bajos de impagos en 2024.