La distribuidora de energía verde Holaluz ha aflorado unas pérdidas consolidadas de 26 millones de euros en el ejercicio de 2023, multiplicando por cinco el también resultado negativo de 5 millones de euros declarado en el 2022. La compañía declara también en el balance consolidado un fondo de maniobra negativo de 44,3 millones de euros, según la información comunicada este martes en el mercado bursátil BME Growth, y se aferra a la concesión de varios préstamos, por valor de 20 millones de euros, y a "otras alternativas de financiación, actualmente en proceso de negociación" para asegurar su viabilidad en los próximos doce meses. La compañía que preside y dirige Carlota Pi manifiesta que en estos momentos puede responder a esta situación con "las pólizas de crédito y líneas de financiación no dispuestas por 6 millones de euros al cierre del 2023, con vencimiento en el 2025". También puede recurrir, según dice en el comunicado en el BME Growth, a materializar la parte a corto plazo de los contratos de PPAs (compra de electricidad a precio fijo no registrada a balance según normativa vigente), cuya valoración al cierre asciende a 5,2 millones de euros.

La matriz del grupo Holaluz-Clidom se la sociedad que ha soportado la mayor parte de las deudas. En concreto, a finales de 2023, acumulaba un resultado negativo de 5,4 millones de euros contra el valor positivo de 8 millones de euros del ejercicio 2022. En este caso, el fondo de maniobra negativo se ha elevado a 22,8 millones de euros, siguiendo la tendencia negativa del año anterior cuando la compañía afloró una situación negativa de 14,6 millones. El primer trimestre del año 2023 fue nefasto para el negocio, que dejó unas pérdidas de 23 millones de euros para la distribuidora.

El informe de los resultados económicos de la energética, comunicado este martes al BME Growth aprovechando al máximo la fecha límite permitida, se ha retrasado porque la compañía estaba pendiente de la obtención de varias líneas de financiación por un total de 20 millones de euros. En concreto, el grupo que dirige su cofundadora Carlota Pi confirmó la semana pasada que ha solicitado un préstamo de 10 millones con el ICF y otro de 3 millones a Avança -holding empresarial de la Generalitat-, un préstamo convertible con varias oficinas de gestión de patrimonios familiares (family offices) catalanas por otros 2 millones y una línea de crédito sobre el valor de la compañía (equity line) de hasta 6 millones de euros.

El ejercicio 2023 cerró con un volumen de facturación consolidado de 614,6 millones de euros (919,8 millones a 31 de diciembre de 2022). El resultado operativo (Ebitda) normalizado se ha situado en 4,3 millones de euros, respecto a los 14,3 millones de 2022. La compañía destaca que la cifra de resultado operativo ha superado las previsiones iniciales que lo fijaban en los 3 millones de euros. Holaluz también incide en “el progreso positivo en reducción de costes del 23% hasta los 38,2 millones de euros, resultado de diversas acciones en ambos negocios (solar y energy management) incluyendo una reducción en la plantilla y eficiencias operativas”.

A cierre de 2023, los estados contables de Holaluz reflejaban una deuda neta de 64,4 millones de euros, después de la disminución de esta partida. La deuda era de 74,9 millones a junio de 2023 y de 66,6 millones a septiembre del mismo año, según datos de la misma compañía. En el último trimestre del año, la firma también aplicó un ahorro operativo con la ejecución de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), sobre el 25% de la plantilla, es decir, de unas 200 personas y que afectó principalmente a los equipos de instaladores, ventas y roles de apoyo a las operaciones de energía solar. La plantilla es ahora de 463 personas.

La mayor parte de la deuda está vinculado a los préstamos ICO que la compañía solicitó durante los ejercicios 2020 y 2021, para mitigar los efectos de la Covid-19 en el negocio, más un crédito del ICF y un préstamo de financiación de impuestos del Banco Santander; todo vinculado a los ejercicios de descenso de la actividad a causa de la pandemia.

La compañía, centrada en la comercialización de energía verde y en el impulso del autoconsumo fotovoltaico en España, argumenta que 2023 ha sido un ejercicio lleno de desafíos para la industria de la energía solar residencial, a causa de una significativa desaceleración del mercado del 50%, según datos de la asociación Unión Española Fotovoltaica UNEF y de la patronal de renovables APPA. La demanda ha caído por los elevados tipos de interés que han hecho costoso la financiación de las instalaciones -cabe decir que Holaluz financiaba el 50% de las infraestructuras que pone en funcionamiento-, por la desincentivación de la demanda en un contexto de precios de la electricidad bajos en comparación con los de 2022 y por la finalización de las subvenciones Nextgen. Trasladado a la actividad de Holaluz, eso demuestra que la firma ha pasado de hacer una media de entre 800 y 1.000 instalaciones solares en el mes, a aproximadamente unas 600.

Oficinas en la sede central de Holaluz, en el barrio de la Barceloneta, en Barcelona.
Oficinas en la sede central de Holaluz, en el barrio de la Barceloneta, en Barcelona.

Acciones previstas para el 2024

La compañía vendió 3.346 instalaciones de energía solar durante 2023, con un descenso anual del 6,9%, aunque informó de que en la actividad registró una cierta recuperación durante el último trimestre del año. De septiembre a diciembre, se vendieron 763 instalaciones de autoconsumo residencial, cifra que supone un aumento del 2% con respecto al segundo trimestre de 2023 y una disminución del 34% en comparación con el cuarto trimestre de 2022. Según la compañía, esta disminución fue "notablemente menor" a la caída general del mercado, que osciló entre el 49% y el 54%.

Holaluz afronta en el 2024 confiando en la recuperación de la demanda para acelerar el negocio de las instalaciones de autoconsumo solar colectivo y para incrementar el número de clientes adscritos a su producto de suscripción de electricidad verde Tarifa Justa, el producto de suscripción de electricidad verde que le reporta más número de clientes. Las previsiones de la energética de que dirige Carlota Pi apuntan que, aunque con limitaciones, las familias volverán a hacer una apuesta por la energía solar y el suministro con renovables, como ha demostrado el balance del cuarto trimestre de 2023.

Cotización relativamente estable este año

Holaluz tiene actualmente una capitalización bursátil de 55,38 millones de euros y acumula un descenso en la cotización del 21,43% desde enero. La firma ha cerrado la jornada de este martes en los 2,57 euros por acción, con una subida diaria del 1,58%. La cotización se mantiene más o menos estable desde enero de este año, cuando marcó 2,85 euros. No obstante, las acciones han perdido mucho valor a lo largo de 2023, un año que empezó a 6,8 euros, arrastradas por la tendencia a la baja del sector. De hecho, el valor marcó uno de sus máximos en julio del 2021, cuando se elevó hasta los 14,60 euros.

A cierre de 2023, el 16,80% del capital de Holaluz estaba en manos del fondo de capital riesgo Axon Partners Group, que acompaña a la compañía desde el 2016. Con un 14,66% cada uno consta las participaciones de los tres fundadores de la compañía, Carlota Pi, Ferran Nogué y Oriol Villa. También declaran participaciones superiores al 5% Geroa Pentsioak E.P.S.V. de Empleo (6,68%), Mediavideo BV (5,14%) y MDR Inversiones, S.L. (5,13%) del capital.