La transición hacia una movilidad sostenible acelera su marcha en los nodos de transporte españoles. Comsa Industrial, filial de servicios de ingeniería e instalaciones del grupo Comsa, se ha adjudicado un contrato estratégico para la implantación de puntos de recarga para vehículos eléctricos en nueve aeropuertos de la red de Aena, según ha informado la compañía en un comunicado. El proyecto, valorado en 5,4 millones de euros y que se ejecutará bajo la modalidad de llave en mano–lo que significa que Comsa Industrial asumirá desde el diseño y la ejecución hasta la puesta en servicio final–, tiene un alcance significativo.

El plan prevé la instalación de 135 cargadores de distintas potencias y tipologías, que dotarán de servicio a un total de 260 plazas de aparcamiento específicas para vehículos eléctricos. Esta iniciativa se enmarca en la estrategia de Aena de descarbonizar sus instalaciones y fomentar la intermodalidad sostenible, facilitando que los viajeros puedan recurrir al coche eléctrico para sus trayectos hacia y desde el aeropuerto. La robusta infraestructura permitirá cargas rápidas y semirrápidas, adaptándose a las necesidades de los usuarios, que necesitan optimizar el tiempo en entornos aeroportuarios.

La selección de aeropuertos evidencia una política de cohesión territorial. Los recintos beneficiados son los de A Coruña, Asturias, Granada, Melilla, Pamplona, Reus, San Sebastián, Valladolid y Zaragoza. Esta distribución cubre un amplio espectro geográfico, desde el noroeste peninsular hasta el levante, incluyendo una conexión con el enclave de Melilla. No se trata simplemente de instalar postes de recarga, sino de desplegar una red inteligente y conectada. Los cargadores estarán integrados en los sistemas de gestión de Aena, lo que facilitará su monitorización, mantenimiento y posible reserva por parte de los usuarios, alineándose con el concepto de smart airports o aeropuertos inteligentes.

La adjudicación consolida la posición de Comsa Industrial como un actor de referencia en el campo de las infraestructuras de movilidad eléctrica, un mercado en plena ebullición impulsado por los fondos europeos Next Generation. La compañía ha acumulado una notable experiencia en proyectos de electrificación del transporte, tanto en redes ferroviarias como en despliegues de puntos de recarga para automoción.

Expertos del sector señalan que iniciativas como esta son cruciales para combatir la llamada "ansiedad de autonomía" –el miedo a quedarse sin batería–, uno de los principales lastres para la adopción masiva del vehículo eléctrico. Al garantizar la carga en aeropuertos, se envía un mensaje de seguridad y confianza a los conductores, incentivando el uso de esta tecnología y contribuyendo directamente a la reducción de emisiones de CO₂ en el sector del transporte, uno de los más contaminantes.

La electrificación va acompañada de un plan de transición energética. Aena construye plantas solares fotovoltaicas en Barajas (142 MWp) y El Prat (12 MWp), con las que prevé alcanzar el 100% de consumo eléctrico renovable en 2026. Además, estudia la incorporación de baterías de almacenamiento e incluso hidrógeno verde para reducir la dependencia de la red eléctrica. La apuesta no se limita a tierra. La compañía prepara vuelos de demostración con aerotaxis eléctricos (eVTOL) entre Palma y Menorca y entre Málaga y Granada. Estas pruebas, enmarcadas en proyectos europeos de innovación, pretenden sentar las bases regulatorias para integrar los taxis aéreos en la infraestructura aeroportuaria.