El comisario de Industria, Stéphane Séjourné, ha cuestionado el modelo de producción de coches con componentes chinos en España, como el de la fábrica Ebro/Chery en Barcelona, porque no aporta "crecimiento" a la Unión Europea "en términos de producción". En un encuentro con la prensa esta semana en Estrasburgo en la que asistió la ACN, el responsable de la política industrial en la Comisión Europea advirtió que "una fábrica en las afueras de Barcelona en la que se parece un coche con todos los componentes chinos genera puestos de trabajo de baja calidad y no supone ningún valor añadido para la industria europea". Para promover la producción europea, el francés apuesta por abandonar la guerra arancelaria y buscar acuerdos de cuotas con Pekín.
"Tenemos que ser mucho más inteligentes en la relación con China", sostiene el francés.
La Unión Europea y China tienen desde hace años una disputa comercial por el acceso de sus empresas a los respectivos mercados. El último episodio ha sido la imposición de aranceles provisionales de hasta el 62% al cerdo europeo como represalia por los gravámenes europeos en los coches eléctricos chinos.
"La solución no tiene que implicar mantener los aranceles", defiende Séjourné, que reclama un cambio de estrategia, a pesar de las presiones de los Estados Unidos en la UE para que imponga aranceles en la China para forzar Rusia a detener guerra en Ucrania.
¿Un pacto con cuotas para los componentes?
El comisario francés ve problemática la producción en territorio europeo con la mayoría de los componentes chinos. Séjourné, del partido liberal del presidente Emmanuel Macron, cuestiona lo que está pasando a la industria automovilística española: "El modelo que vemos en España a menudo no es un buen modelo porque no da crecimiento a nuestras empresas en términos de producción".
Por eso, Séjourné propone "revisar" los acuerdos con la China sobre la transferencia de tecnología, como por ejemplo sobre las baterías en el caso del sector automovilístico. También obligaciones de producción con un mínimo del "60% de componentes europeos en los vehículos". La idea es utilizar la tecnología china como el gigante asiático hizo con la europea.
"Lo hicieron con Francia en las nucleares y ahora son ellos los que exportan energía nuclear por todo el mundo", recuerda el exministro de exteriores francés, y añade: "No veo porque no tendríamos que hacer nosotros eso también".
El caso de Ebro y Chery
El año pasado, la empresa china Chery llegó a un acuerdo con la empresa EV Motores -propietaria de Ebro y BTech- para fabricar coches en Catalunya, a la antigua ubicación de Nissan en la Zona Franca. Chery es uno de los principales fabricantes de automoción de China, con un volumen de ventas superior a los 2,6 millones de unidades en el 2024. Durante el viaje del presidente Salvador Illa en China, la compañía anunció que abrirá a Cornellà de Llobregat un centro de investigación y desarrollo.
Actualmente, la planta de la Zona Franca recibe vehículos semiparecidos desde la China sobre la plataforma de Chery, y los acaba de montar para después comercializarlos en el mercado europeo. Buena parte de la plantilla de la fábrica son antiguos trabajadores de Nissan.
Los coches que salen de la Zona Franca actualmente son los modelos s700 de Ebro y s800, y próximamente se añadirán modelos de Chery. De hecho, la previsión, es que en los próximos meses la planta pueda empezar a fabricar directamente desde Barcelona, aumentando también el número de componentes provenientes del mercado local.