El Sabadell confirmó a última hora de este lunes que ha recibido varias ofertas por su filial británica, TSB, y está estudiándolas de cara a una posible venta. El banco ya había recibido interés por este negocio en ocasiones anteriores, pero se encuentra ahora en una situación muy distinta. Principalmente por estar inmerso en la opa del BBVA. Una opa, que por cierto, está muy próxima a resolverse, ya que se espera que en solo siete días el gobierno español decida si añade alguna condición o si la aprueba como está.
Estar inmerso en una opa, obliga al Sabadell a cumplir con el deber de pasividad y esto es precisamente lo que estudiará la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el caso de que la entidad que preside Josep Oliu decida finalmente aceptar alguna de estas ofertas por TSB y vender el negocio. Desde el organismo recuerdan a On Economía que al artículo 28 del Real Decreto sobre el régimen de las ofertas públicas de adquisición de valores, limita la actuación de los órganos de administración, de la dirección de la sociedad afectada y su grupo, si está inmerso en una opa.
El artículo establece que, desde que se anuncia la opa (en el caso del Sabadell fue el 9 de mayo del 2024) y hasta la publicación del resultado de la oferta (cuando acaba el plazo de aceptación) la empresa opada deberá contar con la autorización previa de la junta de accionistas "antes de emprender cualquier actuación que pueda impedir el éxito de la oferta".
El Sabadell debe celebrar una junta de accionistas antes de vender TSB
Fuentes cercanas al Sabadell, no obstante, han señalado que en el caso de llevar a cabo una operación corporativa (como esta) celebrarán primero una junta extraordinaria para recibir antes el visto bueno de sus accionistas, como marca la normativa. El Real Decreto, sin embargo, permite a la empresa opada buscar ofertas competidoras sin la necesidad de contar con la autorización de los accionistas.
Por ello, las fusiones y adquisiciones suelen ser estrategias para defenderse en los casos de opa. Más aún si es una opa hostil, como la del BBVA, que decidió lanzarla después de negociar sin éxito una fusión amistosa. Y en este contexto, se apunta desde hace meses a que el Sabadell podría estar buscando una operación corporativa en España, como una fusión con Abanca, Unicaja o incluso con ambas, para frenar la opa. Aunque las entidades no han mostrado interés por el momento.
La venta de TSB daría liquidez de sobra al Sabadell para poder iniciar alguna de estas operaciones en España, y a su vez, afectaría al BBVA, pues no es lo mismo lanzar una oferta por el grupo bancario, incluyendo a TSB, que sin él. Más ahora que ha trascendido que estarían ofreciendo hasta 3.500 millones por la filial.
El Sabadell compró TSB en 2015 por unos 1.700 millones de libras, cerca de 2.000 millones de euros al cambio actual. Por lo que podría venderlo por un 75% más. Actualmente, la filial británica aporta a los resultados del grupo un 20% del total, en el primer trimestre fueron 94 millones de euros de los 489 millones que el banco ganó hasta marzo.
Si no hay venta, la CNMV también se pronunciará sobre la opa. De hecho, es el siguiente en hacerlo después del gobierno español, pues debe publicar el folleto con todos los detalles de la operación antes de que los accionistas decidan si acuden o no a la oferta lanzada por el BBVA. Algo que el presidente de esta institución, Carlos San Basilio, espera hacer "lo antes posible".