Cementos Molins ha disparado un 70% su beneficio neto en el primer trimestre de 2023. La compañía ha registrado ganancias de 37 millones de euros, impulsadas por el aumento de sus ventas, que fueron un 25% superiores a las del ejercicio anterior, tal y como ha informado este miércoles.

En este sentido, la empresa ha registrado incrementos de ventas en todos los negocios y regiones donde opera durante los tres primeros meses del año, con impacto positivo tanto en volumen como en precios. La cifra de negocio ha alcanzado ingresos de 342 millones de euros hasta marzo.

Respecto al ebitda (beneficio bruto), la cifra conseguida en el primer trimestre ha sido de 86 millones, lo que supone haber incrementado un 47% en comparación con el año anterior. Por su parte, la deuda financiera neta de Cementos Molins se ha situado en los 108 millones, tras disminuir un 26%, y con un múltiplo de deuda financiera neta/Ebitda de 0,4 veces.

"Esta mejora del resultado operativo se debe principalmente al crecimiento en volumen, el impacto positivo de los planes de eficiencia, la mejora de precios de venta y la mejora de los costes de combustibles y energía en el primer trimestre", ha señalado la compañía. La compañía ha destacado que el importante incremento del beneficio se explica también por la comparación con el primer trimestre de 2022, que estuvo marcado por la desaceleración económica, la inflación de costes y las tensiones en la cadena de suministro.

Julio Rodríguez, consejero delegado de la compañía, ha destacado el buen rumbo de la compañía, que sigue "en la senda del crecimiento, con buenos resultados operativos y avanzando a buen ritmo en la ejecución" de la hoja de ruta 2030. Asimismo, la compañía ha anunciado que en abril amplió su portafolio de negocios en España con la adquisición de Tecnoresil, una empresa de fabricación y distribución de productos químicos para pavimentos industriales y decorativos.