Packs familiares, formatos ahorro, grandes ofertas y muy atractivas y una larga serie de promociones que parece que los clientes no puedan desperdiciar. A la hora de ir a comprar, los supermercados hacen todo el posible para que los usuarios acaben comprando de más a través de ofertas y promociones. Sin embargo, estas pueden llegar a ser una estafa porque algunas veces el precio por kilo es más alto que el del envase original. Fitstore.es, compañía de comercio electrónico, ha apuntado a través de un estudio que la diferencia de precio por kilo o litro puede llegar a superar el 18% y, en algunos casos, puede escalar hasta el 80%.

Paquetes de leche, champús para el pelo, pasta de dientes o refrescos, no hay un producto específico donde estas ofertas sean más destacadas que en otros, sino que puede ser con cualquier tipo de artículo que se presente en paquetes de múltiples envases o en formatos más grandes que los originales-

Según el estudio de Fitstore, esta práctica se observa especialmente en grandes supermercados y la estrategia comercial se basa en la percepción del consumidor, ya que la etiqueta de "ahorro" o "familiar" genera la correlación automática de una mejor oferta, sin que verifique el precio real por unidad de medida.

Precios excesivos y consumo innecesario

"La mayoría de los compradores no evalúa precios en términos de euro por kilogramo o euro por litro, sino que nos dejamos llevar por los mensajes destacados que leemos en los envases, que muchas veces rompen con el diseño general para captar nuestra atención, confiando en su veracidad. Sin embargo, este formato no solo puede resultar ser menos económico, sino que también fomenta un consumo innecesario, al comprar más de lo que se necesita bajo la falsa expectativa de conseguir un ahorro real," relata Luis Cañada, fundador de Fitstore.

Para evitarlo, los expertos recomiendan ir al supermercado con una lista establecida y no saltársela en la medida del posible, no caer en las trampas de las promociones y, sobre todo, más que mirar las ofertas, la clave está en mirar el precio por kilo.

De hecho, datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) corroboran esta problemática, señalando que algunos productos en formato "ahorro" se comercializan a un precio de hasta un 82% más por kilogramo o litro en comparación con sus homólogos de tamaño "estándar". Este fenómeno afecta múltiples sectores, desde los lácticos hasta los productos de la limpieza, y resulta especialmente perjudicial durante el mes de enero, cuando las familias suelen buscar optimizar sus gastos.

"Cuando un mismo producto se presenta en diferentes formatos, lo ideal no es fijarse en el precio total del envase más grande, sino en el precio por kilogramo o por litro, que también está indicado en el lineal. Aunque esta información suele pasar desapercibida por su tamaño o ubicación, está en nuestras manos como consumidores aprovecharla", recomienda Cañada, para añadir que "ser un comprador informado es la mejor defensa contra los trucos de marketing disfrazados de ofertas", acaba.