Airbus estima que para 2044 habrá unos 49.210 aviones comerciales --tanto de pasajeros como de carga-- en servicio a nivel mundial, lo que supone prácticamente duplicar los 24.730 que operaban a finales de 2024, según el Airbus Global Market Forecast 2025, hecho público este jueves. Así, el fabricante europeo es optimista por la tendencia "positiva" de la demanda para la aviación, que apenas se está viendo afectada por la guerra comercial, aunque al mismo tiempo confirma estar "preocupado" por el efecto que podría tener para su cadena de aprovisionamiento si los aranceles se mantienen en el tiempo. 

Tras el parón por la covid-19, el tráfico aéreo ya ha recuperado los niveles previos con un fuerte crecimiento en los dos últimos años, que debería confirmarse con una nueva progresión de "cerca del 6%" en 2025 y una cadencia media del 3,6% anual en los próximos 20 años, ha explicado Christine Schäfer, responsable de los aviones comerciales del grupo europeo, que ha agregado que "el negocio está en una tendencia positiva".

Los aranceles de Trump

Scherer ha insistido en que "no vemos por ahora una inflexión en la demanda" ni siquiera a causa de la modificación del ambiente con la escalada arancelaria desatada con la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, que por ahora solo está teniendo algunas consecuencias en los vuelos interiores en Estados Unidos. Al mismo tiempo, "las perturbaciones en el aprovisionamiento se han reducido significativamente", sobre todo las que afectaban a su familia A320 de aparatos de pasillo único por los retrasos de los últimos meses en la llegada de motores del fabricante franco estadounidense CFM.

Aunque esos retrasos han impedido a Airbus entregar a sus clientes varias decenas de aviones en lo que llevamos de año, el grupo europeo se ha resistido hasta ahora a modificar su objetivo de llegar a 820 unidades en 2025 (fueron 766 en 2024). Scherer se ha reafirmado explicando que no hay que extrapolar las cifras de entregas relativamente bajas en algunos de los últimos meses porque la situación se puede remontar de aquí al final del ejercicio.

Así, el responsable de los aviones comerciales de Airbus, Florent Massour, ha reconocido que la guerra comercial supone "una gran incertidumbre", aunque ha querido ver algunos signos positivos en los acercamientos señalados recientemente en las conversaciones entre negociadores chinos y estadounidenses.

Su preocupación se centra sobre todo en el efecto negativo que pueden tener los aranceles que ya impone Estados Unidos actualmente, en particular en el caso de que se prolonguen en el tiempo o si se incrementan, como es la amenaza lanzada de Washington sobre proveedores individuales que podrían ver perturbada su actividad. Ha recordado que Airbus ha estado apoyando a diferentes proveedores en los momentos difíciles por los que han atravesado con los cuellos de botella tras la covid y ahora su interés es evitar una nueva crisis.

Alta demanda mundial de aviones

El grupo europeo, como el estadounidense Boeing -su gran competidor- se enfrentan a una demanda muy fuerte de aviones nuevos de las compañías aéreas, que querrían ampliar sus flotas para responder al aumento del tráfico por el creciente apetito para viajar, pero también sustituir muchos de sus aparatos en servicio por otros más modernos que consumen menos y son más eficientes.

Según las perspectivas, en el periodo 2024-2044 serán necesarios 43.420 aviones nuevos en el mundo, de los cuales 24.480 para responder al incremento de la actividad y 18.930 para reemplazar a los que se retiren del servicio.

Airbus se ha fijado como meta aumentar la cadencia de producción de sus grandes familias de aviones: la del A220, el modelo más pequeño, hasta 14 unidades al mes en 2026: la del A320, los aviones de pasillo único de mayor éxito comercial a 75 mensuales en 2027; la del A330 de doble pasillo debe estabilizarse en 4 al mes; y la del A350, también de doble pasillo y de largo alcance, a 12 al mes en 2028.