El oro ha superado este lunes los 2.000 dólares por onza y se aproxima a los máximos que alcanzó en agosto de 2020, en los 2.075 dólares. Esta es una de las consecuencias de la alta volatilidad de los mercados de capitales y reafirma que el oro es uno de los activos considerados refugio en momentos de inestabilidad. El miedo a una crisis bancaria ha hecho tambalear al mercado de renta variable, y ha activado la huida de los inversores hacía valores refugio como el oro, la deuda, o el bitcóin.