La cadena de restauración catalana Viena, fundada en 1969 en Sabadell, ha cerrado el ejercicio con unas ventas de 90,3 millones de euros, un 4,3% más que el ejercicio anterior. Uno de los hitos más relevante del año de Viena ha sido eliminar la deuda financiera neta contraída a raíz de la crisis del 2020. Desde entonces, el negocio ha devuelto cerca de 30 millones de euros. Con una cincuentena de locales repartidos entre Catalunya y Andorra, todos en propiedad, la compañía mantiene una estrategia de apertura de locales "prudente".

En los últimos cinco años, la empresa ha invertido cerca de 15 millones de euros en cinco ejes de gestión: mejora de la experiencia de cliente, optimización de las fábricas, digitalización de procesos, sostenibilidad y talento.

Esta inversión ha tenido un impacto en el plan de modernización de sus establecimientos, que actualmente combinan diseño, funcionalidad y sostenibilidad. La puesta en marcha de los restaurantes ha permitido crear espacios adaptados a los nuevos hábitos del consumidor. En este sentido, Viena también ha renovado su carta, "ofreciendo propuestas innovadoras, equilibradas y sabrosas, pensadas para responder a los gustos y hábitos del consumidor de hoy," han explicado el negocio. Más allá de la apuesta por los restaurantes, Viena también ha invertido más de 3 millones de euros en mejoras de capacidad, eficiencia y polivalencia en sus dos centros de producción propios de Sabadell, que abastecen en exclusiva a los restaurantes de la cadena.

Marc Siscart, presidente y CEO de la empresa, ha explicado tras la presentación de los resultados que "el crecimiento sostenible solo es posible si reinvertimos nuestros beneficios en el mismo proyecto. Cada euro destinado a modernizar instalaciones, digitalizar procesos o potenciar el talento tiene un retorno directo en la productividad, la eficiencia y la competitividad. Por eso seguimos apostando por una inversión constante, consciente y estratégica que nos permite mejorar y garantizar el futuro de la compañía".

Apuesta por la sostenibilidad

Viena controla todo el proceso productivo: elabora internamente embutidos, pan y otros productos en las plantas de Sabadell, y cada restaurante cocina diariamente recetas frescas, incluidas opciones para celíacos, con un proceso certificado por la Asociación de Celíacos de Catalunya.

La compañía, formada por más de 1.550 trabajadores distribuidos entre restaurantes, centros de producción y oficinas centrales, también ha intensificado sus inversiones en el ámbito de la sostenibilidad "para avanzar hacia una restauración más respetuosa con el entorno".

El 100% de la energía utilizada por Viena proviene de fuentes renovables, complementada con la generada por las instalaciones fotovoltaicas propias en restaurantes y centros de producción. A eso se suma una gestión de los locales basada en sistemas que reducen el despilfarro alimentario, el uso de vajillas reutilizables y envases 100% reciclables.