Las autoridades aduaneras de la Unión Europea (UE) solo controlan si los productos que entran en su territorio cumplen la regulación comunitaria en uno de cada 12.171 casos, un 0,0082 % del total, por lo que la Comisión Europea ha urgido a las autoridades nacionales a tomar medidas.
En concreto, en 2024, estas autoridades efectuaron controles a 392.529 productos de los más de 4.777 millones que se declararon en las aduanas de los Veintisiete y acabaron vetando la entrada de 64.322 de ellos por no cumplir con las normas sanitarias, de seguridad o de calidad de la UE, según un informe publicado este jueves por el Ejecutivo comunitario.
Esto significa que por cada millón de importaciones se sometieron a control 82 productos y se rechazaron 13 de ellos, niveles que han caído con respecto a 2022 y 2023 pese a que el volumen absoluto de bienes detenidos en las aduanas y finalmente rechazados se ha incrementado.
Bruselas atribuye este descenso relativo a que las importaciones declaradas se han más que triplicado en ese periodo, desde 1.500 millones de bienes en 2022 a cerca de 4.800 millones el año pasado, y en particular al fuerte aumento de la llegada de paquetes de bajo valor ligados al auge de las ventas por Internet.
"La expansión de las importaciones del comercio en línea ha superado el ritmo al que se implementan las medidas de control", señala la Comisión Europea. Sin embargo, el Ejecutivo comunitario cree que los Estados miembros, en quienes recae el control, deben "hacer mucho más", no solo incrementando la vigilancia, sino también mejorando la efectividad y calidad de los controles, así como la cooperación entre ellos.
Bruselas destaca que el desempeño diverge mucho entre los Veintisiete. El que mejor lo hizo rechazó 175 productos por cada millón de importaciones, mientras que el peor no llegó a bloquear ni uno (0,1). Y si bien admite que los diferentes enfoques y prioridades a la hora de hacer controles pueden ser "legítimos y necesarios", considera que ello "no justifica las grandes discrepancias" y que la falta de vigilancia adecuada en algunos países "es causa de preocupación".
"No es plausible que los productos importados a los Estados miembros con menos resultados sean inherentemente más cumplidores o menos peligrosos que en otros Estados miembros", dice el informe, que no identifica, sin embargo, a los países más y menos efectivos en sus controles.
Bruselas cree que revelar esos detalles haría que los importadores que quieran colar productos que no cumplan desvíen sus paquetes hacia los Estados con los controles más débiles, según fuentes comunitarias. La Comisión Europea ha entablado un diálogo con aquellos que peores resultados tuvieron en 2024 para que mejoren y espera que la reforma de las aduanas de la UE, que está pendiente de la negociación entre los Estados miembros y la Eurocámara, suponga un cambio.
"Mejorará la gestión del riesgo, reforzará la cooperación entre las autoridades aduaneras y de vigilancia del mercado y modernizará la aplicación de las reglas para los productos", afirmaron.
Los más rechazados: productos sanitarios y de China
Entre los productos que fueron rechazados en las aduanas en 2024, la mayor parte de ellos (82 % del total) procedían de China, que ha registrado un aumento del 179% en sus importaciones bloqueadas desde 2022, seguida de lejos por los de Estados Unidos (6 %) y Reino Unido (4 %).
Por categorías, la mayoría de importaciones a las que se denegó la entrada eran productos sanitarios (48%), dónde los rechazos se han multiplicado por cinco desde 2022. Detrás figuran los productos del hogar (23%), los electrónicos y tecnológicos (15%) y los destinados a niños y bebés (4%).
Para entrar en la UE, todos los productos deben cumplir las mismas normas técnicas, de seguridad, sanitarias y medioambientales y para verificarlo las autoridades aduaneras pueden hacer controles físicos, de documentación o test en laboratorio.