El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha avisado este martes de que los aranceles para las importaciones farmacéuticas podrían llegar a alcanzar el 250%, después de que el inquilino de la Casa Blanca avisara la semana pasada a 17 compañías del sector de la necesidad de que se comprometan a bajar los precios de los medicamentos en el país. Durante una entrevista con la cadena estadounidense CNBC, el mandatario estadounidense ha planteado que inicialmente impondrá un "pequeño arancel" a los productos farmacéuticos, pero que posteriormente, en un año o un año y medio como máximo, podría elevar esa tasa al 150% y luego al 250%.

En la misma entrevista a la cadena, Trump adelantó que espera anunciar la semana próxima aranceles a los semiconductores y chips para forzar a que esos componentes de alta tecnología se fabriquen en Estados Unidos. El mandatario aseguró que "la próxima semana o así" su Administración anunciará aranceles específicos a los semiconductores y chips, "porque queremos que se hagan en Estados Unidos", al tiempo que recordó la multimillonaria inversión que la taiwanesa TSMC ha hecho en Arizona (durante el mandato de Joe Biden) para producir estos componentes en Estados Unidos.

Tanto la medicinas, como los semiconductores y productos como los automóviles, el acero y el cobre, están en el bloque de las tasas arancelarias para sectores concretos.

Pequeño arancel

En relación con los medicamentos, matizó que inicialmente “impondremos un pequeño arancel a los productos farmacéuticos, pero en un año -un año y medio como máximo- subirá al 150% y luego al 250% porque queremos que los productos farmacéuticos se fabriquen en nuestro país", comentó Trump. A principios de julio, Trump ya había amenazado con imponer fuertes aranceles a las farmacéuticas que no trasladasen su producción a EE. UU., aunque en aquel entonces el gravamen que había planteado era del 200%.

La semana pasada, el presidente Trump envió cartas a 17 multinacionales del sector farmacéutico en las que demanda a las empresas "un compromiso vinculante" para bajar los precios de los medicamentos en Estados Unidos para alinearlos con los aplicados en otras economías avanzadas. Las 17 farmacéuticas a las que Trump envió las cartas, según publicó en su perfil de TruthSocial el propio Trump, fueron AbbVie, Boehringer Ingelheim, Bristol Myers Squibb, Novartis, Gilead, EMD Serono, Pfizer, Novo Nordisk, AstraZeneca, Amgen, Genentech, J&J, GSK, Merck, Regeneron, Sanofi y Eli Lilly.

En las cartas enviadas a los máximos ejecutivos de estos laboratorios, el mandatario recuerda la orden ejecutiva del pasado 12 de mayo en la que exige a las farmacéuticas garantizar que los ciudadanos estadounidenses paguen los mismos precios por los medicamentos que otros países desarrollados. En este sentido, Trump asegura que "lo único que aceptará de las farmacéuticas es un compromiso que alivia a las familias estadounidenses de los precios inflados de los medicamentos" para lo marca un plazo de 60 días.

De este modo, el presidente del país norteamericano reclama a los laboratorios que ofrezcan los llamados precios de "nación más favorecida" a todos los pacientes acogidos al programa de salud gubernamental Medicaid para personas de bajos ingresos, y que garanticen dichos precios para los nuevos medicamentos. En su carta a los ejecutivos de estas 17 grandes farmacéuticas, Trump asegura que la colaboración hacia la paridad de precios sería lo mejor para las empresas, el Gobierno y los pacientes estadounidenses y advierte de que, en caso de rechazar la propuesta, su Administración "desplegará todas las herramientas de su arsenal" para proteger a las familias estadounidenses de prácticas abusivas en los precios de las medicinas.