Los vehículos eléctricos pueden ser un problema para los garajes de cierta antigüedad según un último estudio de la Asociación Británica de Aparcamientos (BPA) que asegura que el sobrepeso y el de los híbridos enchufables puede afectar la estructura de los aparcamientos. Esta información también se la ha hecho suya la patronal española Faconauto y explica el porqué. Así pues, los aparcamientos de varias plantas y subterráneos podrían colapsarse bajo el peso de los vehículos eléctricos, según informan los ingenieros que han elaborado este estudio porque los coches eléctricos, que son aproximadamente el doble de pesados que los modelos estándar, podrían causar daños "catastróficos", tal como subraya la British Parking Association (BPA), y hace un llamamiento para que las administraciones públicas realicen cambios estructurales urgentes.
Las baterías deben ser más ligeras
Los datos son británicos, pero porcentualmente similares a la de los estados miembros de la Unión Europea. Así pues, en Gran Bretaña, la mayoría de las 6.000 instalaciones subterráneas y de varios pisos del país se construyeron según una guía basada en el peso de los coches populares de 1976. Pero los coches eléctricos actualmente en el mercado del Reino Unido son mucho más voluminosos. Por ejemplo, el Tesla Model 3 más vendido pesa 2,2 toneladas a plena carga, cosa que lo hace más de un 50% más pesado que la media de los diésel o gasolina. El ingeniero estructural Chris Whapples, miembro de la BPA que representa a los propietarios de aparcamientos, ha avanzado: "Si un vehículo es más pesado de lo que se diseñó originalmente el aparcamiento, los efectos podrían ser catastróficos. Todavía no hemos tenido ningún incidente, pero sospecho que es solo cuestión de tiempo. Hemos recomendado que se haga un control de carga en todos los aparcamientos antiguos. Y la industria está respondiendo".
La importancia del vehículo eléctrico
Los vehículos eléctricos son más pesados principalmente a causa de las baterías que se utilizan para alimentarlos, y el marco reforzado y la suspensión necesaria para acomodarlos. "Todos los componentes internos hacen que estas baterías sean mucho, muy pesadas," añade Whapples. "Hoy en día, la batería forma el suelo de la mayoría de los vehículos eléctricos. Está contenido en prácticamente toda la huella del vehículo, de eje a eje", concluye. Los coches eléctricos han aumentado en popularidad en los últimos años. Hoy se calcula que hay unos 620.000 en la carretera en el Reino Unido y 440.000 híbridos enchufables que utilizan tanto gasolina como electricidad. Uno de cada diez coches nuevos vendidos en el 2021 era eléctrico y se espera que las ventas superen los motores diésel a finales de este año, un aumento impulsado por preocupaciones medioambientales, pero también por el aumento de los costes del diésel, las tasas de congestión del centro de la ciudad y la zona de ultra bajas emisiones de Londres.
Si entramos nuevamente en la comparativa de aquí, en España si hablamos de turismo con enchufe, la cifra se eleva a 78.329 unidades, un 9,63% del total de matriculaciones, que está lejos de la media de la Unión Europea, donde llega al 19,3%. Si lo comparamos con hace un año, el anterior 2021, el crecimiento es de solo de un 1,8%. Habría que ver si, con disponibilidad de modelos, las cifras mejorarían, pero también con la instalación de puntos de recarga que están lejos de las previsiones hechas. España cerró en el 2022 con 16.565 puntos de recarga eléctrica de un total de 45.000 que se había marcado el mismo gobierno central. Y de los instalados finalmente, más de 3.000 presentan problemas de funcionamiento.
Discrepancias sobre el peso
El Instituto de Ingenieros Estructurales inglés actualizará sus recomendaciones de diseño para aparcamientos subterráneos y de varias plantas a finales de enero, para recomendar plazas de aparcamiento mayores y una capacidad para soportar el aumento de cargas. Eso solo afectará a los nuevos edificios, pero reforzar los aparcamientos existentes podría resultar prohibitivo y, por lo tanto, no se descarta la opción de acabar restringiendo la entrada de vehículos eléctricos o en función de su peso. Ben Nelmes, director general de la consultora de automovilismo verde New AutoMotive, ha impugnado las afirmaciones de la BPA como "extrañas y engañosas" y pone un ejemplo para no perder imagen: "Los coches de gasolina o diésel más vendidos al Reino Unido van desde el Nissan Qashqai hasta el VW Golf 8 y el Kia Sportage que pesan entre 1,4 y 1,7 toneladas. El coche eléctrico más vendido, el Tesla Model Y, pesa 1,6 toneladas y el Mini eléctrico pesa lo mismo que un Mini Cooper con 1,3 toneladas. Los dos modelos eléctricos se encuentran dentro o por debajo del rango de peso de los coches de gasolina o diésel más populares y, sin embargo, el BPA sigue centrándose en el peso de las baterías dentro de los coches eléctricos como motivo de preocupación, mientras que casualmente se olvida de marcar que las baterías son cada vez más ligeras".