"Estabilidad". "Paz social". "Progreso y convivencia". "Certidumbre y previsibilidad". El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha echado mano de unos cuantos términos para dejar claro a las multinacionales que sus inversiones y proyectos están seguros en España. Tras unos días de fuertes protestas con cargas policiales ante la sede del PSOE de Ferraz, en Madrid, por la aprobación de la ley de amnistía con Junts, y con las empresas mirando de reojo que la inestabilidad no les afecte, el mandatario ha aprovechado la clausura del Congreso del 10 Aniversario Multinacionales con España para mandar un mensaje de tranquilidad a las empresas, según informa la agencia Europa Press. Por ahora, el IBEX avala su mensaje y se sitúa en máximos desde la pandemia a punto de alcanzar los 10.000 puntos. 

El ejecutivo español pretende "seguir ofreciendo certidumbre y previsibilidad", ha defendido Sánchez. "Por eso, la apuesta por la estabilidad, la paz social, el progreso y la convivencia que hacemos tiene, yo creo, una dimensión económica evidente y vamos a perseverar en ese camino", ha añadido. España, ha dicho, es un destino de excelencia para invertir, pero no solo preocupándose por los beneficios, objetivo "legítimo" según el líder del gobierno, sinó que las empresas también tienen que "implicarse y preocuparse" por el impacto social que genera la actividad económica en el país. 

 

 

Para armonizar objetivos sociales y económicos, Sánchez ha defendido "transformaciones extraordinariamente relevantes" para el país, que exigirán la colaboración público-privada, como se está viendo en procesos como la transición verde y los Fondos Next Generation y PERTE para fomentar las energías renovables. "Las empresas necesitan al sector público y el sector público necesita a las empresas", ha dicho Sánchez, que ha querido espantar a los "agoreros de catástrofes" defendiendo las previsiones de crecimiento del 2,4% de la Comisión Europea

Mejorar la cualificación de los trabajadores, potenciar los incentivos para los parados de larga duración, controlar o reducir la inflación y establecer una política fiscal sostenible de acuerdo con las normas fiscales que ha de aprobar la Unión Europea son algunos de los objetivos principales de España, ha defendido Sánchez. "Tengo que deciros que yo estoy muy ilusionado con toda esta política de reindustrialización porque supone cohesionar a nuestro país en el ámbito social y, sobre todo, en el ámbito económico", ha dicho. 

Para atraer la inversión, ha defendido Sánchez, "ya no hay que escoger entre crear ocupación y mejorar las condiciones de los trabajadores". Son dos avances que van de la mano, ha defendido. "Hemos demostrado que los intereses de la ciudadanía y de las empresas pueden alinearse", ha dicho, y ha defendido que España tiene las condiciones necesarias para erigirse como un país "imparable" en materia económica.

Las multinacionales ven "imprescindibles" la paz y la estabilidad

En representación de las empresas, la presidenta de Multinacionales con España, Paloma Cabrera, ha destacado el papel "clave" que estas grandes empresas tienen para la construcción de teido social en España. España, ha recordado, cuenta con más de 14.700 filiales de empresas extranjeras que generan el 27,5% de actividad empresarial y emplean a dos millones de personas de forma directa y a otros 2,6 de manera indirecta. 

"Competimos en un mercado global y en este contexto es necesario contar con un entorno político, económico y social que facilite la actividad empresarial y comercial en España", ha defendido Cabrera, que ha dicho que esa estabilidad jurídica y certidumbre son "imprescindibles" para mantener la confianza de los inversores. "Nuestro país debe aspirar a liderar la atracción de inversión global en los próximos años", ha dicho. 

La asociación ha aprobado para ello en Plan Atrae, con propuestas de mejora para el estado que resalta como prioritario avanzar en entorno social, territorial, físico, regulatorio y administrativo con tal de atraer y mantener inversiones.