El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, ha participado este miércoles en un panel al Foro Económico Mundial de Davos sobre el futuro del trabajo en la era de las transformaciones tecnológicas. Ha centrado su discurso en los riesgos y oportunidades que vive el mundo laboral en esta adaptación. "La tecnología está a la raíz del problema y a la raíz de la solución", ha dicho, y ha destacado que la gestión de este cambio puede ser clave para la creación de 20 millones de trabajos en los años próximos. En la Unión Europea, los proyectos de reskilling "pueden crear un millón de trabajos en los próximos dos años y 5 millones en los próximos 6" ha dicho. Ahora bien, Pallete también ha alertado que existe un riesgo importante de "malestar social" si esta transición de trabajos hacia el nuevo paradigma tecnológico no se hace bien.

Su participación en la mesa ha coincidido con la publicación por parte de la filial peruana de Telefónica de que tendrá que pagar a la Hacienda peruana 790 millones de euros de sanción, la más importante de su historia, por un conflicto que tenía abierto debido al pago del impuesto de la Renta de los años 2001 y 2002, aunque la compañía ha asegurado que ya tenía esta cantidad provisionada. 

La participación de Pallete, no obstante, se ha centrado al tema del panel, como es habitual en este tipo de ciclos, y no ha habido mención a este litigio. Sobre el malestar social que puede generar una mala transición tecnológica, ha añadido que se puede traducir en "populismos masivos", ha avisado, y ha destacado la cifra que solo el 13% de la población mundial vive hoy en democracias liberales, "el porcentaje más bajo que hemos visto recientemente en el planeta". En el panel han participado también el secretario de Trabajo de Estados Unidos y máximo representante del gobierno de los Estados Unidos en Davos, Martin J. Walsh, así como el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) Gilbert Houngbo y Pamela Coke-Hamilton, directora ejecutiva del Centro de Comercio Internacional (ITC). La transformación tecnológica y digital y la brecha que existe en el mundo entre los 40 millones de puestos de trabajo que faltan por cubrir y los desempleados ha centrado el debate. En Europa, ha recordado Pallete, el gap es de 5 millones de puestos por cubrir y 10 millones de desempleados. 

Pallete ha resaltado que "el modelo de educación tradicional no va a poder absorber bien toda esa transición" y en ese contexto ha destacado la importancia de "la colaboración público-privada" en la creación de empleos tecnológicos y el reciclaje de profesionales desfasados o desempleados. "La tecnología no tiene valores, son las personas las que le dan un valor", ha defendido, así como ha resumido que los cambios tecnológicos "destruirán millones de lugares de trabajo y crearán millones de lugares de trabajo". Para Pallete, la formación es clave para "que los que tengan trabajo lo conserven y quienes no lo tengan consigan uno". Así, ha destacado como ejemplo de educación alternativa a la tradicional la Escuela 42, "sin profesores, sin título oficial, y que en una primera ola cuando publicamos 300 plazas se apuntaron 7.000", ha dicho. 

El secretario de Trabajo estadounidense ha puesto el foco en el hecho de que en el país "hay trabajo, pero no gente cualificada para ello", lo que empuja a muchos trabajadores a renunciar a sus empleos al no sentirse cualificados para ello. Walsh ha valorado el sistema de prácticas remuneradas vigente en muchos países europeos, que podría ser parte de la solución en Estados Unidos.

Desventaja europea por los precios de la energía 

En otro de los paneles destacados de la mañana en Davos, el comisario de Economía de la Unión Europea, Paolo Gentiloni, ha asegurado que la UE tiene mayor desventaja competitiva para la industria con Estados Unidos por los precios de la energía que en relación a la nueva Ley para la Reducción de la Inflación (IRA) estadounidense, con la que Estados Unidos ha potenciado la inversión con 369.000 millones de euros, según informa Europa Press. 

"La desventaja competitiva de nuestro sector radica en los precios de la energía, mientras que el IRA viene a sumarse a esto", ha señalado el comisario durante su intervención en un panel en el marco del Foro Económico Mundial, que se celebra en Davos (Suiza) y en el que ha participado junto a otros economistas y periodistas. A su juicio, la escalada de los precios de la energía derivada de la guerra de agresión de Rusia a Ucrania es lo que supone el "verdadero reto", ya que tras haber sido "muy exigentes" con la transición ecológica, esta "presión" sobre la regulación y esta "desventaja" podrían suponer un problema de competitividad.

Gentiloni se ha posicionado también sobre la reforma del mercado eléctrico pero ha avanzado que Bruselas no presentará una propuesta legislativa concreta hasta que los Estados miembro no alcancen un nivel de consenso "decente", algo que el comisario prevé de cara "posiblemente en marzo".

En este sentido, ha subrayado que otro de los grandes retos a los que debe hacer frente la UE es la eliminación gradual de las medidas de apoyo para hacer frente a los elevados precios de la energía, pero ha advertido de que "cuanto más tiempo se mantengan universales, más arriesgada será su supresión", porque se utilizaron para frenar la inflación, pero si perduran demasiado tiempo, podrían causar un repunte.

Al mismo tiempo, ha recordado que los Estados miembro deben mantener inversiones en gasto público, al contrario de lo que ocurrió después de la crisis financiera. "Soy optimista porque veo una concienciación en la UE para mantener fuertes nuestras inversiones para objetivos estratégicos futuros", ha reconocido Gentiloni, consciente también de que se trata de un "reto político" y de que es "fácil alabarlo" desde Bruselas pero "difícil" aplicarlo en los Estados miembro.