El Mobile World Congress sirve para hablar de telefonía, pero también de coches voladores, aviones, juegos y salud. De hecho, la tecnología ha tardado más que en otros sectores en llegar, con respecto a la sanidad y la salud. Pero ahora ya, sobre todo con la llegada del deep learning y la IA, hay una explosión con la tecnología que tiene la intención de aplicarla, aunque también es verdad que no es lo bastante madura.

En este sentido, Josep Monterde, doctor en farmacia y CEO de Asserta, subraya la necesidad de "saber diferenciar entre las realidades maduras y los futuribles, aquello que un día llegará, pero todavía no tenemos. Nosotros estamos tomando decisiones que afectan a la salud de las personas y, por lo tanto, la tecnología no se puede permitir tener un 10% de errores, ya que tendría impacto en los pacientes". De aquí la importancia de aplicar una tecnología con resultados objetivos y reales. En otros sectores, como el de hostelería, le puede venir fantástico tener datos e información con un 90% de aciertos, en el sector salud eso no puede ser.

Colaboraciones con Indra

A partir de este punto de partida nace la catalana Asserta en el año 2012, una pyme con 12 personas al frente, centrada en ayudar a las instituciones y organizaciones sanitarias para poner a su alcance, la conversión de datos en conocimiento útil y sirva para mejorar tratamientos y reducir gastos, ya que los sistemas sanitarios están siendo muy tensionados por este aspecto. "Hemos priorizado la excelencia y la focalización en el proceso farmacoterapéutico por encima del crecimiento desmesurado. Somos profesionales sanitarios que venimos de ejercer durante muchos años en este sector y de este ADN no salimos", destaca Monterde.

Asserta es una empresa de cariz multidisciplinar donde interactúan clínicos, informáticos y científicos de datos. Situados en Sant Quirze el Vallès, trabajan en una veintena de países en la América Latina, Europa y España y en Oriente Medio, en Baréin, donde han colaborado en la digitalización de todo el sistema de salud del país junto con Indra. Y, a nivel de investigación, participan en proyectos como el programa Horizon de la Unión Europea.

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Fotografía: Miquel Muñoz

"Be an activist" para combatir las bacterias

El reto principal que se han marcado no es menor: combatir la resistencia bacteriana, el gran mal del siglo XXI que irá a más, según alertan entidades como la misma OMS que ya advierten que el año 2050, hasta 10 millones de personas morirán en todo el mundo por culpa de no tener medicamentos adecuados que puedan combatir unas bacterias que se habrán convertido en resistentes en los antibióticos que disponemos.

¿Cómo interviene la tecnología? En Catalunya a y en el resto del Estado, así como en otros países, tanto las Administraciones como los profesionales de la salud (médicos, farmacéuticos y enfermeras) están seriamente implicados desde hace años con grandes esfuerzos y dedicación de los cínicos a través de lo que se conoce como equipos PROA (Programa de Optimización del uso de los Antibióticos). Además, en Catalunya, el VINCAT lleva a cabo un programa de control de infecciones que incluye el análisis anual de los datos epidemiológicos y del consumo de antibióticos en los hospitales de Catalunya. Obtener estos datos no es nada sencillo y, a menudo, es bastante farragoso. Por tanto, es necesario que ayudemos a los profesionales.

Los sistemas informáticos actuales generan una cantidad enorme de datos que
pueden convertirse en conocimiento y la tecnología es fundamental. El reto
es poder integrar todos estos datos en un único sistema de información que, en
además, esté permanentemente actualizado y que, por tanto, permite a los profesionales la monitorización de los datos de uso de los antimicrobianos y del estado de las resistencias en cada entorno.

En el Mobile World Congress, Asserta ha presentado la aplicación, Fleming Antimicrobial Stewardship, que integra datos de diferentes fuentes y genera indicadores, en tiempo real, del uso de antibióticos, de la situación y patrones de resistencia antibiótica y de resultados en salud. Es decir, permite que la información esté permanentemente actualizada. Y esto lo hace tanto para hospitales, como para atención primaria y, además, circunscrito a entornos específicos oa áreas geográficas. Esta aplicación permite la detección rápida de problemas y la implantación precoz de soluciones para resolverlos.
La aplicación está implantada y ampliamente utilizada, desde hace unos años, en más de 600 centros de atención primaria y 14 hospitales en España y Latinoamérica.

Integra datos de más de 80 laboratorios distintos, con una cobertura de población de siete millones de personas, por tanto, esta aplicación está avalada
por una utilización real en la práctica clínica diaria.” También, han querido aprovechar el escaparate del Mobile World Congress para llamar la atención sobre la importancia de frenar la tendencia del aumento de resistencias a los antibióticos y por eso han presentado la campaña Be an activist to overcome bacterial resistances (se un activista para poder vencer las resistencias bacterianas).

En esta perspectiva trabaja la catalana Asserta. Nosotros nos movemos, precisamente, en el entorno de la ayuda a la toma de decisiones clínicas en el día a día. Tenemos experiencia real de años y sabemos la serie de problemáticas y situaciones que la tecnología puede resolver ya, ya que permite utilizar la inmensa cantidad de datos que generan todos los sistemas informáticos. Tener aplicaciones que ayuden a los profesionales a analizarlas permite identificar oportunidades de mejora en términos de resultados en salud y de reducción de gasto, que es uno de los otros problemas que tensionan la sostenibilidad de los sistemas sanitarios.

Los antibióticos no pueden con todo

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Fotografía: Miquel Muñoz

Y encontramos ejemplos lo bastante comprensibles como un caso que vivió Asserta en Perú: "Nosotros estábamos ayudando en dos hospitales y sus respectivas áreas de atención primaria para optimizar el uso de medicamentos, entre ellos los antibióticos. Detectamos que en los dos hospitales se había producido un incremento muy grande de un antibiótico de los de reserva, que se debe guardar para las ocasiones especiales. Analizando los datos, vimos que eran infecciones urinarias en mujeres que, por definición, no son complicadas si no se complican. Fuimos estirando del hilo y analizando todos los datos y vimos que estaban tratando las infecciones con antibióticos que tenían un 70% de resistencias, por lo tanto, no funcionaban, se alargaban y tenían que ir al hospital. No era mala praxis, era falta de información actualizada. Las bacterias, en aquella zona, habían mutado y se habían convertido en resistentes en aquellos antibióticos que antes no lo eran. Trabajamos con ellos y se establecieron nuevos protocolos que antes no existían. Si la información va retardada, siempre vamos en remolque. Detección precoz quiere decir intervención temprana y, por lo tanto, evitar que las resistencias se generen y propaguen".

Si vamos al terreno personal del día a día, ¿qué podemos hacer delante de eso? "La gran recomendación con respecto a los antibióticos es que se deben utilizar de forma prudente y responsable, no más o menos. Gracias a los antibióticos se han cuidado muchas enfermedades infecciosas. Pero su uso, tal como hemos ido haciendo hasta ahora a todo el mundo y en otros sectores como el ganadero o agrícola, ha generado que todo vaya mucho más rápido".