Ni a los sindicatos ni a los empresarios les gusta la “mochila austriaca” que el Partido Popular pretende implantar en el mercado laboral en España si llegase a La Moncloa tras las elecciones generales del próximo 23 de julio. Es un fondo individual para cada trabajador que servirá como sustituto de la indemnización que debería recibir en caso de ser despedido. Funciona como un fondo de pensiones, pues las empresas van dotándolo poco a poco, para en caso de despidos futuros no tener que hacer frente a las indemnizaciones de golpe. El fondo tiene carácter individual, pues el titular es el trabajador -no la empresa- que mantendrá esta cuenta activa durante toda su vida laboral, aunque cambie de forma voluntaria o involuntaria de empleo, pues se lo lleva consigo allí donde desempeñe su profesión. De aquí su nombre de “mochila”.

De cara a los trabajadores, su principal ventaja es que si nunca son despedidos podrán recuperar el dinero que haya ido acumulando a lo largo de los años una vez se jubile, como un extra a su pensión. El inconveniente es que si fuese despedido, no recibiría una indemnización, como sucede en la práctica totalidad de los países europeos, sino que recibiría el dinero del fondo, sea el que sea. En caso de despido, el trabajador puede optar por cobrar el dinero de golpe (como una indemnización), o guardarlo para seguir aumentando el fondo para el futuro. El adjetivo de “austriaca” se debe a que se aplica desde 2003 en ese país.

El debate sobre la importación de la “mochila austriaca” a España arranca en la época de Zapatero en el Gobierno, cuando se empezó a analizar. Sin embargo, ni con gobiernos socialistas, ni con populares se ha llegado a aplicar. El Banco de España ha defendido el modelo, pues hace un par de años elaboró un informe con la propuesta de crear un fondo ligado a cada trabajador en el que la empresa iría adelantando una parte del despido y que se pudiese mover de un lado a otro.

Propuesta del Partido Popular

La idea ha rondado a los dirigentes populares. El pasado lunes, tras un mitin de Alberto Núñez Feijóo en Barcelona, el PP remitió un comunicado en el que recogía una veintena de medidas de ámbito económico que se incluirán en su programa electoral, aun sin publicar. Entre ellas, la decima octava dice escuetamente: “Introducir cuentas individuales portables para los trabajadores que puedan usar ante diversas contingencias de su vida laboral”. No usa el término “mochila austriaca”, como se conoce popularmente, pero es una clara referencia. Cuca Gamarra, secretaria general del PP, dijo en el debate parlamentario sobre la Reforma laboral que su partido apostaba por el modelo y Juan Bravo, responsable del área económica, también ha hecho referencia a la mochila austriaca en varias ocasiones. Sin embargo, a pesar del comunicado, hay un cierto mutismo alrededor de la medida. Economistas ligados al programa electoral del PP declaran a ON ECONOMIA desconocer los matices de la propuesta sobre la que estarían trabajando expertos en el mercado laboral.

No obstante, la aparición en el comunicado ha generado suspicacias entre los agentes sociales. En la CEOE se muestran cautos y fuentes oficiales declinan hacer comentarios sobre cualquier medida electoral, pues prefieren posicionarse cuando el próximo Gobierno haga propuesta concretas en una mesa de diálogo. Pero más allá de las fuentes oficiales, los empresarios siempre se han mostrado contarios a un modelo que supone un incremento de los costes para las empresas que se verían obligados a una nueva cotización para la “mochila austriaca”. Además, no gusta mucho la “colectivización de la indemnización”, pues alguna empresa se ahorrará dinero gracias a los fondos aportados por las anteriores. Máxime, si se tiene en cuenta que el trabajador pudo abandonar una empresa de forma voluntaria para ir a trabajar a otra que finalmente le ha despedido.

Por otro lado, el modelo necesitaría un periodo de transición muy largo, pues hay que dotar millones de fondos individuales de trabajadores que ahora tienen derecho a una indemnización -que puede llegar a 33 o 45 días por año trabajado en caso de despido improcedente-. Incluso se ha llegado a plantear, de forma tímida, que la supuesta mochila austriaca arrancase con alguna aportación pública procedente de los fondos Next Generation. Algo difícil de justificar, pues se trata de ahorrar las indemnizaciones futuras a las empresas.

Ataque a la reforma laboral

Más radicales se muestran los sindicatos. Fernando Luján, vicesecretario de UGT de Política Sindical, señala a ON ECONOMIA que la “mochila austriaca” supone un “despido libre y gratuito a cambio de un plan de pensiones que ya existe”, lo que entraña un ataque a la línea de flotación de la reforma laboral. Por este motivo, el dirigente sindical insta a los populares a que aclaren se posición sobre la reforma laboral y otros acuerdos que se han alcanzado en el consenso entre empresarios, sindicatos y Gobierno como la primera parte de la reforma de la Seguridad Social y la del RETA de los autónomos.

Sobre la mochila austriaca, Luján explica que de introducirse implicaría terminar con las indemnizaciones. Y algo que para él es especialmente grave: se acaba con el “carácter disuasorio de la indemnización”, que por el coste que acarrea, la empresa se piensa el despido. El vicepresidente de UGT explica que esta medida es un ataque frontal contra la reforma laboral porque, una vez que la empresa ya no tiene que abonar indemnización -está cubierta por la mochila austriaca- poco importa el modelo de contrato del trabajador, pues sea indefinido o temporal el coste del despido es cero. Lo que romperá, también, la causalidad del contrato, pues una vez que el despido es gratis, poco importa la modalidad elegida.

En su opinión, se está vendiendo esta fórmula con “términos amables y ambiguos”, pero la mayoría de la gente desconoce que se trata de un despido gratuito, y sólo se le “vende” que es un fondo individual del que podrá disponer al final de su vida laboral. Poco o nada se habla de las indemnizaciones, dice el dirigente de UGT, que considera que la "mochila austriaca" va contra lo legislado en la Unión Europea.

Carlos Martín, director del Gabinete económico de CC.OO. y candidato de Sumar al 23-J, apunta que no tiene muy claro si Feijóo sabe con exactitud que implica la mochila austriaca, “una medida que no gusta a las empresas por el aumento de los costes que conlleva”, especialmente para las pymes. Y remarca que el modelo solo se ha implantado en Austria, “lo que dice poco a favor de la mochila”, un país con pleno empleo donde es muy fácil cambiar de trabajo o encontrar uno en caso de ser despedido. Algo que no es extrapolable a España.

En su opinión, la creación de estos fondos individuales interesa a la banca, pues supondrá un nuevo negocio el gestionar todo este dinero. Y apunta el interés que se ha mostrado por el modelo en Fedea, el think tank económico. De hecho, el responsable de la nueva fundación creada por Feijóo, Fundación Concordia y Libertad, está presidida por Pablo Vázquez, ex presidente de Renfe con los populares y ex presidente de Fedea.