En un año electoral como el que acaba de arrancar, los españoles tienen derecho a saber si el Partido Popular pretende derogar o mantener algunas de las reformas aprobadas en esta legislatura, en especial la reforma laboral y la de pensiones en las que han participado los agentes sociales a través del diálogo social. Así lo considera el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, por lo que esta mañana ha solicitado, a través de los medios de comunicación, que el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, aclaré cuáles sus intenciones si llegase al Gobierno. Álvarez ha aclarado que no hace tal petición con intenciones partidistas, sino que lo pide para “despejar incertidumbres” y ayudar a los electores “a votar con más tranquilidad” en las próximas citas electores de este año.

Álvarez justificó esta solicitud en la posición que mantuvo el PP durante la tramitación parlamentaria de la reforma laboral -en la que tras una accidentada votación en la que el Gobierno la sacó adelante por un solo voto-, cuando la portavoz popular, Cuca Gamarra prometió derogar la reforma si el Partido Popular gobernase en la próxima legislatura. E, igualmente, el sindicalista ha reclamado a Feijóo una posición clara sobre la reforma de las pensiones y una de sus principales medidas, la revalorización de acuerdo al IPC, que ha recibido la oposición del PP este año por la subida del 8,4%.

Año electoral

"Estamos entrando en un año electoral muy importante en nuestro país y creo que, cuando se va a un proceso electoral tan importante, es bueno despejar incógnitas. En ese sentido, el silencio no despeja incógnitas”, ha dicho esta mañana Álvarez que ha insistido varias veces en que “hay muchos ciudadanos que van a ir a votar con mucha más tranquilidad si tienen ese tema despejado. Es una demanda justa después de la presentación de los 60 puntos ayer", ha comentado el líder de UGT.

Álvarez ha hecho alusión al plan de calidad institucional con 60 medidas anunciado el lunes por Feijóo en Cádiz. En su opinión, el líder popular ha contado con "una gran ocasión" para aclarar su posición sobre las dos reformas, la laboral y la de pensiones, sobre las que ha mostrado dudas y hablar, así, sobre cuestiones "más importantes" para los ciudadanos. El documento presentado ayer por el presidente del Partido Popular, titulado Plan de calidad institucional”, tiene la pretensión de mejorar “la democracia”.

Pensiones

Aunque el secretario general de UGT se ha centrado en el inicio de su intervención en reclamar al PP su posición sobre la reforma laboral, posteriormente ha sumado la reforma de pensiones. "Se ha hecho una cosa tremenda, que es intentar por tierra, mar y aire que no se subiera las pensiones", ha apuntado. "Los pensionistas de nuestro país están recibiendo las cartas y los pensionistas recibirán el aumento de la pensión del 8,5%. La reforma que dejó el PP tiene como máximo un 0,25%. Creo que es bueno saber si el PP va a volver al 0,25% o no", ha expuesto Álvarez.

También ha manifestado su preocupación por otras declaraciones de Gamarra sobre las pensiones, en concreto, por la subida de la edad de jubilación a los 70 años, por encima de los 67 años actuales. Aunque el sindicalista considera improbable que el Partido Popular incluya en su programa o proponga durante la campaña la ampliación tres años más la edad de jubilación. En cualquier caso, ha matizado que "si se dice eso con ánimo de cambiar la legislación, sería bueno que aparezca en las cuestiones programáticas y no que en esos 100 días primeros de Gobierno nos aparezcan estas cuestiones", ha puntualizado.

Álvarez ha señalado al PP de que las organizaciones sindicales encararán el proceso electoral con más tranquilidad y con menos presión si tienen la seguridad de que no derogará la reforma laboral ni se tocarán las pensiones.

"Calviño puede esperar sentada toda la vida"

El líder de la UGT también ha aprovechado su comparecencia para explicar el balance de la reforma laboral tras un año de su aprobación, para expresar la posición de su sindicato en materias pendientes como la subida del salario mínimo interprofesional o la segunda parte de la reforma de pensiones. Sobre la tardanza de la aprobación del SMI, que debería haber entrado en vigor el 1 de enero, insta al Gobierno a que cumpla con la ley y apruebe el SMI con urgencia y critica las declaraciones de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, que ha reclamado un acuerdo previo entre sindicatos y empresarios.

“La ley [Estatuto de los Trabajadores que regula la subida del SMI] no insta a un acuerdo con los agentes sociales, solo obliga a consultas que, además, no tienen porque ser presenciales”, ha dicho Álvarez. “Calviño puede esperar sentada toda una vida, pues no va a producirse un acuerdo con la CEOE mientras mantenga que el SMI debe subir este año un 4%”. UGT solicita un incremento del 10%, “en línea con otros países comunitarios”, ha señalado.

El día de la marmota

Sobre la reforma de pensiones que negocia el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, Álvarez ha asegurado que no ha habido nuevas reuniones y que toda la información que conocen la reciben por los medios de comunicación. “Estamos en el día de la marmota, no hay nada nuevo”. Y ha reiterado que los sindicatos exigen al Gobierno garantía parlamentaria antes de cerrar un posible acuerdo, ya que esa ampliación del periodo de cálculo de la pensión no aparece dentro de las recomendaciones del Pacto de Toledo.

"Cuando el Gobierno cuente con apoyo político necesario, también dentro del propio Gobierno, será el momento de ver si podemos cerrar y concluir un acuerdo con las organizaciones sindicales", ha informado el líder de UGT. Escrivá cuenta con el rechazo tanto de sindicatos como empresarios que rechazan el aumento progresivo del periodo de cálculo de la pensión de los 25 años actuales a un total de 30 años, con el descarte de los dos peores años cotizados. Desde el Ministerio insisten en que es un compromiso adquirido con Bruselas que están obligados a cumplir.