Desde este lunes, los jóvenes de hasta 35 años empadronados en Catalunya podrán solicitar los nuevos préstamos 'Emancipació' que permitirán financiar a las personas sin ahorros la entrada de su primera vivienda. Estos préstamos, impulsados ​​por el Instituto Catalán de Finanzas (ICF) y la Agencia de la Vivienda de Cataluña (AHC), cubren hasta el 20% del valor del inmueble, con un tope de 50.000 euros, no tienen intereses y no tendrán que devolverse hasta que la hipoteca esté pagada, ya que tienen 30 años de carencia.

"Se trata de un producto pionero, ambicioso y que ofrece una solución innovadora a uno de los grandes problemas que afrontan los jóvenes a la hora de comprar su primera vivienda, que es el pago de la entrada. Para ello destinaremos 100 millones de euros anuales, hasta llegar a los 500 millones en los próximos cinco años", destaca la consellera de Economía y Finanzas en un comunicado.

“Los préstamos Emancipación son un buen ejemplo de la política pública de viviendas que está impulsando este Gobierno: una iniciativa innovadora y transversal, en la que colaboran diferentes departamentos y entidades privadas, y que beneficia a un sector muy importante de la población, como son los jóvenes”, añade la consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Silvia Paneque.

Los jóvenes interesados ​​en pedir este préstamo Emancipación tendrán que crear una cuenta o acceder como particulares al Espacio cliente de la banca digital del ICF, donde podrán iniciar la solicitud. Después de indicar sus datos y los de la vivienda que desean comprar, recibirán un correo de confirmación con las instrucciones que deberán seguir. No obstante, la entidad señala que se podrá contactar en todo momento con el ICF a través del teléfono.

El ICF estudiará cada caso para evaluar si la persona solicitante es solvente, es decir, si tiene capacidad para devolver el préstamo. En caso de no superar este análisis, el préstamo Emancipación será denegado. Si el ICF lo autoriza, la persona tendrá un plazo de seis meses para firmar la hipoteca por el 80% restante con alguna de las entidades bancarias adheridas al programa: Arquía, Banc Sabadell, Bankinter, BBVA, CaixaBank e imagin, Caja Ingenieros, Caja Guissona y Laboral Kutxa.

El Gobierno, a través de la Agencia de la Vivienda de Catalunya, se encargará del otro 20% hasta llegar al 100% de financiación junto a la banca, que es lo que muchas veces necesitan los jóvenes que tienen buenos salarios pero no ahorro.

¿Cuáles son los requisitos?

Las personas que pidan estos préstamos tendrán que estar empadronadas en Catalunya y tener una edad de entre 18 y 35 años. La vivienda deberá ser la primera que compra el solicitante y convertirse en su residencia habitual. Entre la documentación solicitada, explican, está el DNI, la renta, el empadronamiento o la referencia catastral del edificio donde se desea comprar la vivienda.

Por otra parte, se comprobará que los ingresos brutos anuales de todos los miembros de la unidad de convivencia (incluyendo a menores y personas que no soliciten el préstamo) no superen el IRSC multiplicado por 6,5. 

En cuanto a las características de la vivienda que se desea adquirir, deberá estar ubicada en Catalunya y tener cédula de habitabilidad vigente. Será necesario que, antes de realizar la solicitud, los solicitantes obtengan la referencia catastral de la vivienda.

A nivel financiero conviene saber que los préstamos son para pagar la entrada, por lo que se desembolsará hasta el 20% del precio de la vivienda con un tope de 50.000 euros y tendrán unos intereses del 0%. Del resto se encarga la banca que financiará con cada persona unas condiciones diferentes según su renta o situación laboral. 

100 millones al año

Con esta iniciativa, el Gobierno de la Generalitat quiere que los jóvenes que pueden pagar una hipoteca, pero que todavía no tienen ahorros suficientes para hacer frente a la entrada, puedan adquirir su primera vivienda. El Govern, a través de la Agencia de la Vivienda de Cataluña, destinará 500 millones de euros en cinco años (2025-2029) a financiar la línea, a razón de 100 millones por año.

Las viviendas financiadas mediante esta fórmula pasarán a ser protegidas (VPO) con carácter permanente. Esto permite alcanzar un doble objetivo: facilitar a los jóvenes la adquisición de la primera vivienda y hacer crecer el parque de VPO en Catalunya. Si algún día la vivienda quiere venderse, el precio estará limitado al importe por el que se compró, sumando la inflación y el coste de determinadas reformas, para garantizar que la persona recupere la inversión y al mismo tiempo que la vivienda siga siendo asequible.