El ayuntamiento de Barcelona obtuvo unos ingresos corrientes el pasado año 1.864 millones de euros, un 6,2% más que el año anterior, y se coloca como una de las tres grandes metrópolis en España donde han aumentado los ingresos por los impuestos propios, según un informe comparativo publicado por el Ministerio de Hacienda. Por encima de Barcelona, Málaga aumentó sus recursos por impuestos propios un 10,7% y se coloca en cabeza de los seis municipios que superan el medio millón de habitantes. En segunda posición, los impuestos generaron en Sevilla un 10,5% más de fondos procedentes de impuestos propios que en 2023. Las otras tres grandes metrópolis han reducido sus ingresos por impuestos propios el pasado 2024 sobre el año anterior: en Valencia caen un 7,9%, en Zaragoza, un 0,6% y en Madrid, un 0,4%. No obstante, el ayuntamiento de Barcelona cuantifica en 1.550 millones los ingresos propios ya liquidados (los datos de Hacienda son posteriores), con un incremento del 1,4% sobre 2023.

Los grandes municipios tienen una doble financiación: por un lado, mediante los impuestos y tasas propias, cuya regulación depende de las autoridades locales que pueden optar por subir o bajar impuestos. La segunda fuente de financiación procede de las transferencias que reciben, tanto de la Administración del Estado -participan en la recaudación del IRPF y el IVA-, como de las administraciones autonómicas.

 

Así, sumando las dos vías de ingresos, el ayuntamiento de Barcelona ingresó el pasado año 3.733 millones de euros, un 12,1% más que en 2023, y se coloca como la segunda gran ciudad española -junto con Málaga- en el incremento de sus recursos financieros. De las seis metrópolis, Sevilla registró el mayor incremento de ingresos el pasado año, un 16%, en comparación con el año anterior; seguida de Barcelona y Málaga, con un aumento del 12,1% en ambos casos; Zaragoza sube un 11,3%; la ciudad de Madrid, el 6,7% y en la cola, Valencia, dispuso el pasado año un 3,1% más de fondos que en 2023.

Sin embargo, la estructura de los ingresos municipales es muy dispar entre los seis grandes municipios, donde el peso de las transferencias que reciben de las otras dos administraciones tiene un mayor o menor peso. Por lo general, a más residentes, mayor aportación de los impuestos propios sobre las transferencias. Así, en Madrid, los impuestos propios aportaron el pasado año el 59,8% del total de los ingresos financieros de la ciudad; en Zaragoza, el 51,5%; en Barcelona, el 49,9%; en Sevilla, el 49,6%; en Valencia, el 47,9% y en Málaga el 47,4%. O dicho a la inversa, Madrid es la ciudad que menos depende de las transferencias financieras de otras administraciones y Málaga la más dependiente.

Por tanto, Barcelona se financió el pasado año con 1.868 millones recibidos de la administración central y la autonómica y 1.864 millones recaudados con los impuestos a los residentes; Madrid, 2.347 millones de transferencias y 3.496 millones de recursos propios; Valencia, 552 millones de transferencias y 506 de impuestos; Sevilla, 544 millones de transferencias y 535 de impuestos; Zaragoza recibió 453 millones de euros de las otras dos administraciones y recaudó 480 millones de los impuestos y, finalmente, Málaga ingresó 445 millones de transferencias y 401 millones por los impuestos y tasas.

Mayores transferencias

En lo referente a las transferencias, Zaragoza disfruta del mayor incremento el pasado año, cuando recibió un 27% más que en 2023, mientras que redujo un 0,6% los ingresos por impuestos. Sevilla, con el 21,9%, registra la segunda mayor subida de transferencias el pasado año y Madrid, con un aumento del 19,4%, se coloca en tercera posición.

Barcelona, en una posición intermedia, dispuso de un 18,7% más de transferencias el pasado año en comparación con 2023; Valencia el 15,7% (insuficiente para compensar el descenso del 8% de sus ingresos por impuestos) y las transferencias en Málaga se incrementaron el pasado año un 13,5%.

Transferencias a Barcelona

El ayuntamiento de Barcelona reconoce unas transferencias procedentes de la Administración central de 1.600 millones de euros y otros 167 millones de la Generalitat, aunque hay otros 100 millones de transferencias de capital, mayoritariamente de las arcas autonómicas. Por tanto, los fondos procedentes del reparto de los impuestos de la Renta y el IVA suman el 85,7% del total de las transferencias y el 43% del total de los ingresos obtenidos por el ayuntamiento el pasado año. Por parte de los recursos propios, el 31% del total de los ingresos procede de impuestos directos; el 11% de tasas; el 4% impuestos indirectos, y el 2% de ingresos patrimoniales y de pasivos financieros en ambos casos.

El año 2023, el consistorio catalán ingreso 1.309 millones de la Administración del Estado (lo que arroja un incremento de 300 millones en un solo año) y una cifra similar, de 163 millones, de la Generalitat. Las transferencias de la Administración central registraron el pasado 2024 uno de los mayores incrementos desde la pandemia, si se tiene en cuenta que desde 2019, cuando Barcelona recibió 1.029 millones de la Administración Central, la participación en los impuestos estatales ha subido de 280 millones entre 2019 y 2023. En 2019, la Generalitat aportó 92 millones de euros al ayuntamiento.