El Ibex-35 ha abierto la sesión de este miércoles con un ligero, pero firme incremento del 0,31%, situándose en los 16.974,6 puntos en los primeros minutos de la sesión, a solo un respiro de la cota psicológica de los 17.000 puntos, un umbral que no supera desde mediados del año pasado. El índice, que arrastra un comportamiento volátil durante las primeras semanas del año, parece encontrar un cierto soporte en una jornada marcada por la expectación, con dos acontecimientos de gran peso en el horizonte.

El centro de la atención de los mercados europeos
está puesto, sin duda, en la reunión de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) que se celebrará mañana jueves en Fráncfort. Los inversores analizarán con lupa cada palabra de su presidenta, Christine Lagarde, en busca de pistas sobre la evolución futura de los tipos de interés y sobre el momento en que el instituto podría empezar a reducir el volumen de su balance tras años de políticas expansionistas. La inflación en la zona euro, aún persistente pero a la baja, y los datos de crecimiento más débiles continúan presentando un dilema complejo para la política monetaria.

A más corto plazo, sin embargo, el factor de incertidumbre proviene, por otro lado, del Atlántico. Esta noche, en horario de máxima audiencia en Estados Unidos, el presidente Donald Trump pronunciará su primer discurso sobre el Estado de la Nación, en una fecha que coincide prácticamente con el primer aniversario de su toma de posesión. Se prevé que Trump haga balance de su primer año y aproveche la plataforma para defender su agenda, con especial énfasis en la recientemente aprobada reforma fiscal y las políticas comerciales proteccionistas que han generado nerviosismo en los mercados globales. La intervención se produce en un contexto de rechazo creciente hacia su estrategia económica en las encuestas, a pesar de que los indicadores macroeconómicos estadounidenses continúan siendo robustos.

En el terreno corporativo local, destaca la decisión del BBVA de amortizar anticipadamente y de forma irrevocable una emisión verde de participaciones preferentes convertibles por un valor nominal total de 1.000 millones de euros. Este movimiento es interpretado por los analistas como una señal de fortaleza en la gestión de su balance y de confianza en su trayectoria de beneficios. Otra noticia positiva para el mercado español viene de la agencia de calificación crediticia S&P Global Ratings, que ha mejorado la perspectiva de Grifols. La empresa farmacéutica ha visto cómo su calificación como emisor sube de B+ a BB-, con perspectiva estable. Asimismo, S&P ha elevado la nota de su deuda senior no garantizada a 'B'. La decisión refleja una mejora en las expectativas de flujo de caja de la empresa y en su esfuerzo de desapalancamiento.

En los primeros minutos de negociación, el sector financiero se perfila como el motor del avance del Ibex. Mapfre (+1%), CaixaBank (+0,94%), Unicaja Banco (+0,89%) y Banco Santander (+0,75%) encabezan las subidas entre los valores de referencia. En el lado opuesto, Telefónica (-0,81%) y Amadeus (-0,35%) son las únicas compañías del selectivo que abren en terreno negativo, aunque con pérdidas moderadas. El ánimo prudente, pero optimista es generalizado en las principales plazas europeas a primera hora. La Bolsa de Londres se apunta una subida notable del 0,8%, mientras que Milán progresa un 0,5%. Fráncfort y París abren con incrementos más moderados, del 0,2% y el 0,1%, respectivamente.

En los mercados de materias primas, el crudo Brent, referencia en Europa, sube un 1,37%, hasta los 59,73 dólares el barril. El West Texas Intermediate (WTI), referencia en Estados Unidos, también incrementa un 1,4%, situándose en los 55,92 dólares. Estos incrementos se dan en un contexto de tensión geopolítica latente y ante la aparición de datos que muestran una reducción inesperada de las reservas de petróleo en Estados Unidos.

En cuanto a los tipos de interés, la prima de riesgo española se mantiene estable, con el rendimiento del bono español a 10 años situándose en el 3,265%, una cifra que refleja la relativa calma de los inversores en deuda soberana en esta sesión. En el mercado de divisas, el euro se negociaba en torno a 1,1707 dólares, manteniéndose dentro de los márgenes estrechos de las últimas sesiones. La jornada, por tanto, se presenta como un preludio de dos acontecimientos de gran magnitud que podrían marcar el tono de los mercados para el resto de la semana.