La Ley de Bienestar Animal, que tenía que entrar en vigor el próximo 30 de septiembre, se aplaza a medias. Así pues, está previsto introducir novedades, pero hará excepciones por aspectos polémicos como la obligatoriedad de un seguro de responsabilidad civil para evitar daños a terceros. Se trata de una medida positiva, afirma la Real Sociedad Canina de España (RSCE), porque protegerá a los propietarios ante posibles accidentes de sus perros, pero no se aplicará hasta que no se desarrolle la norma.

Para aprobar una normativa de este rango, hace falta que el Gobierno no esté en funciones y, por lo tanto, aunque es recomendable contratar este seguro, no es cierto que se pueda multar alguien si no la tiene activa el próximo día 30 de septiembre, una vez entre en vigor la misma Ley de Bienestar Animal. A efectos prácticos, quedan en el aire el seguro y el curso de tenencia de perros que se habían anunciado. La razón es que el Gobierno, ahora en funciones, todavía no ha aprobado el reglamento que lo desarrolla. Tampoco hay una fecha prevista de nuevo.

El auge de los animales domésticos en España

A pesar de todo, España está a la cola de Europa en la regulación de esta materia. Actualmente, uno de cada cuatro dueños de perros tiene un seguro, en casi todos los casos de responsabilidad civil, por un importe medio de 107 euros al año. Por término medio, el propietario de un perro habrá gastado 363 euros y el de un gato, 202 euros en radiografías o muestras de sangre si no dispone de un seguro.

La necesidad de una regulación no solo se basa en el poco porcentaje de estos seguros, sino en la otra tendencia que favorece estos seguros que corresponde al auge de las mascotas por todo el Estado español. En el 2023, el número de perros y gatos registrados sube a 15 millones, un aumento del 38% en los últimos tres años a raíz de la pandemia, según los datos de la Asociación de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía, ANFAAC. De este total, 9,3 millones de mascotas corresponden a perros, mientras que 5,8 millones en gatos. Y de estos, el volumen de negocio se centra en los perros.

Alerta de la OCU

Ante la incertidumbre que genera la nueva ley y todo lo que queda pendiente de aprobar, el OCU recomienda que todos los dueños de perros tienen que hacer un seguro de responsabilidad civil en sus mascotas, sin importar la raza o el tamaño, a expensas de cuándo se apruebe definitivamente. En los que ya contrataron un seguro de responsabilidad civil para los perros, la OCU aconseja mantenerla. Lo considera recomendable por si la mascota genera daños o perjuicios en otras personas, animales o cosas. "Si hay lesiones físicas, esta indemnización puede ser muy alta y dejar tu patrimonio temblando", apunta. "Hasta ahora, el seguro solo era obligatorio y sigue siéndolo mientras no cambien las cosas para cualquier perro de raza potencialmente peligrosa y para los propietarios de perros de Madrid y el País Vasco", cosa que se extenderá a todas las personas que tengan un perro cuando se desarrolle el nuevo reglamento.

Y añade: "El seguro tendrá que cubrir los daños que cause el perro independientemente de quien sea el responsable. Por ejemplo, si tus padres o un paseador de perros sacan tu perro a la calle, el seguro tendrá que cubrirlos también, si el perro causa daños mientras esté a cargo suyo", añade, para seguidamente puntualizar que "no valdrá cualquiera". "De momento, es posible que ya tengas cobertura gracias a las garantías de responsabilidad civil privada o familiar que suelen incluir los seguros del hogar, o incluso puede ser que tengas un seguro específico de responsabilidad civil". Cuando la responsabilidad civil para los perros empiece a cubrirse con un seguro obligatorio, esta parte de los seguros voluntarios 'decaerá', quedará inactivada.