Tras el acuerdo del Consejo de Administración de RTVE de retirar la participación de España en la próxima edición de Eurovisión si Israel continúa en el festival de música, es indicado repasar qué supone en términos económicos. También recordar que, en la edición de 2024, los espectadores españoles votaron con la máxima puntuación, 12 puntos, a la candidata hebrea, Eden Golan; mientras que el jurado profesional otorgó sus votos al artista Nemo Mettler, de Suiza.

Por lo que hace referencia al posible impacto económico si se retira del festival, hay que valorar algunas consecuencias indirectas, por la pérdida de la publicidad que contratan las empresas interesadas en promocionarse durante la retransmisión del festival que, en 2024, fue seguida por un total de 4.886.000 espectadores y registró una cuota de pantalla media del 41,8%.

RTVE también recauda dinero con el actual sistema de votaciones, el tradicional televoto. En la última edición, el organismo publicó -a través de su canal de transparencia y a petición del medio especializado en el festival ESC Plus- que la recaudación fue de entre 196.151,96 euros y 204.018,61  con los votos emitidos a través de la plataforma online, de SMS o de llamadas telefónicas.

No obstante, no olvidemos que concursar en Eurovisión acarrea unos gastos a la corporación pública, en concepto de derechos de retransmisión, a pagar a la Unión Europea de Radiodifusión (UER), que se encarga de organizar el festival. Por este concepto, en los últimos años, RTVE ha abonado un promedio de 300.000 euros; pero los presupuestos anuales se han situado entre 500.000 y 700.000 euros, según las ediciones, acogiéndose a los datos publicados en el portal de transparencia de RTVE.

La retirada de España implicaría no solo el cese de su aportación económica a la UER, sino también la pérdida de los derechos de emisión, lo que dejaría a la audiencia española sin acceso directo al certamen. Se trataría de un vacío inédito desde 1961, año en que España debutó en el concurso.

España es uno de los llamados Big Five. Son los cinco países -España, Reino Unido, Francia, Italia y Alemania- que más contribuyen al Festival y son los cinco que siempre tienen pase directo a la final. Además, España era hasta ahora junto Reino Unido y Suecia uno de los tres países que jamás ha fallado a la cita de Eurovisión, ha destacado RTVE. A pesar de ello, es el primero de los cinco en cuestionar su participación ante la escalada del conflicto entre Israel y el pueblo palestino.

Habrá celebración del Benidorm Fest

El consejo de administración de RTVE también ha aclarado que su decisión "no altera los planes respecto a la celebración del Benidorm Fest, un festival con identidad propia, totalmente consolidado y que el próximo año [2025] celebra su quinta edición". El Benidorm Fest ha servido hasta la fecha para elegir al representante de España en Eurovisión.

En enero de 2025, el alcalde de Benidorm, Toni Pérez, explicó durante la Feria Internacional de Turismo (Fitur), que Benidorm Fest había dejado un impacto económico en la ciudad 2,5 millones de euros, con un crecimiento de más del 65% respecto a la primera edición. Ese impacto directo en Benidorm procede de “la demanda, es decir del público que ha acudido al evento principal y demás actuaciones paralelas como pueda ser el Euroclub que organiza el Ayuntamiento o el ‘Tapa Fest’”, según el informe que el ayuntamiento encargó a la Cátedra de Estudio Turísticos ‘Pedro Zaragoza’. Además, generó más de 14 millones de euros de impacto indirecto, con ocupación hotelera superior al 90%, ya que fomenta el turismo de invierno en la ciudad.

La patronal hotelera local, Hosbec defiende que el trabajo en pro de la desestacionalización del turismo que supone el festival en la temporada baja en Benidorm, una ciudad que cuenta con una oferta hotelera activa de más de 29.000 plazas hoteleras.

Los expertos en marketing cultural, consultados por Europa Press, aseguran que estar presentes en Eurovisión es como tener un escaparate turístico abierto a 160 millones de personas en todo el mundo. Por lo tanto, la ausencia podría afectar tanto al país como destino como a su industria musical.

Retransmisión del Festival de Eurovisión en el Hotel Palace de Barcelona.
Retransmisión del Festival de Eurovisión en el Hotel Palace de Barcelona.

Movida y fans

Además, en cada celebración de Eurovisión, para atraer a los fans del festival, los hoteles, bares, restaurantes y espacios culturales de infinidad de ciudades españolas aprovechan el tirón del festival con fiestas temáticas, retransmisiones y actividades paralelas como su retransmisión en salas de cine. 

Más allá de lo económico, la ausencia del país en un festival seguido en más de 40 países significaría un retroceso en la estrategia de proyección cultural y turística de España. Otros países como Portugal o Italia han utilizado el festival para reforzar su identidad cultural y atraer visitantes, especialmente jóvenes europeos.

Los expertos consultados por Europa Press señalan que, en un contexto de recuperación del turismo tras la pandemia, "renunciar a una plataforma de este calibre es dar un paso atrás en competitividad".