La cesta de la compra sigue loca, con subidas extremas y caídas algo más moderadas en términos anuales -en un agosto en el que la inflación se ha colocado en un 2,6% anual-, pero con fuertes vaivenes en los precios mensuales; es decir, agosto comparados con los precios de julio. Pero de momento, son multitud los productos que suben -en su gran mayoría alimentos- en términos anuales (agosto sobre agosto de 2022); mientas que los que bajan son todavía pocos, y prácticamente ninguno es un alimento. El foco se ha puesto en el aceite de oliva, pues se encarece un 52,5% en términos anuales y, según distintas fuentes, roza ya los 10 euros el litro del virgen extra, cuando en agosto de 2022 superaba por poco los 6,5 euros. En el otro extremo, la electricidad es el bien cuyo precio registra un mayor descenso si se compara con agosto de 2022, un 49,6%. Sin embargo, se trata de una bajada engañosa si se tiene en cuenta que en agosto del año pasado su precio había aumentado un 60,6%; es decir, a pesar del fuerte descenso, no se han recuperado los precios anteriores a la invasión de Ucrania.

Los que más suben

El aceite de oliva se coloca como el producto más inflacionista en términos anuales (agosto sobre agosto de 2022) con una subida del 52,5%, desbancando al azúcar que en julio ostentó tan oscuro pódium. La ascensión del coste del alimento mediterráneo ha sido astronómica, pues desde enero se ha encarecido un 26%, algo más de 2,5 euros en el virgen extra y se ha doblado si se compara con el precio de hace dos años. Solo en el mes de agosto, el aceite de oliva ha sufrido un incremento mensual (sobre el mes anterior) del 8,7%, que se suma al 5% en julio; el 3,3% en junio, un 1,1% en mayo; un 2,6% en abril, el 1,4% en marzo y un 2,7% en febrero. En enero, gracias a la entrada de la rebaja del 10% al 5% del IVA, el precio se redujo, concretamente un 1,2% sobre el mes anterior.

El segundo producto más inflacionista es igualmente un alimento, el azúcar, cuyo precio sube un 42,5% en referencia al mes de agosto de 2022. Sin embargo, a diferencia del aceite de oliva, ha moderado sus subidas en los últimos meses: en agosto, incluso, ha repetido precios; en julio subió dos décimas, en junio tres y en mayo uno, lo que permite que en lo que va de año, su crecimiento sea del 2,7%. Nada que ver con el aceite de oliva. Este producto no es de los subvencionados con la rebaja del IVA.

El tercer bien más inflacionista es otro alimento, el arroz, que en términos anuales se ha encarecido un 21,6% un incremento que se mantiene estable en los últimos meses, pues en marzo crecía un 22,2% en términos anuales. No obstante, en lo que va de año se ha encarecido un 8,1%, a pesar de que no paga el 4% de IVA al estar entre los alimentos básicos escogidos por el Gobierno. No obstante, se aprecia una cierta contención en los últimos meses, pues en agosto repitió precios respecto al mes anterior, en julio subió un 0,6%, pero en junio estuvo también en el cero y en mayor llegó a descender nueve décimas. Atrás quedan subidas del 1,2% de abril o el 1,3% de marzo.

Los productos de confitería suben un 18,2% en términos anuales presionados por el coste del azúcar y se colocan como el cuarto producto cuyos precios están por las nubes. Es, además, uno de los que más ha subido en lo que va de año, un 12,2%, aunque en agosto ha contenido sus subidas, un 0,3%, cuando el resto de los meses superó el 1% mensual.

Las patatas completan el top-5 de los cinco productos -todos ellos alimentos- con los precios disparados, con un amento del 18% en los últimos doce meses. No obstante, las expectativas son buenas, pues en agosto se han abaratado un 3,3% y en julio un 3,4% en términos mensuales, rompiendo una racha de incrementos cercanos al 5% mensual. Eso ha permitido que el máximo anual se elevase en junio a un 28% y haya descendido en solo dos meses 10 puntos porcentuales. No obstante, en agosto se pagan un 10% más caras que en enero, a pesar de estar exento de IVA.

Los que más bajan

La electricidad es el bien cuyo precio más se ha reducido en los últimos doce meses, casi un 50%, aunque como queda dicho más arriba, no ha recuperado los niveles de hace dos años. A pesar de que el recibo se ha abaratado un 14,2% en lo que va de año (también esta subvencionada con el IVA y otros impuestos), es un producto altamente volátil si vemos su comportamiento mensual: agosto (+0,6%), julio (-0,2%), junio (+3,8%), mayo (-1%), abril (-3,3%), (marzo -7,5%), febrero (+12,6%) y enero (-17,5%).

Transporte combinado de pasajeros baja un 47,7% en los últimos doce meses, dadas la ayudas al transporte público de las administraciones estatal y autonómicas. El tercer descenso es para el aceite de girasol, un 34% en términos anuales, y un 26,6%, aunque en agosto del año pasado registró incrementos del 71%, por lo que, a pesar de la reducción, está por encima de lo que se pagaba antes de la invasión de Ucrania.

Los otros descensos en términos anuales, también se producen en transportes públicos, gracias igualmente a las ayudas. Así, el de pasajeros en metro y tranvía baja un 27% y el de autobús un 25,7%.

Respecto a julio

Los cinco productos cuyo coste más se ha elevado en agosto en relación con julio, lo encabeza el transporte por pasajero por mar, cuyos billetes han subido en el mes un 14,1%; los vuelos internacionales un 10% (como contraste, los nacionales se abaratan un 3,4%), los combustibles líquidos usados en el hogar, el 9,9%; el aceite de oliva el 8,7% y el gasóleo un 8,6% (la gasolina, algo más moderado, sube un 5,7%).

Respecto a los cinco bienes cuyos precios descendieron en mayor medida sobre el mes anterior, el gas natural y de ciudad descendió un 6,8%; las frutas frescas bajan en el mes un 4,7%, los paquetes turísticos internacionales el 3,4% (mientas que los nacionales se encarecen un 8,5%, por el mayor aumento de los hoteles de España); el aceite de girasol cede un 3,4% y las patatas otro 3,3%. Analizando el conjunto de los 200 productos que analiza el INE, se detecta una contención mayor de precio, pues 52 redujeron respecto a julio y 49 repitieron precios. Es decir, solo la mitad de los bienes y servicios analizados por el INE subieron sus precios, aunque en conjunto la cesta de la compra en agosto subió un 0,5%, por el fuerte tirón de los combustibles.