Nadie duda de que en España se está agudizando la falta de mano de obra, especialmente en determinados sectores, aunque la polémica surge a la hora de cuantificar el problema. La única fuente que mide las vacantes en España, y en la UE, es la Encuesta Trimestral de Costes Laborales (ECTL) que elabora el INE. Esta estadística, que se realiza mediante una encuesta a 20.000 empresas, deja claro que los puestos sin cubrir están creciendo de forma abultada, por encima del 20% desde finales de 2021. Aunque también, que se trata de un volumen escaso, especialmente si se compara con otros países de la UE. Sin embargo, numerosos sectores alertan de que la escasez de mano de obra se está convirtiendo en un problema estructural que impide crecer a muchas empresas. Sectores como la construcción, la industria del metal, el campo, la tecnología, o la hostelería son los que más se quejan, aunque no son los únicos.

BBVA Research se ha convertido en un referente en el estudio de las vacantes y su responsable de análisis de la economía española, Rafael Doménech, uno de los economistas que más ha investigado. Su conclusión es que la tasa de vacantes ha crecido durante 2022 para superar “muy ampliamente” en el cuarto trimestre del pasado año los niveles prepandemia (0,66% sobre el número de ocupados, frente a 0,47% en el mismo trimestre de 2019). Y medido respecto al paro, la ratio de vacantes sobre desempleo ha pasado de un promedio de 0,03 en 2019 a 0,05 a finales de 2022, lo que supone un “incremento considerable del tensionamiento” del mercado de trabajo, que, “sin duda, puede constituir un elemento adicional de presión sobre la inflación salarial en los próximos trimestres”, señalan en BBVA Research.

Doménech apunta que “aunque en España esta situación de escasez no es tan intensa como lo es hoy en la eurozona o la vivida por nuestro país en 2007, la relación entre vacantes y desempleo se encuentra significativamente por encima de su media desde los años noventa”. Y relativiza la problema: “en muchos países europeos se alcanzan máximos históricos que dan lugar a un tensionamiento de sus mercados de trabajo. El empleo no crece más porque muchas empresas no pueden cubrir sus vacantes”, concluye. En España, las empresas de construcción dicen que han tenido que renunciar a obras por falta de personal.

Las cúpulas de los sindicatos UGT y CCOO niegan que haya un problema generalizado de ofertas de empleo sin cubrir, un problema que se limita a determinadas zonas y sectores (hostelería en algunos puntos de costa) e insisten en que el problema no radica en la falta de trabajadores con casi tres millones de parados, sino a las condiciones salariales y laborales ofertadas. Pero cuando se pregunta a los sindicatos de los sectores con más quejas, sí reconocen un problema de escasez de mano de obra. Aunque con matices.

El Ministerio de Trabajo que dirige Yolanda Díaz se posiciona con la tesis de los sindicatos y niega que haya escasez generalizada. Otra parte del Gobierno, encabezada por el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, se decanta por los argumentos de los empresarios, que defienden una falta de mano de obra formada, y ha abierto la puerta a traer contingentes de trabajadores de otros países y, sobre todo, a flexibilizar el sistema de formación que abre la puerta a una legalización de los extranjeros residentes en España que no tienen permiso de residencia.

Agricultura

Juanjo Álvarez, director de relaciones institucionales de la patronal agraria Asaja, cuantifica entre 85.000 y 100.000 el déficit de trabajadores agrarios y reseña que la reforma laboral ha agravado el problema, pues ha impedido que el contrato temporal, que permite actividades hasta de 90 días, se puede usar para las campañas agrícolas, imponiendo a los fijos discontinuos. Sin embargo, Álvarez señala que este contrato no está siendo efectivo porque muchos trabajadores no acuden a la llamada, incluso, reconoce que un mismo trabajador firma contratos de fijo discontinuo con varios empresarios de la zona. Según la patronal agraria, cuentan con una bolsa de empleo con 115.000 personas que no acuden a las ofertas de trabajo y se pregunta dónde están los 700.000 inscritos al Régimen Especial agrario de la Seguridad Social.

Sebastián Serena, responsable del sector agrario en UGT, reconoce falta de mano de obra, pero no de forma generalizada y apunta un problema en las condiciones de trabajo. “Afortunadamente no son todos los empresarios del sector, pero los hay que prefieren contratar ilegales para pagar por debajo del salario mínimo interprofesional (SMI)”. Y remarca que la gente no quiere trabajar con esas condiciones, aunque cada año se van a la vendimia francesa 15.000 trabajadores españoles que luego empalman con otras campañas en Bélgica o Italia. “Tienen condiciones mucho mejores, con salarios más altos e incluso con casas donde alojarse”, señala. “El campo español no es atractivo: si cobran 1.080 euros al mes y tienen que pagar una vivienda cuando se desplazan, no sale a cuenta”, dice.

Construcción

Fuentes de la patronal CNC señalan que “la construcción requiere incorporar en el medio plazo 900.000 trabajadores cualificados en las técnicas más punteras de nuestro sector”, para lo cual han elaborado un Plan de Choque con la Fundación Laboral de la Construcción (gestionada por los sindicatos mayoritarios y patronal) para multiplicar el número de alumnos formados cada año (80.000). El problema es tal que la patronal avisa de que el 65% de las constructoras ve “extremadamente difícil” contrata encargados de obra, según una encuesta de la CNC. El informe constata que entre los perfiles más difíciles de contratar están capataces, albañiles, encofradores y operarios de hormigón. Así como los carpinteros, instaladores de fachadas técnicas, montadores de prefabricados estructurales, especialistas en trabajos verticales u operadores de grúas, montacargas y de maquinaria similar de movimiento de materiales. El análisis determina un doble problema, pues primero no hay profesionales, pero además muchos de los que hay no están formados adecuadamente, lo que lleva a que el 72% de las constructoras encuestadas declaren que han tenido que renunciar a algún contrato por escasez de personal.

La Fundación de la Construcción, en la que están presentes los sindicatos, coinciden con la patronal en el diagnóstico. Señalan en el observatorio de la Construcción como un reto la “escasez de personal cualificado en construcción, el progresivo y alarmante envejecimiento de sus plantillas, sin previsiones de cambio a corto plazo”. Para paliar esta escasez de profesionales, patronal y sindicatos del sector plantean como decisiva la atracción de jóvenes y de mujeres que aseguren el futuro de la construcción.

Industria del metal

Fuentes de Confemetal señala a ON ECONOMIA que estiman que la Industria del Metal necesitaría para cubrir necesidades actuales y futuras unos 60.000 trabajadores, centrados en las profesiones tradicionales como tornería, fresado, matricería, mecanizado, soldadura, calderería, fundición, tratamiento de superficies… Además, se sumarían otros 90.000 trabajadores formados en el ámbito de los Servicios y el Comercio, claves para la actividad de otros sectores como la construcción, las grandes instalaciones y los bienes de equipo industriales.

Gerardo Cortijo, responsable de política industrial de CCOO, aunque reconoce que existe un problema para cubrir los puestos de oficios más tradicionales, remarca que “es complicado hablar en general de problemas en la industria. Habría que centrar el tiro por sectores y por zonas geográficas”. No obstante, reconoce que en “términos generales se da un problema de cobertura de vacantes”, especialmente por una deficiencia de formación y apunta que en algunos casos se pueden estar dando problemas en las condiciones laborales, en referencia a la contratación por parte de las subcontratas que trabajan para grandes empresas industriales. E insiste en una cultural de rechazo contra muchos oficios industriales, por lo que se debe incidir en la potenciación de la Formación Profesional.

Hostelería

José Luis Yzuel, presidente de Hostelería de España, declara que la situación de vacantes por cubrir es “endémica en la hostelería, aunque ahora un poco peor. Tenemos 120.000 empleos más que en 2019 y hemos duplicado la cifra en 20 años”, destaca, convencido de que será un “verano de récord” con más de 1,9 millones de trabajadores en la hostelería. Con todo y con eso, reconoce que “el sector no es atractivo” para los trabajadores y que muchos están cambiándose a otros oficios. “Se trabaja los sábados y domingos, no somos los que mejor pagamos y nuestra cantera siempre han sido los jóvenes mientras que en nuestra sociedad se invierte la pirámide de edad”, reflexiona. Además, Yzuel se muestra extrañado de que no existan las mismas facilidades para contratar migrantes en países de origen con la hostelería que con la agricultura. Aunque desde Asaja señalan que actualmente se ha paralizado la contratación en origen para tareas agrícolas.

Gonzalo Fuentes, responsable de servicios y hostelería de CCOO, niega que falte personal en la hostelería, “todas las ofertas de empleo se cubrieron”, apunta, aludiendo al incremento de contrataciones del 13,7%. “Lo que faltan son condiciones de trabajo dignas y mejores salarios”, defiende. “Las dificultades esgrimidas por las patronales para encontrar empleados son debidas a la precariedad, los bajos salarios y las deficientes condiciones laborales: turnos partidos, dificultad de conciliación de vida laboral y familiar, ni tan siquiera un fin de semana al mes”, argumenta, en parte coincidiendo con la patronal, y añadiendo “el incumplimiento de los convenios”. “Otro de los problemas es la falta de vivienda para trabajadores en zonas turísticas para desplazarse desde el interior”, apunta, una problemática muy común en Baleares, que tradicionalmente atrae trabajadores de otras comunidades.

Tecnología

Elena Díaz-Alejo, presidenta de la comisión de talento digital de Ametic (Asociación Multisectorial de Empresas Españolas de Electrónica y Comunicaciones) señala que en este sector, el problema no es de salarios, ni de condiciones, sino la falta de personal cualificado. “Hemos mejorado mucho las competencias digitales, pero faltan especialistas TIC, tenemos un 4,1%, una media por debajo de la Unión Europea y eso preocupa”, apunta. “Se están llevando a cabo muchas iniciativas, tanto desde el sector público como desde el privado, para fomentar la empleabilidad de los jóvenes en el sector tecnológico y fomentar más vocación, sobre todo entre las mujeres, que podrían cubrir gran parte de estas vacantes”, añade .

José Luis Mazón, responsable del sector TIC de UGT, recuerda que “lo último no se enseña en las facultades” y que, además, se pide experiencia a muchos de los trabajadores “y en sectores como el blockchain, que es de los más demandados, casi nadie tiene experiencia”. Mazón añade que “tampoco todo es maravilla” en el sector tecnológico y que hay sueldos que no son tan elevados, así como “muchos trabajadores que se marchan al extranjero porque se paga mejor”. Más formación por parte de las empresas sería una de las soluciones según Mazón, ya que “las empresas muchas veces ven la formación más como un gasto que como una inversión por el miedo a que el personal formado se vaya a la competencia”.

Comercio

En el sector del comercio, donde se registran 14.529 vacantes según la ECTL, desde la Confederación Española del Comercio (CEC) señalan que “las dificultades para conseguir personal se dan sobre todo en los subsectores que requieren más especialización o para aquellos que no existe formación reglada, como montadores de muebles”. Reclaman, de nuevo, mayor formación para empleados y autónomos, así como líneas de ayudas para formar a empresarios, trabajadores y desempleados. Y la creación de Escuelas Sectoriales, que pongan de acuerdo a empresas y sector público con el espíritu de la Formación Profesional Dual.