Con el cierre del año, las economías domésticas se resienten de la vorágine de las compras navideñas. Quién más, quien menos, hace un repaso de los gastos en que ha incurrido y espera hacerlo mejor al año siguiente. Si este es su caso, aquí van algunos consejos para preparar mejor los presupuestos de cara a 2026

Los expertos han recomendado reiteradamente que no hay que esperar a las últimas semanas del año, y mucho menos a los últimos días, para tomar algunas decisiones importantes: controlar los gastos, reforzar los ahorros y aprovechar las oportunidades fiscales que pueden revertir en desgravaciones en el impuesto de la renta de las personas físicas (IRPF) u otros como hacer aportaciones a un plan de pensiones.

Para el control de los gastos, qué mejor que dar un vistazo a los ingresos y los gastos que se han tenido. Atentos a los costes fijos, y a su incremento en función de la inflación anual, el resto de gastos hay que revisar si han sido realmente necesarios, si han sido extraordinarios y prever en todos los casos si se repetirán al año siguiente.

Porque si una cosa hay que tener es previsión. Así, los expertos aconsejan que siempre se tenga a mano un fondo de emergencia que es, en definitiva, un salvavidas financiero para atajar los imprevistos. Además, hay que reponerlo si se ha tenido que echar mano del mismo durante el año, a causa de algunos gastos que han venido de sopetón. Véase la reparación o compra de electrodomésticos, gastos de los seguros del hogar y del coche; o de la póliza médica. 

También hay que tener algún dinerillo en la recámara para algún capricho o, si es posible, programarlo con tiempo. Es el caso de los viajes o las vacaciones. A menudo no se prevé qué gastos se tendrán durante las vacaciones del año siguiente o no se ahorra lo suficiente para poder improvisar una salida de fin de semana con los amigos o la familia. 

Cómo invertir para ahorrar

Llegados a este punto, es bueno pensar qué fórmulas pueden usarse para generar más ahorros, mediante la inversión de una parte de los ingresos. Siempre que los gastos nos lo permitan. La fintech europea Lightyear, especializada en inversión digital, ha analizado las principales tendencias que marcarán la inversión particular en 2026. Estas son sus 10 conclusiones:

  1. Diversificar para evitar sustos: El contexto incierto que se espera para 2026 anticipa un mercado menos complaciente, donde la diversificación adquiere mayor relevancia. 

  2. Salir de los mercados habituales: Diversificar también geográficamente será otra tendencia. Los inversores están ampliando su exposición fuera de carteras excesivamente concentradas en Estados Unidos, incorporando cada vez más empresas europeas y otros mercados desarrollados. 

  3. Más estrategia: El inversor está empezando a priorizar la asignación de activos y la gestión del riesgo frente a la búsqueda de rentabilidades extraordinarias a corto plazo. 

  4. Eficiencia por encima de todo: El inversor es más consciente del impacto acumulativo de comisiones, fiscalidad y rotación excesiva de cartera. 

  5. Herramientas digitales: Habrá un avance en la adopción de herramientas digitales que facilitan la inversión sistemática, como aportaciones periódicas y carteras automatizadas.

  6. Carteras combinadas: Más que un producto concreto, lo que está ganando protagonismo es la combinación inteligente de distintos instrumentos de inversión. Los ETFs, por ejemplo, continúan consolidándose como herramientas clave para obtener exposición diversificada, especialmente en mercados globales y sectores amplios, gracias a su eficiencia en costes y transparencia. Paralelamente, la renta fija está recuperando atractivo tras años de escasa relevancia. 

  7. Menos concentración: Aunque persiste la tendencia a concentrar excesivamente las carteras, tanto en número reducido de activos como en determinadas geografías o sectores, de cara a 2026 se espera una evolución positiva en este sentido. La experiencia acumulada y un entorno más exigente favorecerán una mayor diversificación y una aproximación más disciplinada.

  8. Nuevos sectores de siempre: Los sectores con mayor potencial serán aquellos vinculados a la mejora de la productividad y a la eficiencia del capital: infraestructuras, automatización, digitalización industrial y servicios ligados a la transición energética, entre otros. No se trata tanto de sectores disruptivos en sentido estricto, sino de actividades que ofrecen visibilidad de ingresos y capacidad de adaptación a distintos escenarios macroeconómicos. 

  9. Criptomonedas ¿sí o no?: Las criptomonedas han pasado por una fase de menor protagonismo mediático, pero eso no implica una pérdida de relevancia estructural. Estamos ante un proceso de maduración y selección natural dentro del ecosistema. En 2026 volverán a estar presentes en el debate, aunque desde un enfoque más financiero que especulativo y veremos cómo más bancos y fondos tradicionales empiezan a integrar la criptodivisa como un activo más a tener en cuenta, no ya para la especulación, sino para la diversificación y el largo plazo.

  10. Las plataformas de inversión, en lucha por el rigor: resulta especialmente relevante el esfuerzo del sector por simplificar la experiencia de inversión sin renunciar al rigor financiero. Se prevé una clara apuesta por modelos más directos, con menos intermediación y mayor foco en el usuario final. Asimismo, la presión competitiva está acelerando la reducción de costes y mejorando el acceso a mercados internacionales. Esto democratiza la inversión global y permite al inversor construir carteras más diversificadas con mayor facilidad.